left behind [KookV]

[the most beautiful moments in life I]

todos los caps que tengan este título van a ser recuerdos.

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La arena se hundía bajo sus pies, mientras que el olor del agua salada llenaba sus pulmones. Una risa brotó de entre sus labios al escuchar como era llamado casi con desesperación por Jungkook. Aun así, se mantuvo corriendo, huyendo del mojado cuerpo que buscaba abrazarlo con fuerza.

Sin embargo, hubo un momento en el que sus piernas comenzaron a ceder y no pudo mantener el ritmo. Hizo un puchero antes de sentir como dos fuertes brazos se aferraban a su cintura y lo pegaban al cuerpo de Jungkook. Chilló al sentir la humedad del bañador contrario sobre él. El agua estaba fría y él no estaba preparado para adentrarse todavía. Jungkook reía mientras lo sostenía con fuerza, dejando varios besos en la parte del cuerpo que encontrase primero.

Después de un rato, el castaño dejó de pelear contra aquellos brazos y se removió para quedar de frente. Su sonrisa creció al encontrarse con la dulce mirada de Jungkook. Tocó con cuidado su pelo. Anteriormente, Jungkook había tenido el pelo castaño oscuro, de un tono muy similar al chocolate, pero había decidido volverlo a su color natural. Todavía se le hacía extraño ver a su Kookie con el pelo negro, pero seguía siendo igual de guapo.

De hecho, estaba seguro que Jungkook no podría verse feo. Nunca.

- Te atrapé - le dijo con una sonrisa.

Taehyung no negó aquello. Él lo había atrapado, no solo físicamente. Taehyung estaba enamorado de su novio. Nunca había amado tan fuerte. Amaba sin miedos, sabía que Jungkook no lo dejaría caer.

Unió sus labios con los de Jungkook. Poco le importó las personas que pudieran estar paseando por allí. Le gustaban las sensaciones que su menor le regalaba cada vez que sus bocas chocaban.

- Te quiero - susurró Taehyung.

- Y yo a ti - dijo mientras acariciaba su espalda por encima la camiseta, de la cual no se había desprendido todavía -. Feliz primer aniversario juntos.

Ambos sonrieron antes de volver a unir sus labios. El beso era lento, tranquilo. Ambos estaban demasiado preocupados por transmitir lo que sentían en ese momento, llenando el beso de amor.

Cuando se separaron, Jungkook recargó su frente sobre la contraria, todavía sin despegar su cuerpo del contrario. Ahora mismo no le importaba nada. Solo podía pensar en el castaño. En su olor, en los agitados latidos de su corazón. Todo era perfecto.

- Gracias - le susurró, como si le estuviera contando un secreto.

- ¿Por? - preguntó Taehyung curioso.

Jungkook se encogió de hombros. Él siempre estaría agradecido con Taehyung, él era su luz. Taehyung representaba el amor, la libertad, la esperanza. Taehyung se había convertido en la razón de su felicidad, su vida era mejor desde que había llegado. No podría nunca dejar de agradecerle, y estaba seguro que nunca lo haría.

No podía imaginarse alejado de él.

- ¿Vamos al agua? - le preguntó al final, separándose solo un poco. Taehyung arrugó un poco la nariz - Te prometo que te dejo entrar a tu ritmo.

La sonrisa de Taehyung lo iluminó. Procedió a quitarse la camiseta y antes de salir al agua, Jungkook dejó un casto beso sobre los labios contrarios.

Aquel día habían disfrutado de los beneficios de tener una casa cerca del mar. Habían jugado todo el día en el agua, se había salpicado, se habían besado. Después, habían vuelto a la casa completamente agotados, pero con una enorme sonrisa en el rostro que ninguno podía borrar.

Ni siquiera recordaban en qué momento se habían acurrucado en la cama, a la espera de un nuevo día. Uno más en el que demostrarse su amor, en el que celebrar su relación. Aquella noche no necesitaron hacer otra cosa que no fuera dormir abrazados. Resultó tan íntimo. Habían creado una pequeña burbuja de felicidad.