CAPÍTULO 41

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Durante mi estadía en Australia había ido de visita a algunas boutiques a petición de Michelle, al estar ahí me enteré de que solamente era su plan para traerme y así poder buscar un vestido para la gala de la FIA; tras el décimo vestido perdí la cuenta de cuántos más me probé, aunque sí puedo decir que fuimos a numerosos establecimientos. Al final Grace y Mich habían quedado encantadas con los vestidos, pero me negué a que ellas lo pagaran, diciendo que simplemente buscaría alguno cuando regresara a Mónaco.

A pesar de haber dejado las cosas hasta ese punto, cuando llegué a mi casa me estaba esperando Shonda, quien no dudó en señalar una funda larga que se encontraba en el sillón; cuando vio que yo estaba igual de desconcertada que ella procedió a hablar a la vez que me alcanzaba una nota.

—¿Puedes decirme qué diablos significa esto? No quisimos abrirlo, pero tenemos una muy clara idea de qué es, aunque la nota es todavía más desconcertante que lo demás.

"Tienes que prometer que no
cambiarás de vestido y que
no dejarás que él lo vea hasta el
día de la gala."

-MR

—Tal parece que solamente me falta buscar un traje, Mich y Grace me compraron un vestido para que pudiera ir a la gala de la F1. Será en algunas semanas, pero Dan y yo debemos irnos antes porque tiene unos compromisos —compromisos a los cuales debe presentar una novia y, sino va, Gibson nos colgará a ambos.

—¿Quién imaginaría que meses atrás estabas batallando con tu trabajo o que no querías dejar a Yaxkin sólo? Ahora te vas demasiado tiempo —solté una pequeña risa a la vez que asentía.

Demasiadas cosas habían cambiado desde que acepté ser novia de Daniel, además de que ahora dejó con más confianza a Yaxkin porque él mismo habló conmigo, alegando que debía disfrutar de que ahora teníamos una relación verdadera.

—Supongo que nunca me aventuré a trabajar como traductora, debí hacerlo desde antes —Shonda asintió dándome la razón, el trabajo que había conseguido hace meses consistía en traducir algunos libros de escritores independientes.

—Debiste hacerlo desde el inicio, ahora que lo pienso... tu vida mejoró desde que conociste a Ricciardo, es curioso —tragué con fuerza ante sus palabras, pero solo me encogí de hombros a la vez que me giraba, en situaciones así mi mirada me delataba completamente.

—¿Te gustaría acompañarme a comprar un vestido? También necesito buscar algunos zapatos para este vestido —hice una pequeña mueca, sabía que Shonda era la indicada para ayudarme en esto pues era como mi gurú de la moda, gracias a ella había aprendido a afinar mi estilo.

─────•  •─────

Por la noche ya estaba en el departamento viendo una película con Yaxkin, había pedido una pizza a domicilio y él se había encargado de acomodar todo para verla en lo que yo acomodaba mi ropa.

—¿En verdad estarás bien con que yo me vaya otra vez? —no dudó en pausar la película, por lo que supuse que había repasado está conversación desde antes.

—Estoy bien con que vayas, sé cuidarme y sabes que Shonda y Derek me van a cuidar, no tienes de qué preocuparte.

—Me preocupo porque nunca te he dejado tantos días con ellos —pellizqué el puente de mi nariz; una cosa era dejarlo máximo tres días porque debía de asistir a un Gran Premio, pero esta vez sería un viaje de poco más de una semana.

—Está bien, quédate y no vayas. No viajes con él y quédate cuidándome, estoy seguro de que él entenderá —estaba por asentir para darle la razón cuando me detuve; su tono tenía una discreta pizca de sarcasmo, lo que me hizo bufar.

» ¿No era eso lo que querías escuchar?

—Santino, deja de burlarte —sólo alzó sus manos en son de paz.

—Por un momento pareciera que era eso lo que querías escuchar. Xareni... creo que es momento de que disfrutes tú vida —cuando hizo énfasis en aquellas palabras me sorprendió—. Te agradezco todo lo que has hecho y lo que has sacrificado por mí, por nosotros... quizá sientas que no debo hacerlo, pero en verdad debo decírtelo. Gracias por haberte sacrificado.

Tragué con fuerza ante sus palabras y solo pude sentir cómo se formaba un nudo en mi pecho, mismo por el que me quedé en silencio y dejé que él hablara.

» Comprendo que no debió ser fácil ver a tu familia desmoronarse y tomar las riendas de todo, dejar de estudiar y, sobre todo, decidir pelear por la custodia de un bebé sin el respaldo de alguien más. En ese momento estabas sola, debiste sentirte aterrada, pudiste haberme dejado a custodia del Estado, pero no lo permitiste, peleaste por mí.

» Sé que nunca podré llegar a pagarte todo lo que has hecho por mí; también que no me estas pidiendo nada a cambio, que, aunque fuera un niño caprichoso me seguirías queriendo y soportando... pero creo que es momento de que comiences a disfrutar tu vida, desde que inició el contrato ya no tienes la presión de antes, has reanudado algunas cosas que tuviste que abandonar años atrás. No sabes cómo me alegra que el estar con Daniel te permita todo eso... además de ello ahora puedo estar seguro de que lo que ustedes tienen es verdadero, puedo confirmar que todas las miradas y acciones que vi no eran una ilusión que creé para sentirme mejor.

Para este momento no recordaba en qué momento nos comenzamos a abrazar, mucho menos cuando mis lágrimas comenzaron un camino cálido por sus mejillas. El nudo que estaba en mi pecho se había deshecho; nunca había esperado esas palabras, mucho menos que Yaxkin sopesara lo sucedido, pero, el haberlas recibido, me brindó una sensación inimaginable y completamente nueva para mí, era reconfortante.

—Yaxkin... realmente —se apartó de mí para poder verme a los ojos, casi callándome con ellos y su sonrisa tranquilizadora.

—Sólo quiero que me prometas que irás a ese viaje y te olvidarás por un momento qué yo estoy solo acá, quiero que en verdad lo disfrutes, aprovecha que ya no eres más una novia por contrato y eres su novia verdadera. No digas algo más.

Tragando nuevamente con fuerza asentí a sus palabras antes de abrazarlo con fuerza, transmitiéndonos todo lo que no habíamos expresado antes en palabras.

Novia Por Contrato | Daniel RicciardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora