[ups and downs]

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Se miró al espejo una vez más. Tenía el flequillo pegado a la frente, como si fueran pequeñas trazas azabaches rompiendo su blanca piel. Suspiró. Llevaba meses sin dormir bien, siempre teniendo pesadillas recurrentes, siempre la misma sensación, el mismo abandono. Pero cada vez iba peor. Su corazón palpitaba acelerado y sentía que sus sentidos se nublaban ligeramente. Desde hacía una semana, había comenzado a vomitar todas las mañanas. No quería preocuparse, y no quería preocupar a todas las personas que estaban en su vida, pero aquello lo estaba matando por dentro.

Se suponía que debía estar feliz, que debía sentirse completo. No era así. Aquello lo estaba matando. Sin embargo, no sabía qué había despertado esa necesidad. Llevaba cuatro años viviendo la vida al máximo. Incluso había salido en su primera gira, no hacía más que escalar la montaña hacia la cima, siendo esta la fama, que su nombre nunca fuese olvidado. Él era ambicioso, quería aquello. Era la vida que siempre había querido.

Pero había algo que le faltaba.

Suspiró y se secó el agua que aún goteaba de su mandíbula. Dentro de nada tendría que empezar las grabaciones de su nuevo videoclip. La canción que Yoongi le había compuesto esta vez era tremenda. Hablaba de sentimientos contradictorios. Se sentía tan identificado con aquella canción.

No quería pensar en ello, pero la manera en que los acordes se adherían a la dulce letra, le traía demasiados recuerdos. No es que estos fuera desagradables, pero simplemente no era lo que en ese momento quería tener en la cabeza.

- ¡Jungkook! - tres golpes en la puerta - ¡Tío, venga, abre!

Antes de que una nueva oleada de golpes sacudiese la débil puerta del baño de su empresa, la abrió, dejando a la vista a uno de sus mejores amigos, quien no dudó en hacer una mueca de desagrado al ver la apariencia de su amigo.

- No te ves bien - comentó.

- ¿En serio? - suspiró - Creí que era la nueva reencarnación de Adonis o algo así.

Su amigo lo miró con una ceja alzada. La verdad era que el joven de cabellos azabaches y gran altura no era precisamente un genio a la hora de entender las ironías, lo cual siempre lograba sacar de quicio a su mejor amigo, quien había demostrado tener muy poca paciencia. Algo que definitivamente había aprendido de su hyung.

- Mejor no digas nada - suspiró -. ¿Qué pasa?

- ¿Qué pasa?

- Sí, has venido aporreando la puerta como un desesperado, ¿qué querías?

- Ah, eso. Claro. Las chicas te están buscando. Al parecer tienen noticias sobre tu videoclip y Eunha dijo algo más... No me acuerdo tío, pero parecía muy urgida.

Jeon abrió un poco más los ojos y salió corriendo de allí en busca de las dos chicas. Él le había pedido a su amiga que le hiciera un pequeño favor. Uno que involucraría a Yuju, la pareja de esta. Desde hacía unos días que estaba ansioso por saber cuáles serían las respuestas a sus preguntas.

Sobre todo a una en especial.

Reconoció a lo lejos el pelo corto y oscuro de su amiga, que se movía con gracia mientras que esta hablaba emocionada con la otra. Corrió hacia donde estaban y sin saludar, le pidió a Eunha que le contase todo lo que sabía.

Aunque de alguna manera, siempre supo que se arrepentiría de hacerlo. La mirada de la más bajita se lo dejaba saber con una claridad que daba miedo. Que no era lo que había esperado. En el fondo, él también era egoísta.

- Jungkook, yo... no sé cómo decirlo. Él tiene una familia, lo ha visto. Se le ve feliz. Es todo lo que Yuju ha conseguido saber.

- Siempre ha tenido una familia.

- Jungkook, sabes a lo que me refiero. Tiene su propia familia.

Un silencio se abrió paso entre el sitio, mientras que Jungkook abría y cerraba sus puños. Él había querido que el otro no hubiese sido capaz de iniciar algo tan serio. Entendería que hubiera tenido otras relaciones, irrelevantes como las suyas propias. Pero no que hubiese sido capaz de pasar página mientras que él ahora iba a cantar una canción que lo había dejado pensando en aquel chico tierno que una vez fue suyo.

Ya nunca más lo sería.

Su estómago se removió, se sentía disgustado, y no estaba recuperado del todo.

- ¿Cómo es él?

- No estamos seguras... Ni siquiera sabemos si es un él. Sólo sabemos que se ve con varios chicos y varias chicas. Imaginamos que una de ellas es la madre.

- ¿La madre?

- Claro, Taehyung tiene tres hijos - habló la chica del flequillo, ante la atenta mirada del otro.

El dolor de su estómago se extendió por su cuerpo creando un gran malestar. Salió de allí corriendo hacia un nuevo baño donde poder echar el contenido de su estómago una nueva vez. Aquello estaba acabando con él definitivamente.

- Al final no le he podido decir que ya se sabe quién va a ser el nuevo modelo que lo ayudará con su videoclip - suspiró la chica mientras miraba la revista.

- Oh, verdad. Los directores estaban muy dudosos, ¿se trata de WinWin? Jungkook trabaja muy bien con él.

- No. Ya sabes que ellos dos posiblemente no trabajen más juntos - susurró la chica -. Desde que empezaron a acostarse, las cosas laborales se han vuelto un problema. Pero este chico puede hacer que el videoclip sea todo un éxito.

Enseñó la portada de la revista, en la cual se dejaba ver un chico de cabellos rojo brillante y un antifaz precioso que tapaba la mitad de su cara. De alguna forma, incluso estando ese artefacto allí, se podía jurar que el chico parecía esculpido por los mismos dioses.

- ¿Quién es?

- Se llama V. Es tan profesional que nadie sabe nada de él. Nunca se involucra demasiado en nada. Además, toda persona que ha trabajado con él dice que es muy profesional.

- ¿Crees que sobrevivirá a Jungkook? - preguntó a Eunha.

La otra no supo que contestar.

left behind [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora