[truths and secrets pt. II]

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El silencio reinó entre ellos. Ni siquiera parecían capaces de remover las bebidas que reposaban sobre la mesa. Cada uno estaba metido en sus pensamientos. Yoongi dibujaba todas las escenas que podría haber protagonizado junto a Jimin y a sus hijos. La oportunidad que tuvo y que, como tonto, fue incapaz de aprovechar. Jungkook, por su parte, pensaba en Taehyung. En aquel modelo que resultó ser él. En su novia, Jennie. Había perdido a Taehyung, él había recompuesto su vida completamente. Él no tenía nada que lo uniera al castaño. Aun así, sentía que el caso de su hyung y el suyo no diferían tanto.

Jeon había antepuesto su sueño a su futuro como pareja. Sabía que ser trainee era difícil y pesado. No necesitaba distracciones innecesarias. Su tiempo tenía que ser dedicado exclusivamente a las numerosas prácticas. Era lo que conllevaba el sueño que perseguía. No había lugar para el amor en los primeros años. De hecho, a veces incluso dudaba de que lo hubiera siquiera. La historia de Rosé nunca dejaba su cabeza. No la había conocido. De hecho, él llegó a ser trainee poco después del fallecimiento de la chica. Pero todo el mundo hablaba de ella. Todos menos tres personas. Jaebum, Jisoo y Yoongi. Ellos trataban de evitar el tema. Jungkook todavía recordaba la breve mención de esta en la conversación entre Jaebum y Jisoo. Se estremeció.

Perder al amor de tu vida definitivamente. Miró a Yoongi, su egoísmo lo había llevado a decir aquellas cosas hirientes que habían determinado su futuro. Había perdido a su familia. Él había pecado de la misma manera. Egoísmo. Por egoísmo había abandonado a la persona que lo hacía feliz. Sin embargo, ellos tenían suerte.

Puede que vivieran cada día con los recuerdos, con el castigo de la distancia. Jaebum nunca volvería a ver a Rosé. Jaebum tenía una familia, pero la sombra de la joven estaba por todas partes. Jaebum no había conseguido superar la pérdida. Todos eran conscientes de ello. Todos sabían que Jaebum convivía con aquella culpa que lo ahogaba.

- No te ves bien, Jungkook - comentó Yoongi -. ¿Quieres contarme algo?

¿Quería? Él había estado muy seguro de ello antes de llegar a la cafetería. Incluso antes de escuchar la historia de su amigo. Ahora no estaba tan seguro. ¿Debería compartir su historia con Taehyung?

- Hyung, ¿sabe por qué no consigo que ninguna de mis relaciones salgan adelante? - preguntó. Él negó. Obviamente, nadie lo sabía. Todos pensaban que tenía miedo al compromiso o algo así - Yo he amado a alguien tanto que no me imaginaba una vida sin él. Estaba en todas partes y eso me asustaba. No podía vivir sin él, él se volvió mi mundo. Todo lo que me importaba terminaba en él - sonreió nostálgico.

Taehyung había sido una dulce corriente en primavera, una brisa fresca en verano. Podía incluso compararlo con una suave llovizna en otoño, o con el calor de un fuego en invierno.

Él había sido todo lo que alguna vez necesitó. Se lo concedió todo, y Jungkook hizo lo mismo. Sin peticiones, sin exigencias. Fluyó. El amor entre ellos había sido como un río. Había crecido de a poco hasta ser una enorme corriente que arrasaba con todo, en destino al mar. El mar era ese futuro prometido. Esos planes que habían hecho a las tres de la mañana, cuando no podían dormir.

El mar era la promesa. Aquella que Jungkook había despreciado. El mar era su cielo, y él le tuvo miedo a la inmensidad.

- ¿Y qué pasó? - preguntó interesado Yoongi. Era la primera vez que Jeon hablaba tan abiertamente acerca de su pasado.

