Pov' Stella
Está bien, mañana mismo nos casamos. — Acepte — Al menos espero que esto termine rápido.
Detesto que me presionen en decisiones grandes, pero es la única forma de salir de este espacio cerrado.
Sonrió— Te aseguro que será lo más pronto posible.
Si, si tú y tus órdenes. Pensé.
—No crees que casarnos mañana es muy pronto. — indagó. — ¿No hace falta ningún trámite previo?
— Con los contactos que yo tengo, no.
— ¿Dónde tendrá lugar la boda?
— Nos casaremos por lo civil. El juez es de toda confianza y muy discreto.
Humedecí mis labios. Nuestro matrimonio sería oficialmente legal. ¡Dios donde me has metido!
— ¿Qué decides, Stella?
—Acepto.
Asintió.
—Vale, pues vamos, ¿Qué esperas?
— ¿A qué te refieres?
— ¡A la puerta! ¡Ábrela de una vez!
Se puso de pie e incliné la cabeza para mirarme. — Lo siento, Stella, pero no tengo ni idea de cómo se abre.
— ¡¿QUÉ?!
— Lo que has oído. ¿De veras te creíste lo del manguito del cierre hidráulico? Qué esto no es un autobús...
— Pero tú dijiste... — balbuceó con incredulidad.
— Te mentí.
— Cada día me caes peor.
— No vine a este mundo a caerle bien a todos. — contesto con ironía.
—Gilipollas. —murmuré sin girarme hacia él, y si me oyó o no, no lo sé, pero le saqué el dedo corazón mientras me sentaba en la esquina del ascensor.
Puso los ojos en blanco. Y se sentó en el suelo a mi lado. Miró su reloj y sacó el teléfono móvil. Le vi teclear. Un segundo después llegó su mensaje: «una disculpa, iremos a arreglarlo en seguida»
Cinco minutos después, las puertas del ascensor se abrieron y apareció un grupo de hombres: dos bomberos, un asistente sanitario y el director del hotel. —Jefe... —dijo el director del hotel, tendiéndole una mano.
—Un momento —replico. —¿Jefe? —repetí,— me sentía confundida y él no me daba ninguna explicación. — ¿Por qué no me dijiste que eres el dueño de todo esto?
Me mira con su típica cara de mala leche y siento que el aire se puede cortar con una navaja. —¿Para qué? —respondió él.
—Jefe, un médico le esta esperando para hacerle un chequeo —dijo el director del hotel, mientras él salía del ascensor.
—No es un médico lo que necesito en este momento, sino un baño, necesito descansar. — Salió del ascensor y se detuvo dándome la espalda y mirando por encima de sus hombros hablo: — Ayuden a la señorita a regresar su maleta a su habitación. — ordenó.
Agache la cabeza y mire mi maleta. Maldición, quería irme, pero al parecer el universo no está a mi favor, menuda sorpresa. Mi escape fue un fracasó.
Pov' Anthony
Estaba perdiendo la cabeza. Tenía que hablar con alguien. Sólo pensé que la decisión que estaba a punto de tomar era una gran sentencia para mí. Decidido le hago una llamada a Fred.
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Forced marriage. (+18)
Teen FictionAnthony Prince, un joven millonario que a sus 26 años, no cree en sentimientos, ni en compromisos. La palabra matrimonio y familia, son conceptos que ni siquiera existen en su mundo. A él solo le importa divertirse con las mujeres, solo sexo... 1-07...