Aun recuerdo ese día como si fuera ayer. Venía dispuesto a arruinar ese contrato que me obligaba a contraer matrimonio con un hombre que ni siquiera conocía. A pesar de estar furioso también estaba nervioso y ansioso, no sabía la razón pero lo único que sabía era que no me detendría hasta lograr mi objetivo. Pero cuando el amigo de mis padres me invita a ingresar no podía negarme, así que di un gran suspiro y me adentre al lugar.
- Gulf, pasa.- Me dijo con insistencia.- Déjame presentarte a Mew, mi hijo. Mew, saluda a tu prometido.- Fueron sus palabras cuando lo vi sentado, bueno en realidad había 3 jóvenes allí pero mi mirada fue rápidamente al que no prestaba atención, distraído con su teléfono. Supe que se trataba de él ya que el hombre lo volvió a llamar pero esta vez con una voz más severa.
- Mew! deja ese teléfono! Discúlpenlo.- Dijo para que este dejara su móvil a un lado suyo para guiar su mirada hacia mi. Todos quedaron en silencio, él se pone de pie de inmediato caminado a pasos agigantados quedando frente a mis ojos, su mirada me desarmó en segundo haciendo que olvidara mi misión, un brillo inigualable tanto que parecía que podía verme en ellos.
No dijo nada, pero sus labios temblaban. No podía asegurar si saldría groserías de ellos o se pondría a llorar, yo tampoco podía decir nada, pero el silencio prolongado en el lugar hacía que mis nervios fueran por los cielos.
- Amor, eres tu...- Se oyó su voz quebrándose, no entendía que estaba sucediendo. Pero sus palabras y su voz lograron penetrar mi pecho haciendo que mi corazón rebozara de una alegría que no podía explicarlo. No sabía que responder, mis ojos pasaban rápidamente de sus ojos a sus labios y viceversa. Sus manos se apoderan de mi rostro haciendo que sus labios tocaran los míos.
Mis ojos se abrieron en gran manera, mis manos estaban a mis costados sin fuerzas para reaccionar de alguna manera. Pero sus suaves labios llenaron de calidez a los mío que me rendí de inmediato, cerrando mis ojos dejé que me besara hasta el momento que decidió que era suficiente.
Cuando nos apartamos todos, incluyendo mis padres estaban en silencio pero con la boca abierta. Primera vez en mi vida no tenía idea de que hacer. Sus ojos seguían viéndome transmitiéndome tantos sentimientos que me abrumaba.
- Qué crees que estás haciendo?.- Fue lo que pude decir, era obvio que no me lanzaría a sus brazos, era la primera vez que lo veía, que estemos comprometidos no era razón para aceptarlo y fingir que tenía la misma emoción que él.
- Amor, soy yo... tu Ne sarang...
- Qué?! estás loco!
- Hmmm creo que Mew lo estás asustando.- Dice el más alto de sus amigos intentando apartarlo. Mis padres me habían dicho que ellos solo hablan tailandés, cómo es que él me dijo que es mi amor en coreano!?
- No! por favor!... debes recordarme!.- Sus ojos se veían suplicantes y algunas lágrimas comenzaban a asomarse haciendo que en verdad me asustara, que le estaba sucediendo? Por qué actuaba como si me conociera de toda la vida, y peor me veían con... con amor?
Sus lágrimas caían sobre sus mejillas y mi corazón estaba por estallar, cómo no podía soportar verlo de esa manera?. Su padre lo toma junto con el chico para apartarlo pero él luchaba con ellos.
- Mew, ya cálmate... qué es lo que te sucede?! - Gritaba Let intentando alejarlo.
- No amor! por favor! no puedes olvidarme! Gulf!.- Gritaba mientras lo alejaban.
Sentía mi pecho arder al igual que mis ojos, esto era claramente nada de lo que hubiera imaginado que pasaría. Pero mis pies se apresuraron sin que los ordenara para llegar a ellos haciendo que lo soltaran, estaba sufriendo y de alguna manera eso repercutía en mi. Lo tomé del rostro suavemente haciendo que mis labios sellaran los suyos. No sabía por qué lo estaba haciendo pero parecía calmarlo de la misma manera que a mi. Sus manos rodean mi cintura aferrándose a mi cuerpo, y sentía como lo disfrutaba.
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Contrato
FanfictionMew Suppasit hijo de uno de los hombres más poderosos del país, es obligado a casarse por contrato con hijo de un socio de su padre a quién nunca había visto... Gulf Kanawut es hijo único, que ha crecido en Corea junto con sus padres, al cumplir 24...