CAPÍTULO 3

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Al llegar a la cafetería acomodé mi ropa y me acerqué a la caja para pedir un frappé. Una vez que me lo dieron miré a los lados, ninguna señal de Ricciardo y tampoco tenía algún mensaje. Estaba por ir a sentarme cuando sentí como mi hombro chocaba con otro hombro ajeno, haciendo que derramara un poco de mi frappé.

—Debes de fijarte po... —al girar pode notar que era Daniel, lo que me hizo bajar el tono de mi voz para terminar lo que iba a decir, lo que causó la risa de él.

—Me recuerda a un conejo cuando se enoja por el movimiento que hace con la nariz —lo miré mal antes de apartar mi mirada a otra dirección, a algo más interesante que un idiota diciendo que le recuerdo a un conejo—. Disculpe, mi nombre es Daniel Ricciardo —me tendió su mano, pero deliberadamente la rechacé para irme a sentar a una mesita alta que había—. En verdad lamento mucho haberla comparado con un conejo, pero debe entender que me fue inevitable señorita...

—Alegra —tome un sorbo de mi bebida y luego lo miré alzando una ceja, no me importaba que me pagaran por estar saliendo con él, pero en definitiva no iba a dejar que me dijera así solo por ser mi jefe.

—¿Puedo sentarme? —asentí de mala gana y él tomó asiento junto a mí, me regaló una sonrisa pequeña, nada comparada con las sonrisas de la tele— Alegra, ¿cómo conociste a Gibson? Más bien, ¿cómo terminaste siendo mi novia? —lo último lo susurró a mi oído, haciéndome sonrojar por su cercanía.

—Lo vi de lejos, con los poderes que no tengo supe lo que quería y me acerqué para que me eligiera a mí —solté un resoplido y cerré los ojos antes de contestar—.  Trabajaba en un restaurante, Gibson, hasta donde puedo recordar, ha ido varias veces a mi trabajo para comer, ayer yo lo atendí y me sembró la semilla de la curiosidad al preguntarme a qué hora era mi descanso y si estaba a gusto con mi trabajo. Luego de eso, en pocas palabras, me dijo que lo viera luego de salir y me fui.

» Cuando terminó mi turno concluí que debía de ir a verlo, si no me iba a carcome la curiosidad, y fui a donde estaba. Me habló resumidamente de lo que las revistas y me dijo que ahí era donde entraba yo, después de dudar mucho acepté. Y ahora estoy contigo luego de haber renunciado.

—Vaya —su voz salió como un suspiro y luego vi personas acercarse a donde estábamos, fanáticos queriendo alguna foto o autógrafo, algunos me miraron con curiosidad y me regalaban una sonrisa que yo les devolvía de manera leve —. Disculpa, sé que estamos aquí para eso, pero aun así no me acostumbro cuando estoy con alguien.

—No importa, eres famoso y por eso las personas se acercan a ti —le sonreí ladinamente y el correspondió esa sonrisa con una más amplia —. ¿Por qué necesitas una novia? Sé por qué la necesitas, pero no sé porque tiene que ser una falsa cuando tú eres... eres guapo y te aseguro que te debe de ir bien con las chicas.

—Siempre he dicho que tengo pésima suerte al momento de encontrar a alguien, muchas pueden llegar a ser cazafortunas o algo así, también suelen vender información a la prensa y es lo que menos quiero —eso no pasará conmigo, la segunda parte, no voy a ir de bocazas a la prensa por cualquier tontería, además de que esta en las cláusulas del contrato —. Decidí confiar mejor en la agencia que me representa y les dije que necesitaba una novia falsa, por eso estas aquí conmigo. Aunque aun no entiendo que fue lo que vio William en ti como para elegirte, habiendo tantas.

¡Auch! Eso dolió un poco en mí autoestima de mujer ¿habiendo tantas? Espero que tenga en cuenta que trataré de golpearle "jugando" cada que pueda para cobrarme lo que me había dicho, no es mi maldito problema que estuviera acostumbrado a modelos o famosas.

