Moments∞ || Louis Tomlinson #PBMinds2016 #EMPawards

~Capitulo Cinco~

Narra Jane

Seis palabras. Con eso bastó para dejarme a mi y a Kait totalmente aturdidas e impactadas.
Había demasiada información por procesar.
Nada parecía tener sentido y al mismo tiempo, todo encajaba perfectamente.
Ahora comprendía el por qué su odio hacia One Direction.
Sin embargo, aun no entendía por qué lo había ocultado.

¿Acaso no confiaba en nosotras? Éramos como hermanas. Y eso era lo que más dolía.
De un segundo a otro la persona que creía que conocía a la perfección me pareció una completa desconocida.
Quién sabía cuantas cosas más tal vez escondía y que estaba segura que tampoco me lo diría.
De no haber sucedido esto. ¿Nos lo habría confesado alguna vez?
Quería creer que sí porque la quería demasiado.
Aunque no podía evitar sentirme traicionada de una u otra forma, me dañaba pensar que jamás me lo dijo a pesar de todas las veces que se lo pregunté.
Necesitaba tiempo para enfriar mi cabeza y ordenar mis pensamientos.

-Disculpen- dije casi susurrando.
Me puse de pie y salí de su cuarto para ir al mio.
Deseaba estar sola.

Narra Emma

-¿Por qué nunca nos lo dijiste? Nos conocemos hace 7 años- dijo Kaitlyn.

Me mordí el labio.

Sabía que Jane sería la más afectada en todo esto, pero no esperaba que reaccionara asi. Creo que hubiese preferido que me gritara en la cara que era una mala amiga a que se retirara pasivamente como lo hizo.

-Lo siento. Luego de sufrir tanto como yo lo hice, no quieres si quiera pensarlo. A veces el recuerdo mata más que el momento mismo- respondí.
Kait asintió y se quedó pensativa.

-Conocerlas me regresó a la vida y sentí que debía seguir adelante pero sin mirar atrás- agregué, ya que ella continuaba en silencio.

-Ya veo. De alguna forma lo comprendo, pero no es tan sencillo. Debes darnos tiempo, tal vez más a Jane que a mi-

Se levantó y avanzó con parsimonia hasta la puerta. Antes de salir, volteó a verme.
-Siento mucho que hayas pasado por tanto dolor. No creo que lo merecieras-

Sonreí ligeramente.

-Gracias-

Me dirigió una última mirada antes de marcharse.

A pesar de todo, estaba mucho más tranquila. Sentía que me habían quitado un gran peso de encima.

***

Dejé reposar mi cuerpo sobre el helado cemento. Apoyé la espalda contra la pared y rodeé la taza de té con mis manos para calentarlas.
La brisa nocturna acariciaba mi rostro y enfriaba mi nariz.
Me agrada estar ahí. Era un lugar tan pacífico y silencioso.
Lo había descubierto unos meses después de venir a vivir acá y desde entonces, cada vez que requería de mucha tranquilidad me escapaba a aquí. A veces a estudiar, leer o solo pensar como era el caso de ahora.

-Tal vez haya mil cosas que desconozco de ti. Pero hay una que sí sé. Si no estás adentro, estás aquí arriba-

La voz de Jane me tomó por sorpresa.
Giré mi cabeza y la vi de pie a mi izquierda.

-¡Jane! No te oí subir-

Me quedé observándola mientras se acercaba y tomaba asiento a mi lado.

Me tomaba trabajo definir su actitud, pero estaba feliz de que al menos me dirigiera la palabra.

Hubo un largo e incómodo silencio que duró más de lo que me hubiese gustado.
Por un momento solo se oían los autos pasar por las calles, abajo.