"... creo que también debemos de mencionar la falta de sentar cabeza que tiene el australiano, y es que ya no está tan joven como cuando entró al mundo de las carreras... no le vendría mal sentar cabeza con alguien, ni decir nombres porque no tiene...
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Tras el Gran Premio de Austria yo acompañé a Alegra para que tomara un vuelo que la llevaría a Niza, el aeropuerto simplemente nos despedimos con un beso en la mejilla.
Desde ahí no la he visto, había tratado de verla en el tiempo que tuve entre el Gran Premio de Gran Bretaña y Alemania, pero no había tenido suerte. Por más que estuve molestando a Gibson, para que me dijera dónde vivía, él se negaba, alegando que si ella no había hablado conmigo debía de tener sus razones, las cuales sé que le dijo a él.
Solté otro suspiro al ver la entrega de premios en el podio, había salido muy temprano de la carrera por una falla técnica y ahora solamente estaba en la cafetería de la escudería, viendo por las pantallas el podio. Di un sorbo pequeño a mi bebida y luego limpié mis labios cuando quedó restos del batido. Tras haber limpiado mis labios dejé mis dedos ahí, recordando aquel beso que tuve con Alegra.
No estaba pensando del todo cuando regresé para besarla, no debí de regresar... simplemente la hubiera besado cuando ella lo intentó. Pero no, mi orgullo no me permitía el dejar que ella me besara, era mejor que yo la besara, aunque al final eso no fue lo que sucedió.
Muy raro era el día en que no revisara sus redes sociales en busca de algo que me dijera donde vivía, ¿parecía un acosador? No sé y no me interesa, solo quería hablar con ella. Bajé un poco más en las fotos de su perfil y pude ver un video donde ella estaba con un pastel soplando una vela, de fondo se podía escuchar la canción de feliz cumpleaños, bajé un poco más y pude ver la fecha de esa publicación 30 de Julio 2017. La descripción de esa foto era sencilla, pero solo daba a entender algo, ese día fue su cumpleaños.
Miré el calendario de mi celular y pude ver que su cumpleaños sería el lunes, justo después del Gran Premio de Hungría, si quería estar para su cumpleaños lo más adecuado sería irme el domingo por la noche. Un momento... ¿en verdad estaba pensando en pasar su cumpleaños con ella?
Es lo mínimo que puedo hacer luego de lo que ella ha hecho, ni hablar de que necesito regresarle el cumpleaños que ella me regaló, estaba seguro de que nunca lo olvidaría. Aunque... solo había un jodido problema, no sabía lo suficiente sobre ella para armar algo que le pudiera gustar.
—¡Daniel! Te hemos estado buscando desde hace rato, la carrera ya terminó.
—Si... eso fue lo que vi —señalé las pantallas que se encontraban ahí y luego me levanté de mi silla, un buen masaje no me vendría para nada mal. Lo necesitaba.
—¡Oh! Pensé que no estabas enterado, o que no lo habías visto. Por cierto, creo que Hartley te está buscando —sin decir más se fue a buscar algo a la barra.
¿Qué diablos querrá Hartley ahora? No estaba de un excelente humor que digamos.
Un momento, Hartley... Hartley... ¡Claro! Alegra le había pedido ayuda a Brendon para hacer la sorpresa, simplemente necesitaba a alguien que conociera muy bien a Alegra, debía de intentar contactar al Brendon Hartley de Alegra y creía saber quién era.
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—¿En verdad eres Daniel Ricciardo? Te juro que si es una broma te voy a encontrar y te voy a golpear.
—Lo soy, te recuerdo que estuvimos hablando por Instagram y te dije que te iba a llamar.
—Ya recuerdo. ¿Para qué soy bueno?
—Necesito tu ayuda, es para algo relacionado con Alegra.
Le dije la idea vaga que tenía sobre qué era lo que quería para regalarle, él solo me ayudó a darle forma. Confiaba con que él lograra lo que habíamos armado, no era tan difícil, al fin y al cabo, pero había sido una suerte que supiera de su cumpleaños con tiempo, Dereck lo necesitaría.
—Por favor, no te preocupes por el dinero, te voy a hacer un depósito para que compres todo.
—Si, sí, yo te voy a avisar cuando ya tenga todo o si tengo algún problema.
—Nuevamente gracias —estaba por cortar la llamada cuando recordé algo —. Oye... ¿sabes cómo está Alegra?
—¿No has hablado con ella?
—No, le mando mensajes, pero no contesta, al igual que mis llamadas —fruncí el entrecejo cuando escuché ruido del otro lado de la línea seguido de una pequeña maldición.
—Ella estuvo enferma la última semana, supongo que sus razones tendrá para no mandarte al menos un mensaje —hice una mueca al escuchar aquello, esperaba que no fuera grave.
—Bueno, gracias por decirme aquello. ¿Puedes enviarle mis saludos? —estaba por colgar, pero me detuve antes de hacerlo —¡Espera! Mejor no le digas que le mando saludos, luego veo si puedo hablar con ella. Y, por favor, no me menciones, no quiero que vaya a sospechar.
No hubo oposiciones de su parte, lo cual agradecí internamente. Tras colgar me llegó un mensaje con su número de cuenta para poder realizar la transferencia del dinero que necesitaría. Ahora solo faltaba que yo buscara algo para ella, quería que se viera bonita. No. Que se viera más hermosa de lo que ya es.
«¿Qué diablos estoy diciendo?»
Sacudí suavemente mi cabeza para alejar aquellos pensamientos, si estábamos juntos era por un simple contrato que la hacía mi novia falsa, la novia que Gibson escogió para mí. No sé qué fue lo que tomó en cuenta al momento de buscarme una novia, pero sí sé que debo de agradecerle por llevar a Alegra hasta mí, por haberla escogido a ella entre tantas.
«Debo dejar de pensar así.»
No sabía ni ordenar bien las ideas que se estaban formando en mi mente, pero sabía que era mejor disipar aquellos pensamientos. Debía de tener la mente fría, más con el contrato que me estaba ofreciendo Renault, el cuál Gibson verificó, y dialogó, que tuviera un buen sueldo.
—¿Dani? ¿Qué sucede? —sonreí al escuchar su voz del otro lado de la línea.
—Michelle, necesito tu ayuda.
—¿Para qué soy buena?
—¿Recuerdas que de pequeños siempre me insistías con que fuéramos de compras? —no hizo falta más que el sonido afirmativo que ella hizo para que yo siguiera hablando — Pues... necesito ir de compras para que me ayudes a elegir algo.
