CAPÍTULO 20

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Cuando Daniel salió junto a nosotros, Yaxkin, Brendon, Max y yo, del pit line en dirección a la línea de salida me puse los lentes de sol, tenía una mala sensación, estaba muy segura de que lo que sucedería, la maravillosa sorpresa que le tenía a ...

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Cuando Daniel salió junto a nosotros, Yaxkin, Brendon, Max y yo, del pit line en dirección a la línea de salida me puse los lentes de sol, tenía una mala sensación, estaba muy segura de que lo que sucedería, la maravillosa sorpresa que le tenía a Yaxkin, era algo que despertaría a la hermana protectora que llevo dentro. 

—Yaxkin, ¿recuerdas que alguna vez de dije que las personas solían hacer cosas de las que luego se podían llegar a arrepentir?  

—Claro que sí, ¿de qué te estas arrepintiendo?

—De haberle dicho a Daniel que aceptaba dejarte en sus manos. Aún hay tiempo para que recapacites y no quieras hacer lo que él está diciendo —mi labio inferior sobresalió en un pequeño e infantil puchero, lo que provocó una risa del australiano que nos estaba viendo a lo lejos. Hice una pequeña mueca y dejé a Yaxkin junto con Brendon mientras me dirigía hacia donde estaba el australiano—. Si le llega a suceder algo a Yaxkin considérate hombre muerto, Ricciardo.

—Tranquila, cariño —hice otra mueca cuando me dijo así y dejé que siguiera hablando—, solo vamos a dar unas cuantas vueltas en mi auto, nada del otro mundo. Además, Yaxkin tiene todo el equipo de seguridad.

—No tiene un casco —si lograba aferrarme demasiado a ese punto quizá Daniel no subiera a mi hermanito a su Aston Martin Valkirye. Vi como él se inclinaba hacia el asiento del copiloto por el cristal de éste, rebuscó algo antes de enderezarse y pasarme un casco.

—No soy tonto, Alegra, sabía que no dejarías que Yaxkin se subiera conmigo a dar vueltas y que buscarías cualquier pretexto para no dejar que él se suba al auto —me abrazó por los hombros y lo dejé hacerlo mientras lo miraba.

—Si llega a suceder algo debes de darte por muerto, Daniel, hablo enserio. No sabes lo importante que es mi hermano para mí —suavicé mi gesto y solté un pequeño suspiro, Yaxkin era la única familia de sangre que tenía, luego de lo que les había sucedido a mis papás me alejé por completo de mi familia, de la materna porque estaban en otro continente y, de la paterna... de ellos nos habíamos distanciado un poco por el simple hecho de que ninguno se había dignado a aparecer en el funeral de mi papá.

—¡Tortolos! Dejen sus muestras de amor y ya dejemos que Daniel pase tiempo con Yaxkin —reí ante lo que dijo Brendon y me alejé un poco de Daniel.

—Si saben que aún me va a seguir desagradando, ¿verdad? 

—Vamos a ver si eso sigues pensando luego de que pasemos tiempo como hermanos.

—Lo que estás diciendo da a entender que los tres somos hermanos, por lo que también serías hermano de Xa. Eso se llama incesto —cuando dijo aquello solté un suspiro mientras despeinaba mi cabello antes de dar un fuerte aplauso para que los demás no hicieran comentarios.

—Está bien... la pulga se queda a tu cuidado, si le sucede algo te voy a castrar, Brendon ¿vamos a el muro para poder verlos? —sonreí cuando asintió y fui a donde él estaba, dejando a Yaxkin junto a Daniel. Por último, giré para ver a la otra persona que estaba aquí— No sé ni qué haces aquí —no me importaba parecer chocante con Max, pero aún no lo podía digerir luego de lo que me besara.

Es algo a lo que le he estado dando vueltas, todo porque Ricciardo espera que me lleve bien con Max, pero aún no puedo aceptar el hecho de que casi se iba el circo al caño por culpa de sus impulsos, además, ¿quién besa a alguien que lleva conociendo de pocos días con la excusa de que siente algo por esa persona? Lo acepto, había dejado que Daniel me besara cuando lo conocía de poco tiempo, pero fue solamente por motivos laborales en donde tengo que besarlo y dejar que me bese para que esta pantalla siga antes las demás personas.

Al principio todo esto me resultó extraño, en mis 27 años nunca había sido buena mintiendo ni actuando, solía ponerme algo nerviosa y evitaba la mirada de las personas a toda costa pues sabía que una vez que las viera a los ojos iba a soltar toda la sopa, por eso siempre decía la verdad. Pero esta mentira, la mentira que le estábamos vendiendo al gran parte de las personas, estaba resultando más fácil de lo que creí. Cuando conocí a Ricciardo verdaderamente me pareció un idiota por la maldita actitud que tuvo, además de que su preguntita no había ayudado demasiado a que me cayera bien; ahora es otro cuento, solo diré que nos hacemos bromas y nos llevamos bien, se puede decir que ya somos amigos.

—¿Qué harías si le llega a suceder algo a Yaxkin mientras esta al cuidado de Dan?

—¿Qué le haría? Mejor pregunta que no le haría, espero que lo cuide bien si quiere tener hijos en un futuro.

—¿Así que quieren tener hijos? ¿Cuántos les gustaría tener?

—No trates de voltearme la respuesta, nunca dije que quisiéramos tener hijos, ni sabemos cuánto durará lo nuestro, solamente... no hay que pensar en el futuro, no debemos precipitarnos. 

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Por una vez en mi vida pude experimentar algo parecido a lo que sienten los gatos cuando se espantan.

No fui capaz de mantener mi vista en las pantallas mientras Daniel conducía, corrección, corría, a una alta velocidad en la pista con MI hermano en el asiento del copiloto. Brendon al comienzo se rió de la forma en la que yo evitaba ver las pantallas, pero, luego de una mala mirada de mi parte, quizá comprendió que no estaba de tan buen humor como para eso. Además de que le dije que yo me reiría de él cuando se encuentre en la misma situación.

Luego de decirlo me arrepentí, no duraríamos mucho tiempo Daniel y yo, solo era algo pasajero este trabajo y tan pronto termine lo más seguro es que desaparezca de sus vidas... está bien, eso sonó medio película dramática, pero debía de aceptar que, luego de terminar las cosas con Daniel, lo más seguro es que corte toda comunicación con ellos.

—Ya terminó tu martirio, Alegra, vamos —miré a Brendon cuando dijo eso antes de mirar hacia la pista, donde Ricciardo estaba teniendo una plática con mi hermano fuera del auto, por lo que me dirigí hacia ellos.

Novia Por Contrato | Daniel RicciardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora