~Capítulo Veinte~

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Narra Jane

Quizá había exagerado al escoger esta película, el chico a mi lado, tenía pinta de estar a punto de vomitar sobre las palomitas. Bueno, puede que fuera mi culpa. "El exorcista" no era el filme más hermoso y adorable que existía.

Reí despacio, al verlo estrujando un pequeño cojín entre sus brazos y sus ojos llenos de terror, observando fijamente la televisión.

Apoyé mi mano suavemente sobre su hombro para no espantarlo.

-¿No quieres cambiarla?- susurré.

Se sobresaltó ligeramente y encendió la luza a toda velocidad. Cogió el mando y la puso en pausa.

-Lo lamento. Estaba concentrado. ¿Ya te asustaste?- preguntó, sonriendo con dulzura.

Pues, no era yo exactamente la que estaba a punto de mojar su ropa interior. Pero... podía sacar ventaja de aquello ¿no?

Hice un puchero con los labios y fingí miedo. Asentí de esta forma.

-Aww, ven acá.- me atrajo hacia su pecho y dejé descansar mi cabeza en él. Con mi cuerpo envuelto en sus brazos,
Suspiré feliz. Podía oir los acelerados latidos de su corazón y me pregunté si acaso... ¿eran por mi? Sonaba estúpido si quiera pensar en aquello.

Ilusiones, ilusiones.

Me reprochó mi voz interior.

Bien, daba igual. De cualquier modo, no había mejor sensación en este mundo, que estar cobijada en Niall.

Percibí sus dedos, deslizándose con parsimonia sobre mi cabello. Cerré los ojos para disfrutar el momento aunque solo fuera por un instante. Aunque luego, me diera de bruces contra la pared de la realidad y cayera en la cuenta de que él, estaba rodeado de millones de chicas entre quiénes elegir libremente, siendo que para mí, él siempre sería la única opción posible.
Sin embargo, vivir el sueño de sentirse especial para el chico, valía cada segundo de la perfecta tarde que estábamos pasando juntos. Tarde en la cual, también había descubierto, que simplemente era Niall. Actuaba y hablaba como cualquier muchacho de su edad. Ya no era aquel Niall Horan que tantas veces me pareció inalcanzable.

Vi su mano a solo unos centímetros de la mía y la tentación de tomarla creció con fuerza. La arrastré lo más desapercibidamente posible, por encima del cobertor. La rocé y retrocedí.
La suya persiguió la mía e hizo lo mismo. Nos mantuvimos en silencio, en ese extraño juego de toca y escapa.

Lo oí reir cuando aprisionó mi mano entre la suya, impidiéndome que la soltara. Forcejeé unos segundos, pero cedí rapidamente a su imposición. Tampoco tenía intenciones de quitarla.

¿De qué se trataba todo esto? ¿Era normal sentirse así? ¿Qué pretendía realmente conmigo?

Narra Niall

Casi podía oir mi propio corazón saltando dentro de mi pecho al tenerla así. Su cabello tenía un aroma dulce, era suave y sedoso.

No estaba seguro de cuanto tiempo más resistiría, obedeciendo a mis propios límites, el pretender una amistad. Obviamente no quería presionarla, ni mucho menos que se pensara que no era más que el "capricho de un famoso", cosa que por supuesto, era total y absolutamente absurda. Lo que comenzaba a sentir por ella, no estaba ni a medio milímetro de ser solo un pasatiempo.
Era estremecedor lo que provocaba en mí, a tal punto, que yo mismo me preguntaba si de verdad, era posible enamorarse tan rápida y abruptamente.

A ratos deseaba entrar en su mente o adivinar lo que pensaba. Realmente quería que me considerara como un chico normal y completamente a su altura y en especial, a su merced, porque así me encontraba ante ella.

Moments∞ || Louis Tomlinson  #PBMinds2016 #EMPawardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora