Novia Por Contrato | Daniel Ricciardo

CAPÍTULO 48

En cuanto llegamos a la fiesta Max junto con su novia se habían encargado de separarnos de Jessica sin permitir que siquiera hablara con Alegra, parecía que había perdido la oportunidad que buscaba y evadía todas estas semanas pero confirmaba que el universo se estaba encargando en forma de los pilotos de no permitirme decir la verdad.

—O en verdad se toma muy en serio su contrato o no has dicho nada, se ve muy feliz aún —lejos de haber ayudado aquel comentario logró que me doliera la cabeza.

—Charles... por favor, no creo que sea el momento adecuado, ¿no tienes una mesa a la que ir? —giré para poder verlo con el ceño fruncido, encontrando una sonrisa bailando entre sus labios mientras me ofrecía aquella copa.

—Los invitados aún no llegan, no me han apretado la correa como para estar pegado antes de que inicie —dio un trago a la suya, tomando asiento donde debería estar Alegra pero había sido secuestrada por las chicas. — Pero tengo algo más importante que saber, ¿qué hacía Jessica Gómez llegando con ustedes?

—Al parecer compartimos piso en el hotel y nos atrapó antes de que el... ¿pasó algo? —me había cortado a medida que el rostro del monegasco se mostraba más confundido con lo que decía.

—Daniel, ¿de qué carajo hablas? —Ahí estaba, una de las frases que sabía que había aprendido por Alegra, pero mi mirada le demostró que no sabía a qué se refería. — Oye... me disculpas pero este hotel está reservado para pilotos, CEO 's y los team principal de la FIA. A no ser que se haya acostado con alguien más... Jessica no tendría nada que hacer en este hotel y menos en el piso donde estamos.

Aquello cayó sobre mí como un balde de agua helada, demasiado para lo que había estado pensando. De pronto supe que debía buscar a Alegra, no era un muy buen augurio que Jessica hubiera forzado una interacción antes de la cena, me estaba dando una advertencia.

Una que había resonado muy dentro de mi.

—Charles... tengo que buscar a mi novia en este momento antes de que Jessica hable con ella a solas. —Me levanté de golpe, sin importarme las quejas de Michael para que permaneciera en mi lugar y bajo la atenta mirada de Charles.

Di una mirada rápida por todo el lugar, a pesar de que no habían llegado todos ya había demasiadas personas como para llenar un teatro pequeño. Recorrí el lugar lo más rápido que pude, viendo a Alegra a lo lejos hablando con chico de alguna categoría que no conocía, pero lo más alarmante fue haber visto que la australiana que me preocupaba en estos momentos la estaba viendo, casi como si esperara la señal de fuera para ir tras ella.

Me sentí mareado, más cuando tuve que rechazar a alguien en un intento desesperado de llegar antes a ella. Era como una prueba contrarreloj que no estaba dispuesto a perder, lucharía por ella con uñas y dientes de ser necesario; la australiana pareció notarme pues también comenzó a caminar hacia Alegra.

Para sorpresa de ambos aquella bina cambió de lugar, alejándose de donde venía Jessica, parecían haber estado platicando de forma muy animada, pudiendo ver a lo lejos aquella sonrisa tan hermosa de Alegra, misma que podría reconocer sin problema alguno, una que me fascinaba y nunca me cansaría de ver.

—Daniel, ya tienes que regresar a la mesa, en verdad es necesario que lo hagas sino quieres que Horner te cuelgue. —Miré a Michael, quien mantenía aquella sonrisa que mostraba a todos cuando quería mantener su diplomacia, quería a su perro y, aunque a Charles no le habían apretado la correa a mí parecía que lo estaban haciendo en este momento.

—Primero iré por Alegra, estaré ahí tan pronto como pueda, ¿sí? —Sin esperar que dijera algo volví a pasar entre las personas que tampoco estaban en sus lugares hasta que pude llegar con Alegra.

Si tenía problemas con entender lo que decía hablando en español, cuando llegué y escuché hablar al piloto en un idioma que no entendía para nada pero que ella sí parecía conocerlo, más cuando les respondía en un idioma que yo sí conocía muy bien.

—¡Dani! —Tuve sus miradas sobre mí cuando gritó mi nombre, no dudando en acercarme a ellos para poder abrazarla por la cintura.

—Hola bonita... te estuve buscando, al parecer ya va a iniciar y debemos regresar a nuestros lugares. —Sonreí mirándolo y extendí mi mano hacia él. — Ricciardo, fórmula 1.

—Así que fórmula 1, soy Tadasuke Makino de fórmula 2, un gusto. —Estrechamos manos, aunque dirigí mi mirada hacia mi novia hasta que ella entendió.

—Estaba con Charlotte cuanto encontramos a Tadasuke, Lottie tuvo que ir a otro lugar pero descubrió que estaba aprendiendo japonés así que fue muy amable en ayudarme.

—Ella estaba traduciendo lo que yo le decía, a pesar de haber iniciado no lo hace tan mal como cualquiera esperaría. —Él soltó una baja risa.

—No lo dudo, se le dan de maravilla los idiomas así que no dudo que haya tomado esta reunión como un intercambio lingüístico. —Reí junto a ellos, despidiéndonos antes de que él se fuera a su lugar y nosotros comenzáramos a caminar hacia la mesa donde habíamos estado. — ¿Así que ahora intentarás con el japonés?

—Bueno... quise retarme a mí misma un poco, debíamos aprender un idioma nuevo y yo me decidí por este, perdón por no decirte antes. —La única respuesta que obtuvo fue un beso en los labios, además de un intento por despeinarla, mismo que fue evadido con ella agachándose y dedicándome una mirada filosa. — No Ricciardo, ni lo intentes. Las chicas me matarían si ven que dejo que arruines mi peinado, sería como un sacrilegio en eventos como este.

Llegamos a la mesa entre risas y ligeros empujones entre nosotros, ayudándola a que tomara asiento antes de que mirara a Michael como un cachorro bueno. No sabía dónde estaba Jessica, ni qué había logrado que no llegara con Alegra pero estaba muy agradecido por ello, me brindaba un poco más de tiempo antes de soltar la verdad eminente.

—Horner estaba a dos de colgar a Michael ya que estaban desaparecidos, ¿dónde estaban, par de tortolos?

—Si estabas más preocupado por nosotros creo que tu novia debería preocuparse, Max, quiero que sepas que quiero a Alegra y es mi novia.

—Oh Dan, debí darme cuenta de mis sentimientos antes —el quejido que soltó debido a la pellizcada por parte de su novia ocasionó nuestras risas.

Luego de ello las luces se hicieron más tenues dando inicio esta noche.