Capitulo 41

5.4K 415 21
                                    

Nunca lo había visto así.

Tenía una expresión seria, pero se le resaltaba una vena del cuello.

Marcus calló de rodillas y después se desplomó. El arma salió disparada hacia a la derecha mientras la camisa blanca que tenía Marcus se teñía de rojo.

¿Él...murió? — Pregunté estúpidamente.

Connor giró su cabeza y me miró.

¡¿Eres idiota?! — Estalló. Okey eso no me lo esperaba. — ¡Casi te mata! ¡Si no hubiera llegado a tiempo...! ¡Tú...! — Se le cristalizaron los ojos y me abrazó otra vez. — Mierda. Nunca hagas eso. ¿De acuerdo? — Asentí.

Lindo momento. — Dijo. — Pero me estoy muriendo. — Nos separamos rápidamente y nos acercamos a Daniel.

Lo siento. — Sonreí inocentemente, mientras me agachaba. — ¿Qué te pasó? —

Solo me disparó en la cintura. No es nada. — Respondió tranquilamente.

Y ese fue el momento en que yo estallé.

¡¿NO ES NADA?! — Me levanté. — ¡TE DISPARARON CON UNA PUTA ARMA! ¡ESO ES ALGO! — Me llevé una mano a la cabeza. Joder. Estoy muy bipolar, seguramente me va a venir. Suspire. — Tranquila. — Unos minutos después de que pensaba que Daniel dejaría este mundo entraron los enfermeros. — Aleluya. — Rodé los ojos.

¿Ves Lola? — Dijo Daniel mientras lo subían a una camilla. — No voy a... — Antes de que pudiera terminar la frase, sus ojos se fueron cerrando hasta que quedaron completamente cerrados.

Me quedé dura como una estatua.

Sin respiración.

No.

Me llevé una mano a la boca.

No te preocupes. — Dijo la enfermera. — Solo se desmayó por la pérdida de sangre. —

Entonces sentí como volvía a respirar.

Mierda, casi yo muero de un infarto.

Vi como transportaban a Daniel sobre una camioneta y a Charles en otra. El oficial me dijo que ya reconoció a Charles, era el hombre más buscado. Lo van a curar para después llevarlo a prisión. Le darían cuarenta y ocho años de cadena perpetua, por toda la gente que asesinó y por todo el dinero que robó. 

Bien.

Sí iba a estar pudriéndose en esa celda, no me preocupaba ni me importaba.

Debía pagar por todo lo que hizo.

Al final el malo siempre sale perdiendo.

Connor pasó un brazo por mis hombros, mientras empezábamos a caminar hacia la salida.

¿Esto es todo? — Pregunté. Lo sentí suspirar.

Yo creo que sí. — Lo miré. Estaba sonriendo. — Creo que estaremos en paz por un tiempo. — Sonreí.

Tal vez tenía razón.

(...)

Después de que subiéramos al Jeep de Daniel, conduje hasta su casa. Abrimos la puerta de entrada y la dejé abierta para que Connor entrara.

Escuché cerrar la puerta mientras me sacaba las zapatillas y me desplomaba en el sofá de la sala. Connor se sentó en el sofá de enfrente.

Suspire y cerré los ojos.

Que tranquilidad.

¿Sabes qué día es hoy? — Preguntó de repente.

Lo pensé.

No... ¿Qué día es? — Escuché su risa.

Cinco de marzo. — Abrí los ojos y me senté en el sofá lentamente. — Feliz cumpleaños hermanita. —

Reí. — Feliz cumpleaños para ti también hermanito. — Ambos estiramos los brazos a la vez. Hice puchero. — No, levántate tú. —

Levántate tú. Yo estoy cansado. —

Yo también. — Dije a la defensiva. Parecíamos un par de idiotas con los brazos todavía estirados en el aire.

Vamos hazlo por mí. — Hizo puchero. — Hoy es mi cumpleaños. —

También el mío, idiota. —

¿Y porque no te levantas, por favor? —

¿Recuerdas cuando me dijiste que tenía el trasero gordo? — Asintió. — Pues, mi trasero es tan gordo que no se puede levantar. — Sonreí.

¿Así? Pues mi trasero es tan gordo que parece que tiene dos pesas, porque no me puedo levantar. — Reí.

Pues mi trasero es tan gordo como el de Nicky Minaj, así que lo siento pero me pesa mucho. —

Pues mi trasero es tan gordo que...que... — Apretó los labios. — Ya no puedo más. — Soltó una carcajada y luego después siguieron otras. Reí junto con él. — Bien. Por esta vez ganas. — Se levantó perezoso, se acercó, se sentó junto a mí y me abrazó.

Pareces un osito cariñosito. Últimamente estas dando muchos abrazos. —

Sabía que no tendríamos un momento lindo, sin que digas alguna estupidez. —

Lo siento no pude retenerme. — Solté una risita. Me apretó. — No sé si sabes Connor, pero te lo digo por si no recuerdas, no soy un osito de felpa. Yo sí me quedo sin aire. —

Lo siento. — Relajó su agarre. Nos quedamos varios minutos en silencio, abrazados. — Te quiero Lola. —

Yo también. — Cerré los ojos y sonreí. 

Holass :D

Espero que les gusten los capitulos. Sinceramente me está encantando Connor.

Es tan asdsdkdk *-*

Yo quiero un hermano así.

Me gustaría que comenten que les parecen los capitulos, está ya casi cerca del final.

Pregunta: ¿Quieren segunda temporada?

Ya tengo la idea en mente, lo que me falta es si usteden quieren.

Adiós :D

Los hijos de la Mafia (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora