Capitulo 20

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Daniel. Bésame, por favor. – Pedí o más bien rogué.

Sonrió.

¿Quieres que te bese? – Preguntó frotándose la barbilla.

Mágicamente estaba sin camisa por lo que podía ver todos sus abdominales, su V y sus bíceps…

Por Dios sus bíceps.

Asentí.

Se acercó lentamente hacía mí, atrapó con su mano derecha mis muñecas para dejarlas sobre mi cabeza, como a lo Christian Grey, y con su otra mano sujetó mi barbilla.

Cerré los ojos y espere sus labios sobre los míos, pero en lugar de sentir unos labios suaves, sentí una mano aspera sobre mi boca.

Abrí los ojos y fruncí el ceño.

Despierta. – Susurró.

¿Qué? – Pregunté apenas entendible gracias a su mano.

Despierta Lola. – Susurró otra vez.

Sentí una sacudida en todo mi cuerpo.

Emití un gruñido, mesclado con un gemido de una foca dando a luz.

No. Daniel. – Murmuré. – No hables, solo bésame. –

Con gusto. –

De golpe se me fue todo el sueño.

Me senté como un resorte sobre la cama.

Alguien dígame que no dije eso en voz alta.

Daniel estaba sentado enfrente de mí cruzado de brazos con una sonrisa arrogante.

Daniel. – Dije nerviosa.

Mierda.

¿Cómo pude ser tan estúpida?

Es que tú ya naciste estúpida.

Así que… ¿Querías que te besara? – Su sonrisa se hizo más grande mostrando todos sus perfectos y blancos dientes.

Maldita sea.

N-No…yo… – ¿por qué siempre tengo que tartamudear como una idiota? –… ¿Qué carajos haces aquí? –

Venía a decirte tú castigo por espiar pero veo que tienes un lindo sueño, por lo que te lo diré mañana. – Se levantó de la cama y caminó hacia la puerta. – Lamento interrumpir cuando estábamos a punto de besarnos. –

Me levanté de la cama de un salto.

Claro que no estaba soñando contigo. – Me crucé de brazos nerviosa.

¿Oh enserio? – Preguntó irónico. – “No Daniel. No hables, solo bésame” – Imitó mi voz.

Yo no hablo así. – Dije. – Capaz que tienes alucinaciones. Y tal vez haya dicho otro nombre.–

¿Alucinaciones? – Asentí. – Bien. Suponiendo eso… ¿Quién sería el otro chico? – Me miró burlón.

Ah…Chris. – Dije el primero que se me vino a la cabeza.

Cambió su mirada burlona a frunciendo el ceño mirando el suelo.

Bingo.

¿Chris…eh? – Asentí. Levantó la mirada y caminó hacia mí hasta tenerlo a un centímetro haciendo que mis manos volaran hacia su torso y estar pegada a la pared.

Atreves de la camiseta pude sentir cuadraditos.

Santo cacahuate.

¿Q-Que haces? – Le pregunté. – Aléjate. – Hice presión para que retrocediera pero solo logré hundir más mis manos entre sus cuadraditos.

Santo Dios.

No. – Murmuró.

Fruncí el ceño.

¿Por qué no? – Hice más presión.

Por qué… – Se detuvo un momento. – Tú solo podrás ser mía. –

¿Qué? – Pregunté atónita. – ¿Qué demonios signi…? – Antes de que terminara la frase estampó sus labios sobre los míos.

Abrí los ojos mientras él tenía los labios sobre los míos aún quietos. Colocó sus manos sobre mis caderas.

Oh Dios.

DIOS SANTO.

¡No te quedes así! Mueve los labios niña. ¡¡BESALO!!

Me relaje un poco entonces empezó a mover los labios.

No sabía que carajos hacer, por lo que empecé a mover los labios como él.

Era algo raro.

No parecía como en los libros, diciendo que cabían perfectamente, sino es que es algo raro.

Era un mescla entre saliva.

¿Cómo la gente hace para besarse así?

No lo entiendo.

Pero lo que si entiendo.

ES QUE SE SIENTE ENDEMONIADAMENTE PERFECTO.

Tengo los fuegos artificiales dentro del estómago como dicen todas.

Sus labios son tan suaves como los soñé.

Así que lo admites ¿eh?

De pronto siento una opresión en el pecho.

¿Qué demonios es eso?

Aire estúpida. Necesitas aire.

Lentamente empezó a alejarse respirando entrecortadamente por falta de aire.

No.

Yo quería más.

Son tan suaves.

Miró el suelo.

No. – Susurró. – Esto está mal. – Fruncí el ceño mientras veía como soltaba mis caderas para retroceder.

Levantó la mirada para encontrar en mis ojos confusión.

¿Qué está mal? –

Yo…Tú no lo entiendes. – Retrocedió un poco más hasta llegar a la puerta.

Di un paso adelante.

Levantó la mano deteniéndome.

No. Quédate ahí. – Suspiro y se pasó una mano por el cabello desordenándolo un poco. – Lo siento. – Dijo antes de abrir la puerta y salir por ella.

¿Qué carajos?

¿Me besaba así y luego se iba? 

¿Así iba a hacer siempre?

¿Pero qué demonios le pasa por la cabeza?

¿Esto era su castigo?

Porqué vaya que si dolió un poco.

Suspire mientras descendía por la pared hasta caer al suelo y recostar mi cabeza contra la pared.

Dios mío.

Hola! 

¡Al fin el beso de Lola y Daniel! 

Casí todo el capitulo se basa en el beso ;-;

Es que quería hacer un capitulo sobre eso y pos aquí esta.

Espero que les haya gustado.

Sí alguna/o quiere que le dedique un capitulo dejenlo en los comentarios :)

No se olviden de votar y comentar tambien que les pareció.

L@s quiero :3

Adiós c: 

Los hijos de la Mafia (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora