Moments∞ || Louis Tomlinson #PBMinds2016 #EMPawards

~Capítulo Cuarenta y seis~

Narra Louis

-¡Ya basta!- hizo su intento número cincuenta por huir de mis brazos. Sin embargo, lo impedí tal y como llevaba haciéndolo por los pasados quince minutos.

-Solo una más.- pedí, usando mi mejor expresión de cachorrito abandonado bajo la lluvia.

Refunfuñó durante una fracción de segundos, pero finalmente cedió.

-Bien. Pero esta vez, sí será una y ya.- advirtió.

-Lo juro.- afirmé con seguridad.

Se acomodó, rodeando mi torso al tiempo que ubicaba el lente de la cámara con la vista. El temporizador activado, anunción el recuento en reversa.

3,2,1...

El leve sonido que emitía al capturar la imagen, nos alertó de que estaba listo.

-¿Ya ves? La tercera es la vencida.-

Enarcó una ceja.

-La vigésima, querrás decir.- se burló.

Solté una carcajada.

-Obtener la fotografía perfecta, toma tiempo.- me defendí.

-¿Existe tal cosa?-

Arrugué la nariz.

-Si ambos estamos en ella, entonces lo es.-

Sonrió, depositando en mis labios un corto beso.

Volvimos a la habitación que habíamos compartido a lo largo de esos días, los más maravillosos que recordaba de mi existencia.
La magia que se resguardaba en este lugar, ligada a la que la chica desprendía por su propio ser, le proporcionaban vida a los momentos en que llevábamos cada sentimiento al límite o incluso lo sobrepasábamos.

La observé, echarse al hombro el bolso y reunir sus últimas pertenencias carentes de sitio fijo. ¿Cómo sería mantener nuestra relación en el mundo real? No me preocupaba demasiado, pues estaba convencido de que éramos mucho más fuertes que cualquier amenaza externa, no obstante, jamás nos habíamos probado en una rutina normal, yendo y viniendo, distanciados por meses.

-Lou, tú teléfono. Alguien llama.- el timbre que emanaba del aparato, acompañado de la dulce voz de mi novia, me obligaron a reaccionar.

-Hola, Liam.- atendí, al reconocer su nombre en pantalla.

-¿Qué tal? ¿Ya vienen para acá?- inquirió de muy buen ánimo.

-Estamos por partir. ¿Qué hay?- comencé a caminar fuera del cuarto de forma simultánea.

-Genial. Pues, Preston habló conmigo, quieren que nos reunamos por la tarde para un último ensayo.-

Gruñí fastidiado.

-¿Por qué hoy?- me quejé.

-Ni idea. yo solo recibí esas instrucciones.-

Se hizo notorio que a él tampoco le causaba gracia, pasar toda la tarde de un sábado, encerrado en un salón, practicando lo que ya habíamos hecho hasta el aburrimiento.

-Okey. ¿Niall ya está ahí?- dudé.

-No todavía. Hace una hora dijo que salía de Doncaster.- respondió.

Descendí los escalones despacio, puesto que no estaba del todo concentrado en mirar mi camino.

-Bien. Nos vemos en un rato.-

-Hecho. Ve con cuidado.-

-Gracias. Lo haré.- concluí la conversación, oprimiendo la zona coloreada de rojo.