Capítulo 23

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Pov' Anthony

—Es un placer hacer tratos contigo, si todo sale bien celebraremos este proyecto.

—Eso suena excelente. — estreché la mano de Thompson.

Sonrió.

—Ten en mente que todo ya está hecho. —concluyó y abandonó la sala.

Tomé la carpeta entre las manos y puse el mensaje nuevamente frente a mí, volviendo a leerlo en alto. «Acuerdo BMG por valor de Diez mil millones de dólares con un director general de familia...».

Cerré los ojos y suspiré. Habíamos trabajado juntos en los entresijos de dicho acuerdo justo antes de que se marchara el anterior director financiero, y estaba claro que sin ese trato y lo que él conllevaba, otros fallarían en los próximos años. De todas formas, tiene que haber una alternativa mejor que conseguir una prometida falsa para cerrarlo.

— ¿Stella? —Pulsé la tecla del interfono.

— ¿Sí, señor Prince?

— ¿Podría hacer una copia de los archivos de BMG y traerlos?

—Sin problema. En unos minutos los llevo.

Terminé la llamada y envié un correo al departamento de investigación. Mientras organizaba mis notas, Stella entró en mi despacho con una taza de café. —Aquí tiene, Sr. Anthony. — ella se mofó colocándola sobre mi mesa.

La miré extrañado.

— ¿Necesita algo más?

—Eso no es una copia de los archivos de BMG, Stella. —dije e hice una mueca.

—Lo sé. —Bajó la voz— Pero Fred no los tiene listo.

— ¿Qué?

—Al parecer hace falta un informe de la semana pasada.

— Está bien, ya me encargaré de eso más tarde.

Stella me entrego una tarjeta color azul.

— ¿Y esto?

—Es una invitación para una exposición en el museo de arte moderno y es esta noche.

Asiento y suspiro.

—Esta noche será oficialmente nuestra primera aparición como pareja.

— Después de dos semanas de negarlo y confundir a todos, hoy será una noche larga.

Observo mi reloj y digo: — ¡Vamos a casa!

***

Estaba a fuera de la casa esperando a Stella, cuando la vi salir. Quedé asombrado, su estilo era suave y femenina. Llevaba un vestido de seda color jade, con tirantes en los hombros y un profundo escote en pico. Su cabello estaba recogido en un moño flojo, con un ligero toque de maquillaje.

Mi chófer le abrió la puerta del coche. Stella se limitó a inclinar la cabeza a modo de saludo y se dirigió al vehículo. — Este estilo te queda mejor. —matizo con una mirada penetrante.

— ¿Nos vamos?

—Te has vestido para impresionar —aseguré, tras una mirada apreciativa, en un sutil tono burlón.

— El vestido será una especie de blindaje contra todas las miradas femeninas que esta noche se clavarán como dagas en mi espalda. — replicó ella mientras se acomodaba en el asiento.

— ¿Debido a mi presunta reputación?

—Tú lo has dicho.

Deje escapar una risa ronca y ella se mantuvo en silencio durante el breve trayecto al museo.

Forced marriage. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora