[the breakup]

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¿Se puede imaginar cómo puede ser una ruptura? Durante los primeros años como soltero, Taehyung estuvo pensando en cómo podrían haber sido las cosas diferentes. Una ruptura en lugar de un abandono. Una conversación sincera en lugar de una nota apresurada. Había tachado de cobarde a su ex. Lo había maldecido millones de veces.

Hoy, en su segundo día de grabaciones, iba a tener una ruptura. Solo el pelinegro iba a hablar, iba a gritarle. Él tenía que escuchar todo. Tenía que llorar. Sería fácil. ¿La sentiría tan real? Tendría que cambiar sus ropas. Empezaría la escena con los colores brillantes, de acuerdo al ambiente. Pero luego sus ropas se tornarían oscuras. El comienzo del vacío. La desesperación, la tragedia. Se miró al espejo antes de acomodarse de nuevo su antifaz. Acarició la tela con los dedos y sonrió. Porque tenía que hacerlo, porque eso no debería estar siendo duro.

Cuando salió, Jungkook ya estaba de vuelta en la habitación donde grabaron el primer día. Los colores vivos y pasteles volvían a adornar la estancia. No pudo evitar sonreír con cierta tristeza. De alguna manera, esa habitación le recordaba a la casa que alguna vez compartieron. Era brillante, llena de claridad. De lindos adornos en tonos pastel. Echaba de menos ese lugar.

- ¿Se han enamorado alguna vez, jóvenes? - preguntó el director.

Ambos chicos procesaron un poco la repentina pregunta antes de asentir.

- ¿Cómo fue la ruptura? Ahora mismo, Jungkook tiene que ser el tipo duro, malo. Aquel que siente que puede vivir sin su pareja. Que no lo quiere. ¿Crees que podrás con ello? - preguntó el director. El pelinegro trago grueso y removió un poco su camiseta, como si tratara de acomodarla. Luego asintió - Tú... en realidad, solo tienes que escucharlo. Te tiene que doler, tienes que llorar.

El rubio asintió. Iba a llorar, lo supo desde que vio la escena en el guión. Había soñado durante mucho tiempo con una ruptura real. Una confrontación valiente, una conversación cara a cara. Quizás, eso es lo que necesitaba para terminar de pasar página.

Se aferró a la idea de que, aquella escena, aunque fingida, sería su cierre. A partir de ese momento, estaba dispuesto a sentirse bien, a sentirse completo. Cinco años. Era ya tiempo suficiente. Necesitaba seguir con su vida, recuperarse. Encontrar un nuevo amor, vivir nuevas experiencias. Dejar de esconderse.

Ambos tomaron lugar en sus puestos. Esta escena tendrían que grabarla varias veces. Era la más pesada de todas. Jeon no tenía un guión, solo tenía que gritar cosas. O hablar. Lo que le saliera. Era una escena que iba a pasar sin diálogos, un intercambio mientras la música dejaba un aura triste. También, debían cambiar de vestuario en algún momento.

El videoclip buscaba capturar el momento en el que la felicidad se rompió.

- Adelante - exclamó el director.

Unos breves pasos, algunos gestos nerviosos. Jungkook también le había dado vuelta a la escena en su cabeza. Nunca había tenido que enfretarse a una ruptura. Taehyung fue su primero, y también su último. Él no había roto con él, no le había hablado. Le había dejado una nota antes de abandonarlo. ¿Cómo se suponía que iba a hacer eso?

