left behind [KookV]

[why?]

Su última conversación con Taehyung parecía haberse quedado grabada en su memoria, atesorada con todos los recuerdos. El primer día que se conocieron, el día que Taehyung se confesó por error, el día que formalizaron su relación... Cada momento se había almacenado en su cabeza como pequeñas secuencias que revivía en sus peores momentos. Para él, Taehyung siempre había sido todo. Un sol, una luz, un guía. Antes de Taehyung... Su destino había estado condenado. Su familia era un desastre, si es que acaso a eso se le podía llamar familia, había deambulado sobre la fina línea de la desesperación, esperando el momento de dejarse caer.

Él le había dado siempre razones para luchar, para querer más. Taehyung había sido la colchoneta al final de la caída. Si tomaba una mala desición, él estaría ahí para ayudarlo a que no se hiciera daño. Había sido una mano amiga y un corazón sanador.

Entonces, ¿por qué había todo acabado así? Las palabras de Taehyung seguían dando vueltas en su cabeza, persiguiéndolo. Demostrándole una vez más que todo aquello que alguna vez lo salvó, se había arruinado. Y solo él era el culpable.

- No hago nada sin planearlo - susurró para sí mismo, solo la oscuridad de aquel parque como testigo -. ¿Esa es la impresión que dejé?

Sacó la pequeña cadena de su bolsillo. Su ancla, lo que siempre le había dado fuerzas. Llevaba un par de años sin usarla. Hacía tanto tiempo que la había abandonado que la plata había empezado a oscurecerse a causa de la suciedad. JJK. Acarició cada una de la iniciales con una triste sonrisa. ¿Por qué todos aquellos recuerdos felices estaban teñidos de oscuridad? ¿Por qué desde que Taehyung le dijo eso, todos parecían haberse roto, disuelto?

- Te has olvidado la chaqueta - murmuró alguien a su lado.

Jeon alzó su mirada para encontrarse con Sana. La joven tenía su pelo castaño escondido bajo un pequeño gorrito oscuro. Su cuerpo estaba tapado casi totalmente por una chaqueta que, se podía intuir, no le pertenecía.

- Gracias - susurró -. No lo había notado.

Tomó su chaqueta sin apartar la mirada de la joven. Esos últimos días habían tenido que estar ensayando el baile para su canción. Habían pasado tantas horas juntos que, casi, parecía que había vuelto atrás en el tiempo. Él también había sido parte de ese grupo. Tenía atesorados sus pequeños momentos con cada uno de ellos, cosas que nunca creyó que pudiera llegar a extrañar.

Pero desde que se fue, ellos se habían convertido en extraños. Personas que nunca admitirían que lo conocían de antes...

- Deberías pasar página - la escuchó decir -. Tuviste tu oportunidad, Jungkook, y tomaste tus propias decisiones. Taehyung tuvo que vivir con tus decisiones porque no podía no hacerlo - comentó -. ¿Crees que para él fue fácil? Pasó un infierno - confesó, su voz temblaba ligeramente, aunque Jeon no sabía si era por el frío o por los recuerdos -. Verlo tan roto, tan... ¿Por qué siquiera elegiste hacerlo así? Si lo hubieras hablado con él, él te hubiera apoyado. Le hubiera dolido, sí, pero no se habría sentido así... Fuiste un cobarde y obligaste a una persona a cargar con la impotencia de ser ninguneado. Y ahora... ¿qué haces de nuevo aquí, Jungkook?

- Yo...

- Sé que lo quisiste - lo interrumpió -. O al menos, quiero creer que lo amaste como decías, que nunca fuiste tan buen actor. Quiero creer que también tuvo que ser duro para ti alejarte de él, pero aquí... Aquí eres tú el que sigue haciendo daño - susurró -. Si alguna vez lo quisiste, si lo amaste como dices, ¿por qué no respetas su decisión ahora?

Sus manos apretaron la chaqueta que descansaba entre ellas. Sana. Siempre tenía que ser Sana. Gruñó mientras la veía alejarse. Ella siempre había sido la persona con la que mejor se había llevado en ese grupo. Taehyung y ella eran como uña y carne, hasta tal punto que al principio, creyó que ambos eran pareja. Sin embargo, Sana siempre había sido la que más lo había ayudado. Nunca se había negado a escucharlo y siempre había tenido un consejo para darle.