~Capítulo Dieciséis~

368 30 11
                                    

(Maratón 1/3)

Narra Emma

-¡Por fin te encuentro!- exclamó, con una débil sonrisa dibujándose en su rostro.

El aroma alcohol que escapó de su boca, llenó mis fosas nasales.

Definitivamente estaba ebrio y no ligeramente.

-¿Qué haces aquí, Louis?- inquirí, aun sin salir de mi aturdimiento. Esto no era lo que yo esperaba. De un segundo a otro descubrí que quién me acosaba, era mi amigo.

-Y-Yo queria verte.. te extraño m-mucho,Emma.- se aproximó torpemente para rodearme con sus brazos.

En cuanto lo toqué, percibí lo helado que estaba, su chaqueta húmeda y sus manos congeladas. No podía dejarlo ahí.

-Ven acá.- lo tiré de la muñeca, guiándolo edificio adentro.

-¿A dónde vamos?- preguntó riendo.

A mi no me hacía gracia.

-¡Estas borracho! No voy a dejarte ahí.-

Rió despacio.

-Solo un p-poquito, no es para t-tanto.-

Entorné los ojos y lo empujé despacio para ayudarlo a avanzar más rápido.

-Oyeeee, te recuerdo. T-tu me ayudaste a encontrarla.- me apuntó. -Me agradasss-

El hombre que hacía la guardia del lugar día y noche, soltó una carcajada al oirlo.

-Hola,Louis. Qué alegría verte de nuevo.- saludó.

-Dame cinco, amigo.- regresó a él y alzó la mano derecha.

Ambos chocaron palmas y puños mientras yo aguardaba al ascensor.

-Bien, vamos señor, simpatía.-

Nuevamente lo forcé a seguirme, pero al tambalearse se golpeó el hombro contra la pared.

-Oups, se cruzó sólo.- comentó. Mientras se partía de risa ahí mismo.

Intenté resistir, pero no lo conseguí. Sus carcajadas eran muy contagiosas.

-¿Necesitas ayuda?- ofreció Jack.

Negué sonriendo.

-Gracias, solo está algo pasado.- susurré.

-Te oí. Yooo jamás bebo... o casi nunca.- se excusó.

-Ahá, como sea.-

Cuando finalmente las puertas del ascensor se abrieron frente a mi, ayudé al chico a subir dentro y nos dirigimos a la planta en la que se encontraba mi hogar.

-Ya está.- celebré, una vez que lo había sentado en el sillón de la sala.
Suerte para él que la calefacción ya llevaba bastante tiempo encendida.

Cerré la puerta despacio, no quería despertar a Jane. Ella debía descansar.

Me planté frente a él y con los brazos cruzados sobre mi pecho lo observé inexpresiva.

-¡¿Qué pretendías eh?!- murmuré a un volumen medio. -Mírate, pudo haberte sucedido algo.- lo regañé.

Gracias al cielo lo había encontrado o sabe Dios donde habría acabado en ese estado.

-Así al menos, te p-preocuparías por mi.- respondió serio. Se puso de pie, haciendo un gran esfuerzo por mantenerse firme, sin embargo todos sus sentidos estaban claramente deshinibidos por efecto del alcohol.

Moments∞ || Louis Tomlinson  #PBMinds2016 #EMPawardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora