left behind [KookV]

[make it easier]

Las diez habían llegado y con ello, muchos de los amigos se estaban despidiendo. El jardín, que hasta hace unos momentos se había mantenido inundado de niños chillones, ahora se había quedado con apenas unos adultos supervisando que los pocos niños restantes se mantuvieran en sus asientos a la espera de que la pizza llegase. Aunque había sido una tarea muy difícil conseguirlo. Al final, los adultos tuvieron que sobornarlos con pequeñas actuaciones especiales para los cumpleañeros más especiales.

No obstante, no todos los adultos estaban en el jardín. Había algunas conversaciones pendientes que necesitaban llevarse a cabo. Así que, ahí se encontraban dos hombres que apenas eran capaces de dirigirse la mirada. Como si su encuentro en el baño hace unas horas no hubiera pasado.

A Jimin aún le dolía estar cerca de Yoongi, aunque supiera que era lo correcto para sus hijos. Quizás, ellos tuvieran la oportunidad de disfrutar de la compañía del mayor como él lo hacía anteriormente, antes de que todo se torciera. Ahora, solo los pequeños los unían pero no se sentía como suficiente.

- Entonces, ¿ellos quieren quedarse aquí a dormir? - preguntó Yoongi una vez más - No quieren pasar la noche en mi casa...

- Son niños, Yoongi - contestó Jimin -. Por supuesto que van a preferir pasar tiempo con sus amigos. Además, es la primera vez que los invitan a una fiesta de cumpleaños desde que estamos en Corea.

- Entiéndeme, Jimin. Quiero pasar tiempo con ellos, pero siempre surge algo. Siempre hay una razón por la que ellos no pueden. Un trabajo, una visita de tus familiares... También son mis hijos.

Una sonrisa irónica se dibujó en el rostro de Jimin, pero se negó a hacer ningún comentario al respecto. Él había sido el que había tenido que vivir cada momento con sus hijos, el que siempre los había estado cuidando. Durante algún tiempo, fueron ellos solos. Yoongi no quiso saber. Él no los quería, nunca lo había hecho. Y Jimin mentiría si dijera que ahora pensaba que a Yoongi le importaban algo los pequeños.

Park se levantó con una pequeña sonrisa e hizo un reverencia hacia Yoongi. Cuando se reincorporó lo miró directamente a los ojos.

- Recuerda que tú te negaste a ellos y yo tengo la custodia completa. Legalmente, ellos son mis hijos, no nuestros hijos. ¿De acuerdo? - preguntó, sin borrar la sonrisa de su rostro - Te estoy dejando acercarte a ellos porque los niños merecen conocer a su padre.

- Yo...

- Los niños se van a quedar esta noche, y yo me quedaré aquí a dormir con ellos y mis amigos.

Yoongi asintió antes de agachar su cabeza. Cuando Jimin se giró para volver al jardín, Yoongi no pudo evitar el volver a sostener su brazo. Se había propuesto dejarlo ir, pero su corazón seguía rompiéndose cada vez que veía la espalda del más pequeño. Era lo único que parecía estar en su memoria, el día que lo vio darle la espalda para siempre.

Se merecía vivir con ese recuerdo. Le había hecho tanto daño, uno que no se merecía. Solo porque le daba miedo ser un mal padre, solo porque no le gustaba la idea de tener hijos. Ahora, era incapaz de imaginarse una realidad en la que Yongbok y Chaewon no existieran. Aunque más que como un padre, su presencia en la vida de sus hijos era como un tío al que veían una vez a la semana por compromiso.

- Yo... Quería saber cómo te va - susurró Yoongi -. Nunca hablamos de algo que no sean ellos y...

Una risa seca escapó del cuerpo del pequeño.

- ¿Cómo crees que me va, Yoongi? - ironizó - Sacrifiqué todo por mis hijos, y no me arrepiento. Pero mi vida es un desastre, todo el tiempo. En cualquier lugar, es como si no encajase. ¿Mis sueños? Se perdieron. Todo por lo que alguna vez luché, ya no está.