Tenía una oficina grande y trabajar en ella era un placer.
—Señor Prince —dijo Laura por el altavoz del teléfono de la oficina.— Su reunión está por comenzar.
—Gracias. — acomodé mi traje, mi corbata, y salí de la oficina. Mientras caminaba hacia la sala de juntas. Antes de abrir la puerta y entrar, aliste una gran sonrisa en la cara.
—Caballeros, —dije —. Gracias por reunirse conmigo.
Me dirigí al frente de la sala de reuniones y permanecí de pie, a pesar de que los otros cuatro hombres estaban sentados. Mire a los ojos a cada uno, reconociéndolos, conectándome con ellos. El mundo de los negocios era un lugar riguroso, y un poco de calor humano siempre lleva al éxito.
Tomé asiento en mi lugar asignado.
—Empecemos. — y con una sonrisa pregunto: — ¿Qué es lo primero en la agenda?
—Me gustaría abrir la sesión, si no le importa, señor Prince, —dijo Michal Verner, un representante de American Technology.
Asentí con la cabeza. El señor Verner había llamado tantas veces que me vi obligado a admitir al hombre y permitirle sentarse en una reunión de Junta, de otro modo parecería que a la compañía no le importaba los nuevos integrantes.
— BMG tiene una sólida reputación en este mundo de los negocios, —comenzó Verner, afirmando lo obvio. —American Technology también tiene una buena cantidad de inversionistas, y creo que sería de interés para ambos si nos unimos y afrontamos juntos el gran mundo.
El señor Verner era un hombre de mediana estatura, de unos cincuenta y cinco años, con una personalidad nerviosa y cabello lanoso que llamaba la atención todo el tiempo al tocarlo. Me irritaba. Verner sonrió.
—Nos merecemos hacer algo grande de esto, ¿no crees? — guiñó un ojo.
Ese gesto me irritó aún más. Él y yo no somos amigos. Incluso si tuvieran una buena relación comercial, Verner no sería un buen amigo. No te conviertes en amigo de las personas con las que trabajas.
Fred había sido la excepción absoluta. Pero Verner es amigo de Demir, así que eso se daba por hecho que jamás tendría buena relación con él. Volví a centrarme en el asunto en cuestión.
—He oído hablar de American Technology, señor Verner. — indico, mientras ojeaba la carpeta que tenía en las manos. —y aunque aprecio que haya venido a hablar conmigo al respecto, creo que no estamos en el mismo camino en este momento. — Cerré la carpeta.
Verner parecía un poco desanimado y abrió la boca para decir algo, pero lo interrumpí dándoles a los otros caballeros la oportunidad de hablar. Todos querían que se unieran BMG y American Technology.
Ninguna compañía comprando a la otra. Tampoco una un paso por delante de la otra. Simplemente no iba a suceder. Personalmente me hice cargo de investigar todo de American Technology y no hubo ningún interés de parte mía en asociar ambas compañía.
La reunión estuvo bastante aceptable, y cuando terminó, Me quede después de que todos los demás se fueron.
—Señor Prince, me gustaría un momento de tu tiempo. —insistió Verner, caminando de regreso a la sala de juntas.
—Me temo que no tengo más tiempo para dedicarle a su propuesta, señor Verner, —digo, seco. No estaba de humor para este hombre y sus frivolidades.
—No puede simplemente rechazarme. — Replicó Verner, sin importarle sus modales—. Tiene que pensarlo.
Suspire. — No tengo por qué pensarlo. Claramente no estoy interesado en hacer negocios con usted.
ESTÁS LEYENDO
Forced marriage. (+18)
Teen FictionAnthony Prince, un joven millonario que a sus 26 años, no cree en sentimientos, ni en compromisos. La palabra matrimonio y familia, son conceptos que ni siquiera existen en su mundo. A él solo le importa divertirse con las mujeres, solo sexo... 1-07...