Parte 44

5.3K 718 114
                                    

Despertar de un sobresalto era algo que hace tiempo no le sucedía, pero no encontrar a Gulf a su lado, un temor se apoderó de su corazón haciendo que bajara de la cama rápidamente para ir a al baño pero tampoco se encontraba allí.

- Gulf no está? - Pregunta con la respiración agitada, agilizando sus pasos va al placard a ver si sus pertenencias se encontraban. - Todo está aquí... fue todo un sueño, debo superarlo. - Susurraba suspirando aliviado. 

Comenzando a caminar va a ver la habitación de alado para ver si se encontraba allí pero tampoco había señales de él. Se dirige hacia la habitación de Alessa ya que esta tampoco se encontraba en la cuna que habían llevado a su habitación. Abriendo la puerta lentamente podía ver a ambos. Gulf cargaba a Alessa en sus brazos susurrándole algunas palabras que podía oírlas.

- Mi princesa, no sabes cuanto he imaginado este momento, de tenerte en mis brazos, ver tus ojitos, tocar tus manitas. Recuerdas que te había dicho que te contaría nuestra historia con tu papi, pues al principio fue la peor noticia que me habían dado mis padres en Corea, algún día iremos para que conozcas ese hermoso país. Cuando tenía que venir a conocerlo, me enfurecí tanto que dije que tu papi debe ser un hombre con gafas y horrible, pero cuando lo vi... - Gulf suspira profundo con una sonrisa viendo los ojitos que lo veían con tanta atención. - Mi corazón dio un salto, nunca había visto a alguien tan guapo, muy hermoso. Sus ojos se abrieron en gran manera al verme, creí que me había quedado sordo ya que un silencio me rodeo en ese momento, tal vez el día que conozcas a la persona que amaras me entenderás. Pero, las cosas con tu papi no fue tan buena desde que cruzamos palabras. Peleábamos todos los días, parecía que en cualquier momento nos tomaríamos a golpes. Pero siendo sincero, no se lo digas a papi... pero desde que lo vi por primera vez solo quería estar en sus brazos, y que nos besáramos. Pero mientras yo creía que él me odiaba también le hacía creer lo mismo. Princesa, muchas cosas pasamos que iras entendiendo mientras vayas creciendo. Pero sabes, creí que mi vida estaba maldita, cuando mis padres me contaron de mi condición, de que podía traer vida desde mi vientre, pensaba que mi mundo se acababa y luego lo del matrimonio arreglado, creía que todo estaba perdido para mi. Pero... tenerte aquí en mis brazos fue la mejor decisión que haya tomado, perdóname... por si quiera pensar en un momento de no traerte a mi mundo, pero sabes... papi tenía mucho miedo en ese entonces, amaba a tu papi Mew, pero no quería que fuera así las cosas, pero me alegré tanto cuando tu papi me confesó que me amaba, desde ese entonces sabía que estaba en el lugar donde quería, con las personas a quienes amaría más que a mi propia vida. Se que tu papi y yo estamos... divorciados, pero mira... estamos todos juntos, empezando de nuevo. Ahora lucharemos entre los tres para mantenernos unidos, gracias por venir a mi vida haciendo que todo cambiara para algo mejor. No seas muy exigente,  papi no tiene experiencia en pañales. - Sonríe Gulf meciéndola en sus brazos.

- Tampoco yo... - Dice Mew acercándose con una sonrisa y los ojos húmedos. - pero aprenderé a ser un buen padre y un buen compañero para ti amor...

- Mew... no te oí... 

- Crees que las cosas hubieran sido diferentes si yo... no era grosero aquel día?  

- No lo sé, pero soy feliz con lo que sucede ahora mismo...

- Gulf, gracias...

- Por qué?

- Por no irte, por perdonarme y por nuestra hermosa hija... es fabuloso que podamos tenerla.

- En ese caso tu también debes perdonarme por ser un dolor de cabeza, se que no me he portado muy bien contigo, pero ambos pensábamos que la otra persona no sentiría nada por el otro.

- Bueno, tú eras muy rudo... recuerdo que el primer día mostraste mucha piel... sentía que mi pecho ardía al oír a Mild como te alababa al igual que Thanat. - Gulf sonríe sonrojándose.

ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora