Capitulo especial.

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Hola :D

En este capitulo contare la historia de Charles, como para hacerse una idea de como era él antes de que todo pasara, creo que más adelante entenderán. Bueno, espero que les guste. Al principio cuenta la historia de Charles con 17 años, después como va el paso de los años.

Sin más, espero que les guste :)



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La música resonaba por todo el club, mientras bebía todo el contenido del vaso. Se apoyó en la pared, tratando de mantener el equilibrio y no caerse. Miró a su alrededor con ojos desorbitados y con una sonrisa boba en los labios, observando la cantidad de chicas bailando sensualmente. Se acercó tambaleante a una morena que estaba sentada en la barra bebiendo algún líquido de colores.

Hola preciosa. – Murmuró coquetamente en el oído de la morena. Ésta se giró a verlo, al principio sorprendida, pero después su expresión se volvió coqueta.

Hola guapo. – Él colocó sus manos en la pequeña cintura y ella rodeó su cuello con sus brazos.

¿Estás sola? – Preguntó acercándose más a ella.

Sí. ¿Y tú...? – Ella se mordió el labio y le dio un repaso de arriba abajo.

Sí. – Se abalanzó hacia ella y la besó ferozmente. Ambos se separaron cuando se empezaron a quedar sin aire.

Vamos a mi casa ¿sí? Mis padres no están. – Propuso ella.

De acuerdo. – Se bajó de un salto del taburete y se acomodó el vestido. Le tomo de la mano y lo condujo hasta su auto.

En realidad no tendría que conducir borracho, pero da igual.

Cuando llegaron a la casa de la morena, ambos entraron entre risas, dejando la ropa en el camino hasta la habitación de ella.

Oye... – Preguntó la morena. – ¿Puedes decirme tú nombre? – Él se lo pensó un minuto con la poca cordura que le quedaba. Había algo que no le permitía decirle su nombre, pero de todas formas lo hizo.

Soy Charles. –

(...)

El sonido del golpe se escuchó por toda la habitación. Giró la cabeza hacía la derecha, cerrando los ojos con fuerza.

¿¡Qué te he dicho sobre salir?! – Gritó su padre alterado, mientras se le resaltaba la vena del cuello, de lo enfadado que estaba. Charles apretó los puños, sin hacer nada, sintiendo como le ardía la mejilla. – ¡No puedes hacerlo! ¡Te lo he dicho mil veces! ¿¡Que es lo que no entiendes?! – Otra abofeteada. – ¡Debes seguir las reglas y ordenes! ¡Sí yo te digo que no salgas, no sales! ¡En vez de andar con zorras, mejor deberías ir pensando en cómo robar el Banco asignado o asesinar a la persona asignada! Tal vez, te pongamos compañeros nuevos, se nota que eres una mierda en esto. – Se aleja de él, decepcionado.

Sigue apretando los puños sin decir nada, mientras algunas lágrimas caen de sus ojos sin querer. Su mejor amigo, se acerca a él lentamente, pensando que en algún momento, pueda explotar y descargar su furia sobre él. Probablemente pase eso, pero de todas maneras se acercó.

Hey... ¿Estás bien? – Preguntó quedando de pie a su lado, mientras colocaba una mano sobre su hombro. – Pero que pregunta más inútil... ¿Quieres que valla por hielo? Tú mejilla no sé ve muy bien. – Reaccionando un poco, se secó a penas las lágrimas y observó a su mejor amigo, Frank, con una sonrisa ladeada.

Los hijos de la Mafia (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora