Dejó un beso en la cabeza de su pequeño príncipe antes de retirarse de la habitación. Anteriormente, había pasado por sendos cuartos en los que se encontraban Minju y Jeno con sus amigos, respectivamente. Hoy había sido un día agotador, pero esperaba que sus hijos lo recordaran con una sonrisa en el rostro. No creía haberlos visto nunca tan felices, ni siquiera a Jeno.
Suspiró tras cerrar la puerta del menor de sus trillizos. Sentía que en cualquier momento su coraza se rompería una vez más. Sus hijos sabían que ellos tenían otro padre, que la figura de la mamá había sido sustituida por la suya propia. Por lo que le había contado Siyeon, Jeno estuvo demasiado cerca de decírselo a Jungkook. Jeno y Jungkook. Desde el primer momento que Jeno recostó su cabeza sobre su pecho, el día de su nacimiento, supo que crecería como una fuerte copia de Jungkook. Pero siempre se encontró a sí mismo deseando que fuera solo en apariencia, que nada más hubiera sido heredado, que toda su personalidad se formase a través de sus propias enseñanzas.
No sabía que Jungkook era el verdadero. No sabía siquiera si podía separarlos, si todos eran el mismo o si siempre vivió engañado. ¿Era egoísta? ¿Era un chico feliz? Cuando conoció a Jungkook lo vio roto pero con ese anhelo por vivir, esos ojos que siempre deseaban algo más. Una expresión que había sido pasada a Jeno, y que se reflejaba en sus ansias de saber más, de completar, de aspirar a aquello que cree lo correcto.
Sabía lo que Jeno estaba buscando en Jungkook, y le dolía tanto como le asustaba.
- Tae... - escuchó la voz de Jennie lejana.
En realidad, la joven modelo se encontraba a su lado. En su rostro se podía contemplar la preocupación que sentía por su amigo. Taehyung estaba apoyado sobre la puerta con la mirada gacha y las manos temblando.
- Hey - susurró mientras sujetaba su mano -, hey. ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado?
- No sé cuánto más pueda aguantar esta situación, yo...
Su voz era tan fina que parecía que podría romperse en cualquier momento. Jennie acarició con su pulgar el dorso de su mano mientras se acercaba un poco más a él. En el tiempo que lo había conocido, Jennie siempre pensó que Taehyung era una de las personas más fuertes que había conocido. Él era todo lo que a ella le gustaría haber llegado a ser. Una persona que se enfrentaba a sus miedos y que podía encontrar luz en la oscuridad, que tenía la fuerza y la determinación para seguir adelante.
Ella no pudo, nunca. Siempre vivió con la culpa de no haber podido hacer nada. Tuvo una tarea muy importante, posiblemente la más importante de su vida, y no había sido capaz siquiera de darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor.
Le daba tiempo que alguien se volviera a romper delante de sus narices y que ella no lo viera. Su corazón se estrujó mientras observaba como finas lágrimas resbalaban creando un recorrido húmedo a través de sus mejillas.
- Tae, ¿qué ha pasado? ¿Qué pasa?
- Él, él pasa - confesó. Su voz sonaba tan rota, tan desolada -. ¿Por qué tenía que aparecer de nuevo? ¿Por qué tenía que acercarse a Jeno? - guardó silencio apenas unos segundos. El ambiente a su alrededor cada vez parecía más íntimo - ¿Por qué me daña incluso cuando ya me había roto por completo? ¿Por qué ahora que soy feliz ha tenido que venir de nuevo?
Su cabeza era un completo cacao. Imágenes de Jungkook y Jeno pasaban una detrás de la otra. Se había engañado a sí mismo y había mentido a los demás. No le daba miedo que Jungkook le hiciera daño a sus hijos desapareciendo de repente de sus vidas. No creía que en primer lugar Jungkook pudiera llegar a ser más que un capricho para sus hijos. Esa celebridad que un día les habló. Solo una anécdota que con el paso de los años se iría perdiendo en su memoria.
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left behind [KookV]
FanfictionMARCADA COMO FINALIZADA PORQUE SE CANCELÓ EL PROYECTO. HAY UNA "CAPÍTULO" EN EL QUE SE DICE CÓMO DEBIÓ TERMINAR LA HISTORIA SI SE HUBIERA SEGUIDO ESCRIBIENDO. [5 años atrás] ·· Perdóname Tae, pero nada es más importante que cumplir mi sueño. Ni siqu...