[yuju]

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Esa mala sensación que había sentido no había tardado en hacerse realidad. Cuando debutó, la empresa no tardó en decirle que cualquier publicidad que acompañase a su debut sería buena para él. Las empresas estaban preparadas para enfrentar cualquier tipo de situaciones, sabían lo que hacían, eran expertos en convertir la mala prensa en oportunidades para que el artista recibiera un nuevo reconocimiento. Jungkook lo había visto muchísimas veces, pero su nombre nunca había sido expuesto de esa manera.

Cuando Doyoung lo sacó del estudio nunca pensó que la razón fuera tan grave, pero se había presentado como el peor escenario posible. Su cabeza dolía y su corazón latía fuerte, sus manos temblaban y el sudor parecía recorrer su helado cuerpo. No dejaba de leer aquel artículo una y otra vez y las notificaciones de menciones en sus redes sociales tampoco ayudaban. Marcó el número de Yuju, pero esta no contestó.

Solo había un número pequeño de personas que supieran sobre eso, que pudieran acceder a esa información. Volvió a marcar, pero ahora la línea se había desconectado. ¿Era siquiera posible? ¿Así se sentía que lo apuñalasen por la espalda?

La imagen de Taehyung llegó como una intrusa a su mente. Debería de llamarlo, debería pero no podía. No quería hacer la pregunta que llevaba un rato rondando por su mente, porque era imposible.

- ¿Has terminado ya de tener tu crisis?

La voz de Doyoung lo hizo volver al mundo. La respuesta era clara. No, no estaba cerca siquiera de haberla terminado. Un escándalo como ese podía arruinar su vida para siempre. Su carrera, todo lo que había sacrificado para poder construirla hubiera sido para nada.

Dejar a Taehyung, que había sido lo más difícil que alguna vez había tenido que hacer, habría sido innecesario si todo se terminaba así, de la noche a la mañana. Con una reputación que casi lo podría echar del país.

- ¿Cómo crees?

- No tenemos tiempo para esto, Jungkook - se quejó Doyoung -. Sé que te juegas mucho ahora mismo, pero piensa en Winwin. ¡Es extranjero! Lo entiendes, ¿no?

- Claro que lo entiendo, joder. Pero esto... Esto es demasiado grande, no lo entiendes.

- Mi nombre y mi reputación también está en juego en estos momentos. ¿Sabes lo humillante que ha sido leer eso? Esto puede acabar todas nuestras carreras, así que no es el momento de ser egoísta.

Sus manos se hicieron puños sobre su pelo, tirando de este con fuerza. Aquello no estaba bien. Llamó de nuevo a Yuju esperando una explicación, una solución o una simple respuesta. Pero nada había cambiado desde la última vez. Maldijo antes de bajar del coche. No podía estar pasando, no podía ser cierto.

Todo iba a arreglarse, todo iba a estar bien. Se convertiría en una anécdota divertida con la que bromearían en un par de meses. No era una persona religiosa pero, en esos momentos, solo esperaba que algún dios de cualquier religión los amparase.

Iban a necesitar demasiado ayuda para salir de esto.

<···>

Cerró la puerta de su apartamento con una sonrisa cansada. Ese día había sido especialmente agotador el llevar a los niños a la escuela, sobre todo cuando estos parecían haberse puesto de acuerdo para negarse a ir. Llevaba todo el camino calculando cuántas horas de sueño podría tener esa mañana si se acostaba de nuevo nada más levantarse. Un poco de descanso extra no podría ser malo.

Pese a ello, su camino se detuvo en el salón cuando reconoció una figura apoyada en la pared. Sabía que ella no podía verlo porque tenía su mirada perdida en el paisaje que se podía observar a través de su ventana. No era extraño que Sana se colase en su casa. De hecho, más de una vez se había asustado al creer que alguien se había colado. Un ladrón o algo. Sin embargo, sus visitas no eran por la mañana, nunca.

Antes de que pudiera llamar su atención, una nueva figura ingresó en el lugar. Tenía el pelo de un tono chocolate y se movía con tranquilidad, como si cada uno de sus pasos fueran calculados. Taehyung estaba seguro de que no había coincidido nunca con esa persona, así que no entendía qué era lo que estaba haciendo Sana en su casa, a esa hora, con una desconocida.

Carraspeó llamando la atención de ambas chicas.

- ¿Puedo saber qué está pasando?

- ¿No has visto las noticias? - preguntó Sana, a lo que él negó de inmediato - Será mejor que te sientes. Hazme caso.

Frunció el ceño, pero no dudó en hacerle caso al consejo de su amiga. Llevaba años sin recibir una mala noticia de la prensa, desde que su nombre dejó de asociarse con el negocio familiar y la prensa dejó de prestarle atención al desaparecido hijo pequeño de la familia Kim, que de repente parecía haber dejado ser de la familia. No lo podrían haber dicho mejor. Quizás alguna nueva noticia había querido rescatar la historia de su separación con la familia.

O quizá se trataba de Seokjin, y por eso la extraña en su casa. Su expresión se tensó. Si a Seokjin le había pasado algo, no sabría qué hacer. Él era la última familia que le quedaba, la única esperanza de no vivir en la vergüenza que era haber sido padre soltero (según sus propios padres).

- ¿Se trata de Seokjin? - murmuró, no queriendo saber la respuesta.

La desconocida negó con una sonrisa diminuta mientras areglaba los mechones de su flequillo, asegurándose de que se mantuvieran unidos en una sola pieza. La tensión se podía palpar en el aire, sobre todo cuando ella parecía negarse a decir qué era lo que había pasado, como si no hubiera prisa.

- Será mejor que me presente primero - habló por primera vez. Su voz era muy suave y tranquila, aunque con la confianza de quien ha practicado el mismo discurso una y otra vez hasta que las palabras han salido con una fluidez casi casual -. Mi nombre es Choi Yuna, pero todo el mundo me llama Yuju. Diría que es un placer, pero dudo mucho que la situación requiera tantos manerismos. No voy a decirle nada que le vaya a gustar, señor Kim.

Yuju... Taehyung sabía que había escuchado ese nombre en alguna parte. No era un nombre demasiado familiar. No obstante, su memoria parecía no encontrar ninguna forma de conectarla a nadie conocido. Ni siquiera a la propia Sana, que era quien le había abierto la puerta de su casa.

Sus manos se aferraron al sillón en el que estaba sentado, aprentando su acolchado contenido. ¿Qué había pasado que era tan grave como para que una desconocida hubiese sido invitada a su casa?


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Por favor, recuerden siempre ser respetuosos con las personas que salgan a lo largo del fic. No sé cuándo subiré el próximo capítulo pero...

¿Teorías?

Muchas gracias a las personas que me mandaron lindos comentarios y mensajes en la parte anterior.

Intentaré no concentrarme demasiado en mi último fic publicado y conseguir tener una constancia entre los estudios, las actualizaciones y los fanfics en sí. Desde que terminé FRAUDE, me he sentido huérfana de fanfics KookV. Lamento haber empezado uno nuevo antes de terminar este como me había propuesto, pero soy un desastre y ya tengo como tres fanfics en borradores como para seguir acumulando.

¡Cuídense mucho! Gracias por el apoyo.

Vivi.

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