- No quiero verte más - dijo finalmente, girándose y encarando a V -. Estoy harto. Mi vida, mis sueños. Ignoras todo. Quieres que viva la vida que tú planeaste, la que te inculcaron. Pero yo no soy tú - bramó. No estaba gritando, pero su tono parecía un poco sobresaltado. Taehyung, por su parte, recibía aquellas palabras como golpes -. Tampoco soy tuyo ¿sabes? No puedes hacer de mí todo lo que quieras, lo que deseas. Tú y tu tonta idea de amor para siempre. ¿Crees que quiero eso? ¿Crees que mi único sueño eres tú? Estoy cansado de vivir fingiendo que todo está bien. ¡Me estoy cansando! ¡Me estás agotando! ¿Ganas algo? Vamos, dime. ¿Te sientes mejor al verme de rodillas a tus deseos? ¿Es eso? ¿Eh? Poder hacer de la vida de alguien la tuya, como tus padres hacen contigo, ¿eh? ¿Crees que eso te da poder? Tú no tienes poder. Mírate, si ni siquiera puedes tomar las riendas de tu vida. Me das pena.

Los puños del rubio estaban cerrados. De sus ojos no dejaban de caer lágrimas. ¿Eso era todo lo que realmente Jungkook había pensado? Dio un par de pasos hacia atrás como acto reflejo. Abatido ante el ataque verbal del contrario. Miró a su entorno, perdido, confundido. ¡La puerta! Casi a su espalda. Mecánicamente, se giró y corrió hacia esta. La abrió con desespero y abandonó la habitación.

Pero no se detuvo. Siguió corriendo hasta que llegó a Leeteuk, que lo recibió con los brazos abiertos. A su lado, la pelirroja miraba sorprendida al modelo. Había parecido tan profesional, hasta ese momento.

El pelinegro, por su parte, solo se dejó caer sobre sus rodillas. El abatimiento en su rostro parecía contrariar todo el entorno que estaba creado a su alrededor.

- Ojalá todo esto fuera cierto, Taehyung - susurró -. Ojalá, tú pudieras ser el malo y no yo.

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Las grabaciones de ese día se centraron en esa escena. La tuvieron que repetir tantas veces. Cada vez que Jungkook abría la boca, Taehyung se sentía más abatido. ¿Eso era real? ¿Pensaba así cuando se fue? Millones de preguntas pasaban por su cabeza. Sin embargo, no podía formular ninguna. No debía descubrir su identidad solo por no tener un buen control de sus emociones. Cabeza fría y en alto. Eso le había recomendado Leeteuk.

En la última toma. Taehyung pudo no correr hasta los brazos de su mánager, sino que se quedó apoyado en esa puerta que cerraba el set. Las lágrimas se deslizaban por sus ojos y su pecho subía y bajaba rápidamente a causa de su irregular respiración. Una cámara decidió seguirlo, enfocarlo. Pero él, solo se pudo centrar en el sonido lejano que le llegaba a través de la puerta. Un leve llanto, y palabras de disculpa.

Lo siento tanto, Taehyung. No tuve motivos de verdad. Se llevó la mano al corazón y caminó. Necesitaba irse de allí. Durante todo el día, había sentido cómo esas palabras lo cortaban. Cómo se clavaban en él cada vez más profundo. Jeon seguía teniendo un poder especial sobre él. Ahora, sabía que las palabras no guardaban tanta verdad como él había pensado al principio. Las disculpas, los susurros que él no había llegado a escuchar hasta ese momento. Suspiró.

No. Él no había hecho nada malo, él no tenía que dejarse llevar por unas palabras que el otro no sentía. Se encontraba contrariado. Creyó que aquello serviría para poner un fin como era debido. Sin embargo, la desesperación en los murmullos contrarios casi dolían más que aquellas palabras.

Antes de entrar a su habitación privada, el rubio se giró. Jungkook aún seguía cabizbajo en el set. Nadie parecía querer interrumpirlo, al menos, no por el momento. Solo había un par de preguntas en su mente.

- ¿Qué nos pasó, Kookie? ¿Por qué no eres feliz? - susurró.

Sabía que aquella noche esas preguntas lo atormentarían. Sin embargo, sería fuerte. Más fuerte de lo que fue hace cinco años. Había crecido en ese tiempo, se había obligado a madurar mucho más rápido de lo que se suponía, debía hacer. No prestaría atención a temas del pasado. A fin de cuentas, eso era Jungkook. Una persona de su pasado. Nada más.

left behind [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora