[throwback scene]

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Abrió sus ojos ligeramente, las lentillas azules que solía usar ese día parecían escocerle más de lo normal. Parpadeó un par de veces. Sus pasos eran tranquilos. Llevaba ropa colorida, que se adaptaba perfectamente a esa pequeña habitación. Sonrió al ver a cierto pelinegro en la cama, aún dormido. Se apoyó ligeramente en la cama, pero el contrario ni se inmutó. Soltó una ligera risa, casi susurrada. Como si no quisiera interrumpir su sueño, molestarlo, aunque fuera a intentar despertarlo.

Llevó una de sus manos hacia el contrario, agitándolo ligeramente. Un sonido de queja, pero nada más. El pelinegro solo se movió para su lado, sin despertar. Una nueva risita escapó de entre sus labios. Adorable. Se inclinó, como si fuera a darle un beso en la boca. Con gracia, con cuidado, con paciencia.

Entonces, la alarma sonó. El rubio se despegó rápidamente del cuerpo contrario y se alejó de la escena. Jungkook, por su parte, se llevó una mano a su rostro. Taehyung. Era todo en lo que podía pensar. Habían vivido juntos prácticamente dos años completos, sino más. Recordaba sus pequeñas caricias cuando no quería despertar. Recordaba sus pequeños besos por toda su cara. Las cosquillas, las risas. Las mañanas eran una parte fundamental de su vida. Nunca se había dado cuenta de cuánto lo echaba de menos. Ahora, sus amantes dormían más que él o se iban antes de que él despertase. Ya no había caricias sutiles, ni había sonrisas. Ni siquiera un dulce beso de buenos días.

Apagó la alarma y se levantó de la cama. Debía ir a cambiarse de ropa, la suya era demasiado colorida para la siguiente escena del vídeo. Vio como el equipo de producción aclimataba a la perfección la pequeña habitación. Estaban cambiando las cosas más coloridas por patrones oscuros.

Un pasado colorido, lleno de amor y felicidad. Frente a un presente turbio, con colores apagados y vacíos. La canción lo estaba matando, pero ver su vida representada en escenas de este tipo. Sacudió la cabeza. Solo estaba siendo un niño. Debía afrontar la situación. Debía... Se quedó parado a medio camino. ¿Qué debía hacer?

- ¡Jungkook! - lo llamó Jisoo con una amplia sonrisa - Ven, vamos. Tengo que cambiar tu maquillaje. Heechul ya se está encargando de V, y eso que tú tienes que grabar antes las secuencias de la habitación solo - La chica parecía sorprendida. Había trabajado al lado de otros estilistas, maquilladores, modelos y agencias, a lo largo de su carrera. Sin embargo, nunca había visto ese nivel de cuidado, de detalle -. Son muy profesionales, ¿no lo crees?

Asintió. De hecho, el rubio había interpretado tan bien su escena que Jungkook se vio esperando el beso y la sonrisa. Se vio de nuevo en su antigua casa. Una que, por lo que sabía, ya ni siquiera pertenecía a Kim. Él lo había dejado todo atrás. Como lo hizo primero Jungkook.

Deseaba que llegara la noche y poder reunirse con Yoohyeon. Necesitaba contarle todo y... llorar. Necesitaba llorar, pero no podía ahora. No quería que nadie viera su situación. Se avergonzaba de su pasado. Recordó el título de la canción. Killing me. Él sí que se sentía vacío.

Cambió su ropa, de colores cálidos, por prendas que parecían llevar años en un armario, demasiado usadas para salir con ellas a la calle. Descoloridas, cedidas. La tela era tan fina. Se forzó a sonreír. Aquello le recordó a su época de trainee. Suspiró. Jisoo cambió todo su maquillaje en cuestión de minutos. No necesitaba que se esmerase mucho en el maquillaje para las épocas presentes. Él no estaba ciego, había notado su aspecto enfermizo y decadente. Ni siquiera se pudo reconocer con el primer maquillaje de aquel día.

- Han dicho que con las quince primeras tomas, creen que será suficiente - comentó Jisoo mientras le daba unos toques finales -. Es lo que ha tomado la parte del modelo. ¿Crees que en quince intentos podrás hacerlo?

- No creo que me vaya a costar demasiado fingir que estoy mal - susurró. Ella lo escuchó, pero no dijo nada.

Sabía que Jeon no quería hablar de ello. De hecho, por la mueca que hizo, no creyó ni que fuera consciente de que lo había dicho en voz alta. No podía dejar de estar preocupada, ella no sabía nunca nada de los idols con los que trabajaba. Ella no había sido trainee ni se juntaba con el personal de la agencia demasiado seguido. Sin embargo, cuando trabajaba más de una vez con ellos, no podía evitar encariñarse con ellos. Solían tratarla bien, ser educados. Tenían pequeñas charlas. Los ayudaba.

En estos momentos, Jungkook le recordaba tanto a Rosé. En su último vídeo, ella parecía destrozada. Había cantado una canción de despedida para sus fanáticos. Fue lo único que consiguió de la agencia. Un buen final. ¿Realmente Jeon tenía razón?

Rosé... Buscó con la miraba a Jaebum, para ver si seguía por allí. Aunque sabía que eso no sería así. ¿Qué tenía él? ¿Por qué ella dejó todo por estar con él? ¿Y por qué él no la salvó? El día del parto, ¿por qué dejó que su futura esposa muriera? Rosé se merecía algo mejor que todo eso... Ella sólo había querido verla brillar, pero su luz se había apagado demasiado pronto. Jisoo cerró los puños.

Miró los movimientos del idol. Las cámaras ya habían reanudado la función. V no estaba por allí, seguiría metido en la pequeña habitación habilitada para él. Centró su atención en Jungkook. Había cogido el reloj que hacía de alarma y lo había tirado, estrellándolo contra el piso. El movimiento salió tan natural que Jisoo se asustó. ¿Por qué estaba Jungkook así? ¿Por qué le habían dado esa canción? La música que Jeon solía cantar acostumbraba a estar centrada en otras temáticas, en uno mismo. A veces, cantaba canciones de amor. Pero aquella canción... Tomó su teléfono. Navegó entre sus contactos hasta que encontró el número que quería. Sin embargo, antes de presionarlo se paró en seco.

Volvió su mirada a Jeon. Él estaba actuando demasiado bien, el dolor, la tristeza. Parecía natural en él. Apretó su teléfono. ¿Debía? Negó. Ella se enteraría más tarde de todo lo que estaba ocurriendo. Siempre era igual. Miró por última vez antes de bloquear el teléfono. Min Suga, fue lo último que pudo leer.

No estaba preparada para volver a hablar con su exprometido. Todavía dolía la situación, todavía se sentía culpable.

- ¿Te encuentras bien? - le preguntó una voz que la sacó completamente de sus recuerdos. Miró a la chica que le había hablado.

- Perdona pero, ¿quién eres tú?

La chica frunció ligeramente el entrecejo. Sin embargo, pronto suavizó su expresión y le dedicó una amable sonrisa.

- Vengo de parte de la agencia del señor V - le explicó -. Tengo que hablar con él y con el señor Heechul. ¿Podría indicarme dónde se encuentran?

Enredó uno de los mechones rojos de su pelo mientras miraba a la contraria, ponderando la situación. Muy pocas veces se había presentado alguien con urgencia de la empresa contraria. Pero, al parecer, la chica tenía pase para entrar...

- La acompaño hasta el lugar - respondió al fin -. Por si acaso.

left behind [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora