~Capítulo Cincuenta y nueve~

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Narra Louis

Azoté el teléfono contra el sofá como si acaso pudiera culparlo a él de mis problemas.

-Hey, ¿qué te hizo ese inocente aparato para merecer un trato así?- Liam se dejó caer, próximo al sitio donde ahora se encontraba mi iphone.

-Recibir mensajes.- escupí malhumorado.

Estaba realmente molesto.

-¿Puedo preguntar qué sucede?- indagó.

-Yo también estoy preguntándome eso.-

Mi amigo arqueó las cejas, perplejo ante mi agresiva actitud. Pero es que esto ya había terminado por reventarme las pelotas.
Había pasado toda una maldita tarde, intentando contactarme con Emma y tras no dignarse a coger ni una sola llamada, lo único que había recibido como excusa, era un estúpido mensaje  de cinco palabras:

"Salí sin mi teléfono. Perdón."

Y no. No se había conformado con ello. Aunque me había comido las neuronas, creyendo que algo malo podría haberle ocurrido, solamente había sido capaz de decirme en tres días, que se hallaba demasiado ocupada con la universidad como para prestarme cinco minutos.

Cinco putos minutos. No era mucho pedir ¿o sí?

Me importa un carajo lo que te pase, Louis. Adiós.

Era más o menos mi interpretación de ello.

¿Dónde diablos se había metido mi novia? La quería de vuelto, pero pronto.
Solo esto me faltaba. Tener a una loca sin corazón, del otro lado de la línea.

-¿Ocurre algo con Emma?- adivinó el chico.

Me desplomé junto a él.

-Sí.- tomé el móvil de nuevo. -No sé qué bicho le picó.-

-Tal vez está en sus días, ya sabes.-

El sorbo de gaseosa que había querido tragar, siguió el camino equivocado.

Tosí fuerte, provocando una carcajada por parte de Liam.

-¿Es en serio?- lo miré, aguantando la risa.

Se encogió de hombros.

-Podría ser.-

Meneé la cabeza.

-Es como si tratara de evitarme... otra vez.-

Eso era. Verdaderamente su actitud actual, me recordaba a aquella que se había propuesto mantener conmigo desde el día en que volvimos a encontrarnos.

-No lo creo.- garantizó con seguridad.
-Es mejor que hables con ella directamente. Será algo que solucionen rápido.-

Me rasqué la nuca intranquilo.

¿O es que la distancia la habría hecho pensárselo dos veces y se estaría arrepintiendo?

Narra Emma

Pasé a la página siguiente, pues no encontraba ahí, nada que me fuera útil para mi examen.
La verdad estaba harta de leer. Los padres del psicoanálisis simplemente podían conmigo.
Cerré el libro, dejándolo a un lado del escritorio. Regresaría a él cuando la energía fuera nuevamente mi compañera.

Me puse de pie y elegí un CD al azar. Requería de algo que relajara mi, últimamente, estresada mente. Necesitaba pensar y decidir acerca de un gran puñado de sucesos acaecidos en los pasados cinco días. Sin embargo, cada vez que intentaba meditar serenamente sobre aquello, acababa desesperada, frustrada y ofuscada con el universo completo. Debía priorizar y pese a ello, jamás concluía nada. Era consciente de que estaba construyendo una torre gigantezca de problemas con Louis, la cual se encontraba pronta a derrumbarse. Que tarde o temprano tendría que contarle la verdad a él y a mis padres y que quería convencer a Lea de que nos les dijera por ahora. Eso, si ya no lo había hecho.

Moments∞ || Louis Tomlinson  #PBMinds2016 #EMPawardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora