[it is a girl]

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Se quedó observando a la chica de cabellos rojos mientras esta tocaba la puerta tras la que se encontraba su amigo. No se podía creer que no la hubiera reconocido, pero tampoco quiso montar ningún espectáculo. Últimamente, no se estaba encontrando del todo bien con todo lo que estaba pasando. No iba a pagar su cabreo con una mujer que no la ha reconocido, pese a que su cara fuera la imagen de numerosas empresas. Suspiró. ¿En qué mundo viviría la chica esa? Definitivamente, debía ser uno muy diferente al suyo. Ella se hubiera reconocido.

- ¿Jennie? ¿Qué haces aquí? - preguntó Heechul al verla - Adelante, pasa. Muchas gracias, señorita Jisoo por traerla hasta aquí.

- No ha sido ningún problema.

La pelirroja hizo una reverencia y se marchó de allí, de nuevo hacia el lugar de grabación. Debía estar atenta, por si Jungkook necesitaba algún retoque entre toma y toma.

- ¿Jennie? ¿No se suponía que hoy era tu día libre? - preguntó Heechul, severo - En tu estado...

- Yo... he ido al médico - contestó la chica mientras se adentraba a la habitación -. Me han dicho el sexo del bebé y que, si deseo abortar, debe ser pronto pero yo...

Ambos la miraron. Jennie era una de las mujeres más fuertes que ambos habían conocido. Procedía de una familia pobre, e ingresó a una agencia como rapera. Se suponía que ella debutaría con un grupo, y más tarde perseguiría una carrera como solista. Se convertiría en una rapera de éxito, por su cuenta. Sin embargo, algo se torció. Las cuatro chicas que iban a formar ese grupo se separaron tras el escándalo de su agencia. Un escándalo que salpicó de lleno a una de las integrantes.

Abuso. Acoso. Violación. Una de las integrantes había estado viviendo eso por parte del profesor de canto. La chica había quedado destrozada y se había retirado de la industria. Ninguna pudo contactar con ella. Simplemente, desapareció. Las otras tres chicas trataron de buscar una nueva agencia. Sin embargo, solo aceptaron a una de ellas como trainee. En ese momento, tanto Jennie como la tercera chica supieron que no conseguirían encontrar la forma de debutar. Una era una rapera, y la otra era una gran bailarina. Así que, la tercera chica se unió a una agencia de baile muy reconocida.

Jennie se quedó sola. Trabajaba más de lo que su cuerpo podía soportar, e incluso así, no conseguía ganar el suficiente dinero. Su familia estaba en un momento demasiado malo. Hasta que un día, a uno de sus trabajos se presentó el hombre que hoy la cuidaba como si de una hija se tratase. Kim Leeteuk. Él, nada más verla, se interesó en ella. Ofreciéndole un pase al mundo del modelaje.

Ahora, volvía a encontrarse en un problema. Durante mucho tiempo, su familia había dependido de ella, y ahora... Nuevamente, debía tomar una decisión importante con respecto a su familia. ¿Tendría ese bebé o no lo tendría? Estaba sola y tenía miedo. Se había imaginado teniendo hijos antes, sí. Pero no se había imaginado que sería producto de una noche de bebida. Nunca creyó que el padre de sus hijos fuera a estar casado con alguien más...

- ¿Quieres tener al bebé? - preguntó V mientras se acercaba a ella - Un bebé es difícil de mantener para un padre soltero - confesó -. Por mucho que te ayuden tus amigos, al final del día sois solo tu bebé y tú - le explicó -. Es un trabajo duro, criar a un hijo solo. Tienes miedo de no poderle dar la suficiente atención, el suficiente amor. Temes no ser suficiente como para cubrir ambas figuras paternas - susurró mientras acariciaba la mejilla de la chica, quien se encontraba llorando -. Un hijo es maravilloso, pero viene con muchas responsabilidades y con muchos miedos. No es fácil ser padre. Pero es verdad, que luego merece la pena - susurró -. Si lo quieres tener, tenlo. No abortes si no tienes el verdadero deseo de abortar, porque te arrepentirás de haberlo hecho. Yo estuve a punto de hacerlo, mi familia quería, yo no, pero me dejé llevar. Unos minutos más y yo no hubiera tenido a mis tres ángeles. Estaba lleno de miedo, ¿cómo podría encargarme yo de los bebés? No tenía trabajo, no tenía a... no lo tenía a él. Mis amigos me ayudaban pero, ¿sería suficiente? Todo desapareció, cuando los vi por primera vez. De repente, todos los miedos pasaron a convertirse en valor. Ellos me dieron fuerza.

- Si deseas abortar, yo te acompañaré - anunció Leeteuk, su semblante serio -. Eres como una hija para mí, y estoy seguro que hasta esa idea asusta. Nadie debería enfrentarse a un aborto solo. Es duro y difícil. A veces, merece la pena. Otras lo haces por el bien del bebé. Así que, si quieres abortar, yo te voy a acompañar.

La castaña se quedó en silencio. Las lágrimas seguían brotando de sus ojos. Estaba confusa, no sabía qué hacer. Tenía miedo de elegir una decisión y que esta no fuera la correcta. Tocó su barriga ligeramente. Una niña. Iba a tener una niña. ¿Podría ser una buena madre? ¿Podría ser suficiente para cuidar a su hija? ¿O quizás...? La verdad, es que ella quiso abortar, nada más conocer la noticia. Entró en pánico. ¿Qué diría la prensa? ¿Qué diría su familia? ¿Sus amigos? Ahora, delante de Taehyung y de Leeteuk se sentía como en casa, tenían un pequeño hogar. Una familia que se preocuparía de no dejarla caer, de no dejarlas caer.

- Taetae... ¿puedo pedirte un favor? - preguntó la chica con una sonrisa triste, sus lágrimas aún corriendo por sus mejillas - Me gustaría... podría... ¿cuidar algún día de sus hijos? ¿O de su hija? - preguntó más específicamente.

Taehyung se sorprendió ante la petición. Pese a que Irene y Jennie sabían la verdad acerca de él. Su apariencia, su historia. Ellas sólo habían visto a sus hijos mediante fotos, pese a que alguna vez habían bromeado acerca de que los llevara a la empresa. Nunca habían dado un paso real para conocer a los niños. Taehyung tampoco se quejaba. Le gustaba mantener esa parte de sí mismo un poco más privada, así que no pudo evitar sorprenderse.

- Jennie... ¿es una niña? - preguntó Leeteuk, sacando a Taehyung de sus pensamientos.

Ella asintió, había un brillo en sus ojos que Taehyung pudo reconocer fácilmente. Quizás, era el momento de que sus hijos conocieran a sus compañeras de trabajo.

- Sí - sonrió ella. Esta vez, la tristeza parecía haber abandonado su rostro -. Es una niña.

left behind [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora