Capitulo 36

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Cuando el auto se detuvo, todos empezaron a bajarse.

Bajen. — Nos ordenó un hombre.

Negué.

Vamos Lola. — Murmuró Connor. — Baja del auto. Tienen un arma, por el amor de Dios. —

Suspire.

Me aleje de él y baje del auto mientras Connor bajaba por el otro lado.

Marcus caminó hacia mí y me tomó de los brazos.

Empezamos a caminar.

Mire a los costados, por si podía pedir ayuda, pero las casas que allí había parecían abandonadas.

Mi única esperanza se fue por el caño.

Lo único bonito de todo esto es el enorme castillo que había a unos metros de mí.

Vaya.

Si la casa de Daniel era grande, está es enorme.

Que malpensada que fui justo en este momento.

Ugh.

Que mente pervertida que tengo.

Daniel estaba en frente de mí caminando con las manos en su chaqueta.

Lo único que podía verle era la espalda...

Y su trasero.

Ladeo la cabeza.

Se ve tan redondito y tan...

¡Lola! — Me reprende Connor que estaba a mi lado siendo llevado por el chofer.

¿Qué? — Pregunto nerviosa.

Tiene la cara colorada cuando señala con la vista el trasero de Daniel.

¿Cuál es el problema? — Pregunté. — No hay que negarse a los placeres de la vida. —

Yo te voy a dar placer. — Dice Marcus sensualmente en mi oído.

¡Puerco! — Grito asqueada. — ¡Suéltame! — Empiezo a zarandearme otra vez como gusano.

Joder.

¡Ya sé!

Empecé a pisarle el pie, tratando de no caerme, ya que seguíamos caminando, como en las películas.

Pero él ni siquiera se quejó.

Oh Dios.

El tipo es de acero o ¿Qué?

Siguió empujándome hasta que quedamos frente a la puerta.

Charles abrió la puerta con una llave y luego pulsó unos botones en un cuadradito justo cerca de la puerta por dentro.

Nos empujaron y luego todos pasaron.

Escuché como alguien cerraba la puerta.

Lo siento, princesa. —

Antes de que pudiera preguntarle, algo filoso se clavó en la piel de mi brazo sumiendome en la oscuridad.

(...)

Un grito espeluznante hizo que recobrara la conciencia.

¿Qué fue eso?

Sentí una punzada en la parte trasera de mi cabeza haciendo que haga una pequeña mueca de dolor.

Mierda.

Sentía los ojos tan pesados, que dudaba que pudiera abrirlos. Hice un esfuerzo sobrehumano y los pude abrir lentamente.

No veía nada, haciendo que mi corazón empezara a latir con fuerza.

Oh por Dios.

¡Me quedé ciega! — Grite con voz rasposa.

Siempre he tenido la duda de que si se puede llorar cuando quedas ciega.

Pero mi respuesta se contestó sola cuando lagrimas empezaron a salir de mis...ojos...creo.

No te has quedado...ciega. — Responde una voz un tanto graciosa y muy familiar cerca de mí.

Se me pusieron todos los pelos de punta.

¿Quién eres? — Pregunté mientras movía la cabeza de un lado a otro.

¿No me reconoces? —

Esperen...

¿Daniel? — Pregunté. — ¿¡Que haces aquí?! ¡Eres un hijo de puta! — Le grité furiosa. — ¡No te quiero ver nunca más! —

No. No. Tranquila. — Sentí unas manos sobre mis hombros y empecé a sacudirme para que no me tocara. — No te haré daño. —

¡Ya me lo hiciste! — Sentí el agua salada en mi boca. — ¡Emocionalmente! —

Lo siento. — Sentí el arrepentimiento en su voz, pero no iba a caer dos veces.

¡Dijiste que todo era un plan! ¡No soy tan tonta como para caer dos veces en lo mismo! — Me quedé callada un minuto. — Bueno...tal vez un poco... ¡Pero ese no es el punto! —

Sentí su risa.

Todo fue un plan. —

¡No tienes que repetirlo dos veces! — Dije dolida.

No. No entiendes...—

¡Claro que lo entiendo! — Grite interrumpiéndolo. — ¡Nos engañaste! ¡Listo! ¿¡Estas feliz!? —

No grites Lola. Cálmate. —

¡No digas que me calme! — Grité histérica. — ¡Nunca le digas a una chica que se calme! ¡Eso aumentará sus nervios! ¡Como ahora! — Me sentía tan estúpida gritarle cuando no podía ver nada. — ¿¡Y porque demonios no veo nada?! —

Tienes una venda. Y por favor... — Antes de que pudiera terminar de hablar se escuchó como se abría una puerta.

¿Qué es eso? — Pregunté.

Veo que ya despertó. —

Holaa :D 

Espero que les gusten los capitulos.

Me gusta que comenten y voten, muchas gracias :)

Pregunta: ¿Quien creen que dijo la ultima frase? 

Hasta pronto! 

Los hijos de la Mafia (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora