CAPÍTULO 35

7K 452 98
                                    

Suspiré mientras esperaba que él llegara, hacía bastante tiempo desde la última vez que me sentí nerviosa por ver a alguien, aquella vez en Italia no cuenta. Me había acostumbrado demasiado a verlo, carajo, todos sabían que éramos "novios" y lo mucho que nos "queremos", pero esta vez era distinta. No lo había visto en mucho tiempo, pero, además, estaba el factor que no creí que estuviera:

Había aceptado lo que sentía por él.

Yaxkin había venido conmigo, pero estaba sentado en uno de los asientos del aeropuerto, lo veía cada tanto para asegurarme que todo estuviera en orden. A pesar del accidente de hace dos días él seguía como si nada, estaba algo cansado, pero decía que no era para tanto, confiaba en él sólo por lo que los médicos dijeron.

Cuando anunciaron que un vuelo había aterrizado revisé el mensaje que Gibson me había enviado y sonreí al ver que era en el que debía venir el tejón, emoción que se transmitió por mi ritmo cardíaco anormal. Esperé atenta a poder verlo y sonreí con ampliedad al dar con él, no dudando en correr para poder alcanzarlo y abrazarlo. Sentí su cuerpo tensar por un momento, pero eso cambió luego de ver mi sonrisa, él sonrió, aunque casi parecía que la sonrisa no llegó a sus ojos.

—¿Sucede algo, Dan? —di un paso hacia atrás, examinando de forma discreta su rostro, preocupada de que algo hubiera sucedido. Soltó un suspiro antes de besar mi mejilla, alzando su mano hasta esta para dejar una pequeña caricia en esta.

—Sólo... estuve preocupado por ti. ¿Segura que Yaxkin ya está bien? ¿No les sucedió algo más? —solté una pequeña risa antes de volver a retroceder para dar un pequeño giro sobre mi lugar.

—Muy segura, puedes verlo por ti mismo. Sólo fue un choque... el que estaba más grave fue Yaxkin pero todos sus estudios salieron bien y él estaba tranquilo, aun así, lo mantengo vigilado —ante mis palabras hice una pequeña mueca antes de tomar la mano de Dan y tirar con suavidad de esta hacia donde estaba Yaxkin, quien sólo lo saludó de forma ligera, lo cual era muy normal entre ellos.

» ¿Quieres que te lleve a tu casa? También podríamos ir a mi departamento y comer allá, puedo pedir una pizza y podríamos ver películas.

¿Qué demonios estoy haciendo? Nunca antes había invitado a Daniel a pasar la tarde con nosotros, siempre acostumbrabamos a salir, pero era sólo para que las personas nos vieran juntos.

Que disfrutaran de la linda pareja sonriente.

Ante ese pensamiento mi sonrisa tembló, debía cuidar no ser tan obvia respecto a mis sentimientos, Daniel solamente debía ver lo nuestro como un estúpido papel que nos beneficia a ambos, no más y no menos.

—¿Yaxkin escoge la película? —su sonrisa ladina solamente sirvió para ensanchar la mía, mirando a Yaxkin por una respuesta, sintiendo que ahora mismo yo era la hermana menor.

—Sólo si no se quejan de ver las dos películas de Ant-Man —pellizqué con suavidad su mejilla y luego comencé a caminar hacia el estacionamiento, sabiendo bien que ambos me seguían pues podía escucharlos peleando entre ellos por lo bajo.

─────•  •─────

Habíamos hecho una rápida parada a él supermercado por "provisiones", que no eran más que chucherías para ver las películas, al igual que cosas para hacer la comida de Yaxkin, ya que le habían dado una dieta por unos días. Dieta que iba a seguir, aunque no quisiera.

Mientras Yaxkin acomodaba las cosas para ver la película yo me dediqué a hacer lo que comeríamos, a última hora se nos había ocurrido la idea de preparar unos perros calientes en lugar de comprar pizza, a lo que no me había negado.

—Ey —giré hacía la dirección del murmullo y sonreí ladinamente al ver a Daniel picando algunas cosas para los perros calientes.

—Ey —dije en respuesta antes de seguir con lo mío, pero escuchando lo que decía.

—¿Cómo... cómo vas con eso? —solté una pequeña risita por cómo lo dijo y solamente di una pequeña mirada hacia él antes de seguir en lo mío.

—Todo va bien, fue una suerte poder entrar. Estoy tratando de adaptarme lo más rápido que puedo, no me había sentido algo vieja ni siquiera cuidando a Yax —hice una pequeña mueca antes de mirarlo a los ojos, él había caminado hasta donde estaba y sujetó mi rostro por mis mejillas.

—No debes de forzarte a adaptarte, y que se jodan los que lleguen a creer que eres vieja para eso, no conozco a nadie más calificada para eso... eres la primera y única que ha logrado sacarme de quicio diciéndome cosas que no entiendo.

—No hay que esforzarse mucho para lograrlo, sólo se debe saber cómo actuar para sacarte de quicio, como dices —ambos soltamos una pequeña risa antes de que él dejara un beso en mi frente, sorprendiéndome por esa acción. 

—Alegra, este Gran Premio que viene es el último, quería saber si vas a ir. Me gustaría mucho que fueras, pero igual entiendo que no puedas ir por eso —negué ante sus palabras antes de apartarme para terminar de hacer los perros calientes.

—¿Cuándo nos vamos?

Novia Por Contrato | Daniel RicciardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora