CAPÍTULO 16

8.3K 619 24
                                    

Qué horror conmigo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Qué horror conmigo.

Estoy muy segura de que, en estos momentos, he de verme horrible.

Se supone que solamente venía a buscar a Yaxkin y quizá comería un poco de pastel con los Lee. Por ello me había puesto mis mejores fachas, una blusa dos veces más grande que mi talla, un pantalón deportivo y unos tenis semi descoloridos.

Aunque... nada de eso me importó. Lo único que me importaba era el hecho de que Dan... Ricciardo, estaba cargando a mi hermano mientras ambos sonreían ampliamente.

¿El problema?

Yo no quería que se conocieran.

Trate de sonreír, aunque, en lugar de sonrisa, más bien me salió como una mueca hacia todos los presentes. No quería que estuvieran juntos, Yaxkin podía estar con quien él quisiera, menos con Ricciardo.

Todo a mi alrededor comenzó a mostrarse borroso, sentí como mi corazón dejaba de latir con la misma frecuencia con que lo hacía momentos atrás, ahora latía de forma apagada, como si hubiera decidido darse unas vacaciones; penosamente sentía mis manos sudorosas y un poco agradable hormigueo recorría la yema de mis manos y mis labios.

La mayoría pareció notar cómo me encontraba, traté de caminar hacia Ricciardo para poder alejarlo de Yaxkin aunque, al intentarlo, sentí un fuerte mareo que hizo que perdiera el equilibrio. Fue una suerte que alguien me atrapara, cuando lo miré fruncí con levedad mi entrecejo.

—¿Charles? —miré al monegasco con curiosidad.

—Feliz cumpleaños, Alegra —me ayudó a enderezarme y busqué con la mirada a Yaxkin o a Dereck.

—¿Dónde está Dereck? —aun estando de pie no me atreví a soltarlo, él, al ver que no lo soltaría, mejor me alejó de las personas hacia una habitación aparte para que pudiera respirar con tranquilidad.

—Ya debe de venir —cuando vi a Dereck aparecer junto a Yaxkin lo primero que hice fue abrazar a la pulga —.  Les daré espacio, voy con Dan.

En lo que el menor de los tres salía yo seguí abrazando a Yax. Debía de hablar con Ricciardo, no quería meter a Yaxkin en esto. Solamente esperaba que no hayan hablado mucho antes de que yo llegara, no quería que él se enterara que yo estaba saliendo con Ricciardo y menos que Ricciardo se lo hubiera dicho.

—Xa... no sabía que Yaxkin iría con él —lo miré mal antes de sacar la lengua en su dirección, gesto que fue correspondido.

No era que estaba enojada, de hecho... era un gesto lindo que tuvo Dereck conmigo al organizar esta fiesta sorpresa; yo simplemente estaba... no sé ni como estaba, simplemente me desagradó que Ricciardo estuviera aquí.

Sí.

Lo que vi no se borrará de mi memoria, Ricciardo cargando a mi hermano fue algo tierno y dulce a la vista. Pero simplemente quería retrasar su encuentro lo más que se pudiera o que, simplemente, nunca ocurriera.

—Gracias por la fiesta —¿bipolar? No, nunca.

—No fui yo el de la idea —miré con curiosidad la sonrisa que se había formado en sus labios, era una distinta a la que solía mostrar—. El tejón fue el que dio la idea, me pidió ayuda y yo simplemente... organicé esto.

Sus palabras me sorprendieron, ¿en verdad Ricciardo...? Me sentí levemente mal por cómo reaccioné. El siendo tan lindo y yo de dramática.

—¡Xa! ¡Xa! ¡Divina! Hoy conocí a un piloto famoso, ¡hasta me cargó antes de que llegaras! —ambos miramos a Yaxkin, quien se mostraba emocionado mientras lo cargaba.

—¿Sí? ¿Quién era? —despeiné y peiné su cabello gracias a la mala costumbre que había adquirido estos nueve años.

—¡Era Daniel Ricciardo! —juro que pude ver sus ojos brillar de emoción, mientras yo solo sonreía por la emoción que brotaba de sus poros, solo por eso.

—¿Lo molestaste hasta hartar como tantas veces dijiste que lo harías?

—No —reí por la forma en que lo dijo, me lo comería a besos de no saber lo engendro que puede ser a veces—, pero cuando salga voy a molestarlo mucho, mucho, mucho.

Estuvimos unos minutos más hasta que alguien tocó la puerta, cesando todo rastro de risa que tuviéramos. Sólo esperaba que fuera Shonda, pero, en la manera en que mi corazón comenzó a acelerarse supe que no se trataba de ella.

—Pase —¿en verdad esa es tu voz de "ocupado", Dereck?

—Hola —Ricciardo nos sonrió de forma suave, aun así, seguía siendo su encantadora sonrisa —. ¿Podemos hablar? —lo miré bien, estaba ocultando algo, sus manos en su espalda revelaban eso y quise saber que era.

—Yo mejor me voy —vi como hizo un amago de cargar a Yaxkin, pero negué con suavidad. A mal paso darle prisa. Cuando él salió vi como Yaxkin tenía la vista fija en Ricciardo, cosa que hizo que negara con suavidad.

—Xar es él —importándole poco miró de forma indiscreta a Ricciardo, aun cuando el australiano estaba frente a nosotros.

—¿Ella es tu hermana? —miré mal a Ricciardo cuando preguntó aquello, conociendo a mi pulga sé que, cuando hay una fiesta, siempre se la pasa preguntando a las personas que no conocen qué son de la persona festejada y dice que es para esa persona.

—Ya te había dicho eso, es muy bonita, ¿verdad? —mis mejillas adquirieron un ligero tono carmesí, no fue por lo que dijo, sino a quién se lo dijo —. Pero no la mires, es solo mi hermana y de nadie más.

—Yo no quiero ser su hermano —esto podría resultar divertido, ver pelear a Yaxkin con Ricciardo estoy segura de que será algo digno de recordar.

—¿Qué quieres ser de ella? —la pulga de nueve años se bajó de mis piernas para mirar de forma seria al piloto. No importara cuánto admirara a alguien, yo soy su hermana y nadie me toca —. ¿Sabes qué? Olvídalo, igual no serás nada de ella.

El niño se cruzó de brazos mientras el australiano le sostenía la mirada, para mí comenzaba a ser una situación divertida y entretenida, pero, debía de aclararle las cosas a Yaxkin.

—Basta, pulga —me levanté y revolví mi cabello a la vez que soltaba un pequeño suspiro —. Yax... ¿recuerdas que una vez Alexandre me pidió ser... novios? —estaba muy segura de que él recordaba cuando sucedió eso, disfrutó ver cómo Shonda y Dereck lo regañaban por haberme preguntado tal cosa. Confirmé lo que creía cuando vi la mueca que hizo.

—Claro que la recuerdo, te lo pidió antes de recibir una buena regañada —Yaxkin en ocasiones, en lugar de parecer una pulga, se parece más a algún diablillo.

—Bueno... Daniel me hizo la misma pregunta —lo que dije había bastado para que mi hermano centrara su vista en mí —.  Le dije que sí.

—¿Son novios? —nos señaló alternativamente y ambos asentimos, al fin y al cabo—. Dejaste de formar parte de la lista de mis pilotos favoritos —dicho eso se fue por la puerta, ¿en verdad era así? Dereck siempre anda diciendo que Yaxkin tiene el mismo carácter que yo, pero ¿en verdad era así?

Novia Por Contrato | Daniel RicciardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora