Moments∞ || Louis Tomlinson #PBMinds2016 #EMPawards

~Capítulo Cincuenta y uno~

Narra Louis

Cambié el whisky por la bebida energética, de modo que esta, consiguiera mantenerme alerta. Había decidido que dos ebrios, intentando regresar a casa, no conformaban un buen equipo.

Tal vez se me había escapado un poco de las manos. El hecho de que Emma hubiese apagado sus censores de compostura y precaución y estuviera paseándose por el club, dando saltitos al ritmo de la música, liberando carcajadas cada dos por tres y lanzándome miradas provocativas, era en gran parte, mi responsabilidad. Si era sincero, no me arrepentía.
Claramente no había sido mi objetivo emborracharla, solo tentarla sutílmente a probar algo diferente y olvidarnos de todos los ojos fisgones y despectivos, que se posaban sobre ella. La incomodaban demasiado, lo sabía.
Ahora mismo tenía delante a una chica totalmente despreocupada, relajada y de mejillas encendidas producto del encierro.
Por enviar al diablo los problemas diarios, durante una noche, nadie había muerto aún.

Un grito de emoción, seguido del zarandeo persistente de mi brazo, me llevaron a retornar mi visión hasta ella.

-¡Adoro esta canción!- chilló como una pequeña niña, la cual acababa de conocer a su princesa favorita.

Wasted de Tiesto emanaba a máximo volumen de los parlantes gigantescos que se ubicaban en el fondo del local.

-¡Vamos a bailar!- aprisionó mí muñeca y antes de que pudiera entregar mi opinión acerca de ello, ella ya me había arrastrado hasta la pista. La verdad era, que necesitaba un par de copas más para obtener el valor suficiente de meterme allí, sin embargo, no lograría negarme. Lucía tan viva, irradiando alegría hasta el límite, era incapaz de oponerme.

Elevó las manos al aire, meneándose sencillamente con el patrón de la melodía. La admiré por los minutos que la canción estuvo presente.
Movía la boca, recitando la letra sin sonido, dedicándome sonrisas juguetonas a cada momento en que el cantante decía algo en doble sentido.
Rompí a reir al concluir.

Si simplemente pudiera conservarla de esta manera siempre, daría cualquier cosa, pagaría cualquier cosa por ello.

-¡Puedes hacerlo mejor, Lou!- exclamó. Tomando mis extremidades superiores, mientras las agitaba de un lado hacia otro como una marioneta.

-¡Ayúdame!- pedí sonriente.

Relamió sus labios, para luego morderse el inferior. De pronto, me pareció que requeriría un gran vaso de agua con mucho hielo para enfriar mi sistema.

Transcurrieron un par de silenciosos segundos, antes de que el Dj escogiera la siguiente rítmica. Esta vez, una mezcla de pop y electrónica fue la encargada de animar a todos nuevamente.

Entrecrucé dedos con mi novia, dispuesto a seguir su modo de danza. Y pese a que hacía mis mejores esfuerzos, ella rompía a reír constantemente ante la torpeza de mis movimientos y notable descoordinación. Me contagiaba la acción todo el tiempo, por lo que seguro lucíamos espectaculares desde afuera.

Reposó su mano en mi hombro, caminando alrededor de mi cuerpo, y regresando a su pose inicial.

-Me estás poniendo demasiado.- musité en su oído.

Cerró sus brazos vigorosamente en torno a mi cuello.

-No lo había notado.- garantizó con suavidad. Ocultando esa sonrisa juguetona que había perdurado toda la noche.

-Pequeña mentirosa.- mi boca se hallaba a escasos centímetros de su piel, permitiéndome apreciar la manera en que esta, reconocía mi proximidad.
La escuché respirar pesadamente. Carente de un diminuto espacio entre nuestras anatomías, poseía la posibilidad de detectar todo lo que le sucedía.