Capítulo 27

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Los días pasaban tan rápido que después de la famosísima entrevista, surgieron muchas felicitaciones e invitaciones departe de inversionista y accionista de otras empresas Importante de nivel mundial. En cada boca no dejaba de hablar de que tenía a la mujer más preciosa y elegante que había elegido. Pero no todo se centra en felicidad, sino que también tengo que ver mis fines de negocios e pasado años e intentar tener una cercanía con un empresario muy reconocido por todos con una buena cartera de cliente y que es un gran socio que siempre hace lo imposible para que la corporación que él apoye sigan en pie.

Y hoy tenía que tener el objetivo en la mira, para mí sorpresa había sido invitado a una pequeña celebración donde también llegaría una persona importante para mí. La celebración era un espacio al aire libre, justo para tener un ambiente tranquilo.
 
—¿Estás seguro de tu plan?

—Muy seguro.

—¿Quién es la persona en la que debería enfocarme? —pregunta.

Le tomé la mano, la hice caminar dócilmente detrás de mí hacia un arbusto espeso cargado de bayas. Miré a través de su cubierta. Un reducido círculo de ejecutivos con aspecto conservador rodeaba a un hombre vestido de forma impecable, con un traje blanco y una corbata de seda color rojo.

—Francesco Russo es un hombre que se dedica a invertir en acciones, con buen fee y sobretodo tiene una excelente reputación con sus empleados y con sus clientes. Y eso quiere decir que para mí sería un buen inversionista muy aparte de la empresa. Solo quiero tener un poco de información para poder aliarme con él.

—Bien, y ¿por qué no te presentas para hablar con él?

Stella tomó una copa de champán de la bandeja de un camarero cercano y se la bebió. Ella colocó en la bandeja la copa y cogió otra copa.

—No te emborraches tan pronto. —le advertí.

Ella resopló.

—No sabía que los esposos fueran tan controladores. —se mofa Stella con acidez. — ¿quién es el hombre al que debes impresionar en última instancia?

Mi mirada se transformó en ambición. Siempre me ha interesado mi empresa y por ella haría cualquier cosa por tenerla en pie.

Nuevamente un camarero paso con una bandeja llena de apetitosas fresas con chocolate, Stella abrió los ojos y tomó una fresa. Mordió la fresa y cerró los ojos brevemente. – Es una delicia. Esto es un pecado. – señala

Stella suspiró y gimió con júbilo mientras comía lentamente la fruta, se veía más y más excitante con cada mordisco que daba. Joder no había visto a nadie comer fruta de una manera tan seductora como lo estaba haciendo Stella. El ambiente se siente muy caluroso en estos momentos

Un poco de cobertura de chocolate quedo en la comisura de sus labios y en un sensual movimiento se limpió la comisura con la punta de la lengua, al tiempo que se lamía los labios con provocación.

Solté un gruñido involuntario, y ella me miró interrogativamente. No podía decirle las cosas que pasaban por mi mente por lo que disimulé mi reacción.

—Estas fresas son demasiadas exquisitas. ¿Deseas probar una?

Esquivé su mirada y me fijé en la gente que teníamos a nuestro alrededor. De alguna manera tenía que encontrar un punto para borrarme todas las fantasías que mi mente había imaginado con tan solo una fresa.

—No estoy aquí para comer fresa con chocolate. Estoy aquí por negocio.

Ella se encogió de hombros. —Bien, como quieras.

—Estoy seguro que no me has escuchado todo lo que he dicho sobre Francesco Russo.

—Sí. Francesco Russo. Un empresario con una fama extraordinario para ti. Supongo que quieres que entablé una buena charla con él y decirle que mi querido esposo sería un excelente inversionista para sus negocios

Forced marriage. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora