Though it's wrong it's hard to tell the truth
She don't have to know
She don't have to knowLa parte de esa canción resonaba desde que desperté desnudo en aquella habitación del hotel, sintiéndome mareado y, tras procesar lo sucedido, asqueado de mí mismo y mis acciones. Muchos momentos estaban borrosos de aquella noche, hasta juraría haber visto a Alegra en algún punto.
A pesar de que sabía que debía decirle a Alegra lo sucedido, estaba aterrado, me daba terror ser la razón por la que esa sonrisa se borrara, aquella con la que se encontraba hablando de forma animada con otros tres pilotos.
No puede ser ahora, ya encontrarás el momento.
Había caminado hasta ellos e intentado integrarme a la conversación, pero fue en vano ya que estaban hablando en español, cosa que no pude entender del todo, pero terminé siendo quemado por Checo al decir que estaba intentando aprender español. Sin embargo, sólo pude dejarme llevar por ella hacia la terraza, pudiendo ver de reojo como ellos le hacían algunas señas a ella, pero diciendo ignorarlas.
Una vez que estuvimos en el lugar me aferré a la baranda como si mi vida dependiera de eso, la vista era linda, pero eso no evitaba que sintiera nauseas por estar a solas con ella tras lo que hice, me estaba recordando la basura de persona que era hasta que decidí decir algo, sorprendiéndome por haber hablado a la vez.
—Mejor habla primero tú, por favor —sonreí de forma suave y la observé, centrándome en ella de tal forma que ya no era atormentado por mis pensamientos.
Mi expresión se fue tornando neutra a medida que hablaba, sintiéndome en cierto punto como en un deja vú. Conocía sus palabras pues una vez me las había dicho, estábamos relativamente solos y ella había bebido. No pude evitar que mis ojos expresarán sorpresa tras sus últimas palabras, era la primera vez que ella me dedicaba esa palabra, tan simple pero que, entre nosotros, se sentía pesada.
Tragué con fuerza y esperé un momento más a ver si agregaba alguna otra cosa, algo que pudiera salvarme, pero decidiendo hacerlo al final. Iba a salvarme a la vez que confesaba lo que sentía por ella, no era necesario decírselo de forma explícita.
No ahora.
—Antes que nada... quiero decir que ya sabía acerca de tus sentimientos —relamí mis labios tras decirlo y sólo pude observar la expresión desentendida que hizo—. Cuando fui a buscarte luego de que te fueras de casa de tus abuelos me lo dijiste, creo que por eso actué con un poco de confianza luego de eso.
» También me gustas, no veo razón para negarlo u ocultarlo. Me comenzaste a gustar poco a poco, quise ocultarlo en un principio y me negaba a aceptar mis sentimientos. Ahora que lo pienso, debí saber que estaba perdido desde el momento en que intenté hacer un plan para enamorarte —solté una risa nerviosa por mis propias palabras y traté de seguir—. Mis celos, sino mal recuerdo en algún momento también me comporté como un perro posesivo contigo.
—¿Por eso querías que me alejara de Max? —la miré mal en broma cuando me interrumpió, pero negué con la cabeza.
—Quería que te alejaras de él porque podía perjudicar la imagen de nuestra pareja. Lo que quiero decir, es que hubo tantas pistas, pistas que negaba y ahora que lo pienso fue algo absurdo, pero creo que con sentido ya que no quería sentir algo por la persona con la que tengo un contrato, ¿y si no compartías mis sentimientos? Todo se iba a ir al carajo y sería muy incómodo como para seguir fingiendo, sería una ruptura más. En Brasil no me comporté de la mejor manera, me enojé cuando no pude contactarte, fui un idiota y la cagué... al final supe que fue por un accidente. Alegra, a pesar de que quiero hacer suceder lo nuestro, debo decirte que no soy la mejor persona para ti. Eres maravillosa y yo soy un idiota, porque sí lo soy, tienes toda la razón.
» Quizá lo mejor sea acabar con todo esto de una vez.
Pasaron unos segundos en silencio, segundos que se hicieron eternos para mí, hasta que ella rompió el silencio con aquellas palabras que hicieron que mi corazón se acelerara.
—Quizá lo mejor sea hacerlo suceder —estaba por decir algo, pero fui interrumpido por ella—. Me gustas y te gustó, ¿qué más necesitamos? ¿La aprobación de tus padres? Dios, técnicamente solo debemos volver real lo nuestro, también seríamos una pareja verdadera entre nosotros.
La miré a los ojos mientras decía aquellas palabras, en verdad se veía resplandeciente, su sonrisa parecía iluminar el lugar en conjunto con el brillo que había en sus ojos.
El verla de tal forma sólo sirvió para recordarme lo basura que era.
» No sé cuál fue tu supuesto plan para enamorarme, pero he de decir que funcionó. Sé que tengo toda la razón al decir que eres un idiota, hay veces en que creía que debiste ser un trasero en tu vida pasada por tantas veces que la cagaste entre nosotros... pero no me importa, te perdono, te quiero, aunque seas un idiota.
—No sé si sentirme ofendido o agradecerte por perdonarme. Me encantaría hacerlo suceder, pero tampoco quiero que me perdones tan fácil, en verdad no sabes que tanto la cagué.
—Tranquilo, tejón. ¿Qué fue lo más grande que pudiste hacer? ¿Engañarme? Vamos, ambos sabemos que, aunque no tuviéramos nada verdadero, no serías capaz de hacerlo. Mejor hay que ser novios —el que dijera esas palabras con aquella sonrisa solo sirvió para recordarme que tan bajo había caído.
Quise gritarle la verdad, contarle como desperté y junto a Jessica luego del Gran Premio de Brasil, en verdad quería decirle la verdad. Pero Charles interrumpió antes de que pudiera abrir la boca.
—Los estaba buscando, ¿qué hacen tan solos? —nos miró con una sonrisa y sólo sentí un pequeño mareo junto con unas ganas de vomitar por la situación.
—¿Para qué nos estabas buscando, Charles? —tragué con fuerza mientras los escuchaba hablar.
—Van a hacer un concurso de qué pareja se acaba primero sus bebidas de un trago, iban a iniciar sin ustedes, pero dije que mejor los buscaría.
—Pueden adelantarse, necesito un poco más de aire para asimilar unas cosas —cuando Alegra me miró preocupada solo pude sonreírle de forma leve a la vez que asentía, cosa que causó su sonrisa pues quizá entendió lo que quise decir.
Cuando ellos dos se fueron me dejé caer en uno de los asientos de la mesita de cristal y terminé la bebida que había estado tomando. Debía encontrar la forma adecuada para decirle acerca de lo sucedido, pero tampoco podía pedirle ayuda a alguien más, la apreciaban demasiado como para no decirle en el momento y yo necesitaba acomodar bien las palabras para decirlo.
—En verdad eres un idiota —suspiré tras murmurar aquello y me levanté del asiento para poder ir adentro con ellos.
ESTÁS LEYENDO
Novia Por Contrato | Daniel Ricciardo
Fanfiction"... creo que también debemos de mencionar la falta de sentar cabeza que tiene el australiano, y es que ya no está tan joven como cuando entró al mundo de las carreras... no le vendría mal sentar cabeza con alguien, ni decir nombres porque no tiene...