—Cierto, así como hay otros famosos o pilotos apuestos, pero me toco conocer a tu representante y no al de otro famoso, como Ryan Reynolds, o simplemente otro piloto, como Nico Rosberg o Max Verstappen, aun así me conformo contigo —le sonreí de manera inocente y volví a tomar de mi bebida, relajándome por haberle respondido.

Seguía bebiendo hasta que sentí los labios de Ricciardo cerca de mi mejilla, plantando un beso en esta y haciendo que los colores se subieran a mi rostro por la sorpresa, me giré para verlo y me arrepentí al momento, habíamos quedado muy cerca y yo seguía con las mejillas rojas mientras que Ricciardo tenía una amplia sonrisa.

—Nos pudieron haber tomado una foto, vi a dos chicas con teléfono en mano y apuntando hacia nosotros —su tono de voz había cambiado, ya no era el mismo con el que habíamos estado hablando o cuando me dijo aquello; asentí levemente y luego me separé un poco antes de besar tímidamente su mejilla.

Nos quedamos viendo unos momentos, yo trababa de mirarlo con algo más que admiración, trataba de mirarlo con cariño y "amor" pero no lo lograba. Recordé porque lo hacía, la razón de estar sonriente y aguantar mi antiguo trabajo cada día, mi hermano, mi pulga.

Daniel siempre ha sido de mis pilotos favoritos, su carisma y entusiasmo se contagiaba siempre a través de la pantalla, porque se esforzaba y se notaba que le gusta lo que es. Y ahora es mi novio falso, íbamos a comenzar a pasar tiempo juntos... en definitiva nunca me habría imaginado algo así. Mentía, me gustó conocer a Gibson pues muy en el fondo, bastante en el fondo, Ricciardo antes había sido mi amor platónico.

» ¿Ya terminaste? ¿Podríamos dar un paseo antes de irnos? Para que nos vean más tiempo y más personas.

Asentí a lo que dijo y me levanté con la bebida para ir a tirar esta, luego caminé a la salida, donde él me esperaba. Mientras caminábamos por la plaza de ahí "estábamos" hablando, en realidad él estaba contando cosas y yo estaba medio ida pues aún seguía con que su tono de voz había cambiado desde que dije lo de los otros famosos en lugar de él.

No, no podía haberle dolido, además de que yo solo respondí lo que él había dicho. Además de que mis palabras no le pudieron doler, eso creía.

—Disculpa, debo de atender —toqué su hombro para que dejara de contarme lo que sea que me estaba contando y contesté la llamada.

¿Alegra? Qué bueno que contestas, no es como si no contestaras siempre que marcamos —comenzó a dar vueltas y tuve que rodar los ojos a la vez que negaba con diversión, siempre hacía eso cuando llamaba —. No sé si aún no sales del trabajo, pero te llamo porque Yax dice que necesita ir contigo, es sobre la escuela.

—¿Ya están en la casa?

Ya, ¿quieres que le diga que vendrás por él en la noche? —me sentí mal cuando dijo aquello, odiaba no tener tiempo con mi hermano y que lo viera hasta la noche luego de dejarlo en su escuela, en las mañanas. Miré a Ricciardo, quien estaba mirando hacia otros lugares, supongo que para darme privacidad.

—Dile que voy a llegar en veinte minutos, te veo en un rato Dereck —dicho esto colgué y guardé mi celular en mi mochila —. Daniel... debo de irme.

—Claro, escuché eso, no fue mi intención, pero lo escuché —me sonrió con levedad y yo le sonreí de vuelta antes de acercarme para tenderle mi mano, mano que él tomó y jalo para acercarme a él —. Debemos de aparentar, un apretón de manos es muy formal, incluso para una primera cita.

—Nos vemos luego, Daniel —besé su mejilla y lo miré a los ojos con una sonrisa antes de soltar su mano y alejarme. Comenzando a caminar a donde estaba mi hermano.

Novia Por Contrato | Daniel RicciardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora