Pov’ Stella
Que fastidioso es trabajar en un lugar dónde a tu jefe no lo aguantas y aún así sigues sus órdenes estúpidas.
—¿Traes el documento?—me preguntó Noah. Sacándome de mi trance.
—Aquí lo tienes. —dije, entregándolo, algo arrugado.
Elevó una ceja curiosamente. —Te van a despedir si este documento llega a manos de Prince.
—No me importa. Pero eso es lo que quiero en este momento.
—Tu eres una de esas personas que el mismo diablo le tiene miedo, creo que debo tenerte miedo. —Noah se empezó a reír. —Pensé que no lo conseguirias.
—Ah, ¿no?
—Creo que es la peor presentación de documentos que he visto en mi vida.
—Me encanta arriesgarme. —Elevé los hombros, excusándome ante Noah. —Menos esos documentos. —dije señalando la pila de expedientes que tenía por liberar.
Sonreí.
Noah me entregó todo el expediente sellado. —Hasta el año que viene —le digo. —Sabiendo que era allí donde tenía que acreditar que habían hecho todo lo que decían los papeles que acaba de sellar.
Tras ver que contenía la risa, me sacó el dedo corazón. —No ha tenido gracia.—dijo muy despacio.
—¡Que pena! —dije y salí de la oficina lo más pronto posible no quería iniciar la guerra.
Al salir me encontré de sorpresa a Cameron.
— Cameron. ¿Qué haces aquí?
— Cállate, no quiero que nadie se entere que estoy aquí. ―dijo gesticulando con la boca, con la esperanza de que nadie más la vea.
Me encojo de hombros y miro alrededor. —No hay nadie más aquí. ¿Qué pasa?
Me acerqué lentamente, confundida, y ella tiró de mi muñeca para adentrarme al lugar. Me guío hasta mi oficina y antes de cerrar la puerta dijo: —Si Fred me ve aquí, estaré muerta en vida.
Rodeé los ojos, —¿Ahora qué hiciste?
— Quiero que revises la agenda de Anthony y te cerciores si él irá a la junta de Morgan Stanley.
Tomé la agenda y empecé a buscar. Me detuve en cuanto leí. “Confirmación de asistencia pendiente.” —Me temo que no irá.
Camarón se llevó la mano al pecho y soltó el aire que tenía en sus pulmones. La analicé por unos instantes y hablé:—pero en su representación irá Fred Malik.
Ella abrió los ojos. —No puede ser. —susurró. Estaba espantada.
— ¿Qué hay de malo con eso?
— Fred piensa que soy una de las ejecutiva de Morgan.
—¿Qué mentira le has dicho? Sabes que con eso no se puede jugar tan fácil.
— Lo sé, el día que le dije eso no se en que andaba pensando. Pero es que cuando lo ví, vi al chico más cautivador y sexy que mis ojos hayan visto.
— Entonces él no sabe que tú trabajas en un bar nocturno y que en las mañana llegas hacer limpieza en las casa.
Negó con la cabeza.
—Tampoco sabe que empecé a trabajar como limpieza en la empresa de Morgan.
Cameron se puso una mano sobre los labios y empezó a morderse las uñas, nerviosa, y reprimí el impulso de apartarle la mano de la boca de un manotazo.
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Forced marriage. (+18)
Teen FictionAnthony Prince, un joven millonario que a sus 26 años, no cree en sentimientos, ni en compromisos. La palabra matrimonio y familia, son conceptos que ni siquiera existen en su mundo. A él solo le importa divertirse con las mujeres, solo sexo... 1-07...