- Miedo. Tenía miedo de que por él me olvidase de mí mismo. Había dejado mis sueños de lado, por él - susurró -. Ni siquiera me acordaba de mis sueños cuando estaba con él. Pero un día, no sé qué pasó, yo realmente, no puedo recordarlo bien. Supe que la compañía iba a hacer audiciones pronto y todo empezó a dar vueltas en mi cabeza. Estaba desperdiciando mi vida a su lado - confesó, aunque todo en él gritaba lo contrario. Desde sus gestos hasta la forma en la que estaba sentado -. Quedé el primero. Me iba a convertir en trainee - suspiró -. Entonces, recogí mis cosas y escribí una nota. Él había ido a hacer algo, y yo aproveché ese margen para irme - explicó -. La nota era... - suspiró - Nunca pensé decirle eso a él. Pero pareció lo correcto y lo era. Yo había sido tan feliz. Hasta que me pasaste la canción.

- Jungkook...

Ambos intercambiaron miradas durante unos segundos.

- Lo sigo amando, Yoongi. Parece como si fuera ayer cuando escribí esa nota - confesó.

No mentía. Había reprimido sus sentimientos por años y de repente, todos ellos habían explotado, sin mesura, sin contención posible. Él no estaba preparado para ellos. Él se había sentido abrumado, perdido y desolado. Todos a raíz de aquella canción.

Un error. Sí, él sabía que no había sido la mejor persona. Nunca gestionó correctamente nada cuando se trataba de Taehyung. Pero, ¿lo podían culpar? Su corazón había latido tan fuerte a causa de su mayor. Sus manos habían temblado y su lengua siempre parecía trabarse. Su hyung había sido todo lo que nadie espera encontrar para él, porque nadie cree en el amor verdadero. Él lo supo. Desde la primera vez que lo vio.

No obstante, nunca esperó portarse tan mal con él. Lo que había hecho al final, su forma de despedirse, de abandonarlo. Solo le demostró al mundo que él había sido un desagradecido. Se le había dado lo mejor, y él lo había abandonado. Pero no podía culparse tampoco. Si se lo comentaba a su hyung, no podría dejarlo. Era el poder que tenía Taehyung.

- ¿Sabes? Hace poco me encontré con él - confesó -. Fui un accidente, yo no lo sabía y supongo que, de alguna manera, él no esperó que yo lo reconociese. Está muy cambiado, ha madurado también - prosiguió -. ¿Merece la pena esto? ¿La mereció? No dejó de preguntarme eso. Lo tuve todo con él a mi lado. Y de repente, algo me asustó y huí. Ni siquiera le dije que lo quería, solo lo menosprecié. No le dije adiós, porque sabía que si me despedía nunca me iría. Aunque él me apoyase. Tuve tanto miedo, estaba tan confundido - susurró. Las lágrimas habían empezado a caer por sus ojos -. Lo amo todavía. De alguna forma, mi cuerpo sigue buscándolo, mi mente sigue recordándolo todo. Él fue demasiado bueno y yo... Supongo que yo fui un idiota. Lo lastimé y ahora, sé que él ha pasado página. Él tiene una familia. Él va a tener una hija ahora - comentó e intentó sonreír, pero aquello dolía mucho -. Ni siquiera lo quiero recuperar solo... ¿es demasiado egoísta haber creído que él estaría como yo?

Min no dijo nada. Sí, era demasiado egoísta. Claro que lo era. El amor podía llegar a ser demasiado egoísta. Te hace querer que la otra persona solo te vea a ti, solo te quiera a ti. Sin importar el tiempo, sin importar la historia. Quieres seguir siendo tú, siempre tú.

- Si él es feliz, no deberías hacer nada, Jungkook - le comentó Yoongi -. Tú ya tuviste tu oportunidad y lo lastimaste. Te haré una pregunta, ¿lo quieres volver a lastimar?

La respuesta a esa pregunta era fácil, pero Jungkook no quería responderla. Le daba miedo las implicaciones que pudiera tener. Él no quería lastimar a Taehyung, él solo quería protegerlo. Él quería su perdón y... Tragó saliva. Ni siquiera era lo suficientemente valiente como para admitir lo que quería. Tampoco creía llegar a serlo algún día.

Él siempre sería Jungkook el cobarde.

left behind [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora