Novia Por Contrato | Daniel Ricciardo

CAPÍTULO 4

El matrimonio Lee, conformado por Dereck y Shonda Lee, un matrimonio con dos diablillos de hijos. Ellos cuidan a mi hermano mientras trabajo, quiero corregir de manera muy gustosa, cuidaban a mi hermano cuando trabajaba. Ahora que lo pienso se siente muy bien decir eso, pues significaba que ya estaría más tiempo con mi hermano, y podría ir a buscarlo a la escuela en lugar de ir a buscarlo a casa de los Lee en las noches.

Al principio me avergonzaba un poco como fue que nos conocimos, al final terminé riéndome de esa historia cada que sale. Aún recuerdo lo esencial, por no decir que ya no recuerdo todas las cosas que le dije a Dereck.

Sucedió hace... ¿cuatro? Sí. Hace cuatro años mi hermano estaba saliendo del jardín de niños, fue de las pocas veces que lo había ido a buscar, el caso es que un mocoso lo empujó accidentalmente e hizo que mi hermano se cayera, me dio igual, el mocoso podía hace lo que quisiera, ni siquiera iba a pedir que se disculpara pues era algo común este tipo de accidentes a la edad de cuatro años.

Hasta ahí estaba bien la cosa, todo empeoró cuando Shonda, en su momento rubia de bote por decirme niña precoz, me pidió que Yaxkin, mi hermano, se disculpara con su hijo por haberlo "empujado" aun cuando fue su hijo el que empujó a mi hermano. Comenzamos a discutir, su esposo y su otro hijo se le unieron y al final nos llevaron a la dirección de jardín a Dereck, a Shonda y a mí, lugar donde recibimos una reprimenda a causa de discutir y por haber golpeado a Dereck en el calor de la discusión. Semanas más tarde me enteré de que mi hermano se había hecho amiguísimo del hijo menor de ellos, por lo que tuvimos que enterrar el hacha de la paz.

Cuatro años más tarde aquí estoy, frente a su puerta para buscar a mi hermano. Ellos van a buscar a su hijo menor y también se llevan a mi hermano para cuidarlo hasta la noche. Nos habíamos convertido en, me atrevo a decir, mejores amigos, ellos son los que me ayudan cuando las cosas no van tan bien y cuando no sabía que hacer o como cuidar a un niño menor.

—Ya llegó por quien lloraban —fue lo primero que dije cuando Shonda abrió la puerta para mí. La saludé y luego pasé a su casa, donde escuché un grito proveniente de las escaleras, al momento reconocí la voz de Dereck.

—¡No corran en las escaleras! —reí al ver cómo batallan para que Jackson, su hijo menor, y mi hermano no corrieran y como Alexandre, su hijo de quince años venía bajando detrás de su padre con tranquilidad.

—¡Xa! —cerré los ojos al escuchar cómo me llamaba. Tenemos ascendencia mexicana, específicamente Maya, al igual que italiana. Por lo mismo, nuestros padres decidieron ponernos un nombre italiano y uno de origen Maya, a diferencia de mi hermano me conocen por Alegra y no por Xareni, mi nombre Maya.

—Hola pulga —cuando llegó a donde estaba me abrazó la cintura con fuerza y llevé mis manos a su cabello para despeinarse un poco este, cuando los demás integrantes de la familia Lee llegaron me saludaron.

—¿A qué se debe este milagro? —caminé junto a Shonda y la Dereck a la cocina justo después de que los niños fueron a la habitación de Jackson para seguir haciendo lo que sea que hacían. Me esperaba su pregunta, nunca salía a esta hora y ellos estaban acostumbrados a que llegara alrededor de las nueve de la noche.

—Renuncié —me senté en una de las sillas del desayunador y seguí hablando —. Quiero pasar más tiempo con Yaxkin, esperaré una o dos semanas para buscar un empleo, espero encontrar algo con horario flexible —no iba a decirles toda la verdad, pero debía de decirles esta parcialmente.

—Ya sabes que siempre estaremos para lo que gustes, niña precoz —rodé los ojos con diversión por cómo me dijo, en cuatro años ya habíamos tomado lo que nos dijimos como apodos permanentes entre nosotras.