~Capítulo Cincuenta~

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Maratón 2/2

Narra Louis

-Solo Vodka.- pedí, depositando el vaso sobre la superficie de madera artificial.

-En seguida.- el chico ejecutó su trabajo eficientemente.

Regresé a mi posición inicial cuando el líquido transparente, de nuevo colmaba mi boca de su ardiente sabor. Reposé la espalda contra la barra, peinando el local con la mirada, al tiempo que trataba de hallar a Emma.

Había descuidado mi vigilancia hacía ya bastante rato. La última vez, noté que conversaba animada con Emily, por lo que no me alarmé de que algún cabrón la estuviera rondando. En estos lugares estaba repleto de esos.

Fuiste tu quién la dejó sola.

Meneé la cabeza. Ella me cambió primero por Liam. ¿Le estaba tomando celos a Liam? Dios, esta chica me hacía perder la cordura con una facilidad abrumadora.

De cualquier modo parecía feliz con su nueva amiga, no quería interrumpirlas.

¿Dónde diablos se había metido?

-¿Louis, no quieres ir a bailar?- Natalie posó una de sus manos de uñas larguísimas sobre mi pecho.

Arqué una ceja. ¿Intentaba algo? Desde que habíamos comenzado a platicar que distinguía sus gestos coquetos e insinuaciones que aparentaban no buscar nada y desearlo todo.

Yo simplemente quería a mi novia, ahora.

-Vayan ustedes. Debo encontrar a Emma.- me excusé, sin detener mi incansable, mas inútil exploración visual.

-No creo que ella espere a que la encuentres.- me susurró, señalando al espacio destinado para la pista de baile.

Mezclados entres todas las parejas, mi chica se la pasaba de maravilla en los brazos de otro.

Súbitamente todo a mi alrededor se tornó rojo, mis manos se cerraron en puños apretadísimos. Los que rebalsaban el recinto desaparecieron, solo podía identificarlos a ellos.

A él.

Ethan.

Jamás había simpatizado demasiado con él. Sencillamente lo conocía por ser amigo de Christopher, ambos eran polos completamente opuestos. Mientras Christopher solía ser atento y amable sin proponérselo, Ethan era un estúpido de sonrisa brillante y una capacidad de manipulación impresionante.

No habría sido extraño si alguien me hubiese dicho que me salía humo por las orejas, cuando me encaminé directamente a enfrentarlo. En la medida que acortaba distancias y podía apreciarlos mejor, la sangre me palpitaba en las sienes más frenética que nunca.

Le dio una vuelta y sus manos descansaron con descaro en su cintura. La siguiente escena de la que fui testigo, terminó de provocar el estallido de la bomba que ya había sido encendida.

Su boca peligrosamente cerca de su cuello, sus dedos se deslizan por su espalda, un segundo más tarde, Emma lo está apartando a la fuerza, aunque él, parece no tener intenciones de obedecer.

Se lo ganó.

-¡Ethan!- bramé, por encima del alto volumen de la música.

Antes de que fuera capaz de pararme a sopesar mi siguiente acción, ya lo había agarrado de la camiseta y empotrado contra la pared.

-Hey, ¿se te ofrece algo?- me espetó con sarcasmo, sin siquiera inmutarse por mi agresividad.

-Si tienes un poco de cerebro, sabrás que no te conviene acercarte a ella.- lo amenacé. Mis dientes estaban tan apretados, que la mandíbula se me comenzaba a resentir.

Moments∞ || Louis Tomlinson  #PBMinds2016 #EMPawardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora