CAPÍTULO 34

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Lágrimas seguían recorriendo el camino que habían comenzado desde temprano, no había sido capaz de detener estas y mucho menos limpiarlas, necesitaba sacar todo

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Lágrimas seguían recorriendo el camino que habían comenzado desde temprano, no había sido capaz de detener estas y mucho menos limpiarlas, necesitaba sacar todo.

Llorar, literalmente, dolía.

No podía parar de darle vueltas al asunto, no luego de lo que había sucedido. A pesar de que todos se encargaron de decirme que no era mi culpa yo no podía dejar de pensar que sí era mi culpa. Si tan solo yo no... ahg, el pensar en ello solamente hace que siga llorando sola, en la habitación del hospital.

Por la mañana había salido con Yaxkin para poder ir a casa de los Lee para poder comer antes de ver el gran premio, era como una pequeña costumbre que teníamos, Shonda ya estaba acostumbrada, aunque no le gustara el deporte en sí. Antes de llegar tuvimos que regresar al departamento para poder buscar algo, fue algo rápido, no debía tomar mucho tiempo tomando en cuenta lo poco que nos habíamos alejado. Sucedió en un parpadeo, en un segundo estábamos en la camioneta y al siguiente, bueno... estaba en la camilla de la ambulancia en dirección al hospital.  

—Alegra, tienes que ir a comer, ¿sí? Los niños y yo nos quedaremos aquí, apenas abra los ojos te llamaré. El doctor ya dijo que está estable y no fue tan grave. Ve, por favor.

Eso fue lo que me dijo Derek para que saliera de la habitación de Yaxkin, acompañado de los brazos de Shonda que me iban guiando fuera. Como dijeron, no había sido grave, solamente tenía algunos raspones a causa del choque, pero, como estuvo más cerca del impacto aún no despertaba. No quiero imaginar si hubiera estado detrás del asiento del copiloto, sé que no estaría tan "tranquila" como ahora. 

Me dijeron que una camioneta más grande derrapó al girar por la velocidad a la que iba y que impactó contra nosotros. Ciertamente eso era lo de menos.

—¿No le dirás a Daniel? Le tiene mucho afecto a Yaxkin... —Shonda fue cuidadosa con sus palabras y no la culpo, le había gritado al doctor porque estaba dando muchas vueltas para decir que mi pequeña pulga estaba bien.

—Por lo mismo no quiero decirle. Lo conozco y no quiero que alguien más esté preocupado por esto, le diré más tarde, quizá luego de la carrera.

Casi luego de que me habían dicho que Yaxkin estaba bien, y sólo estaba durmiendo, me entregaron mi celular y pude ver que tenía un par de llamadas, aun cuando estaba comiendo me llegaron llamadas, de Daniel específicamente, pero decidí ignorarlas todas para ya luego apagar mi celular. No pasó mucho tiempo cuando ya había regresado a la habitación, teniendo la sorpresa de que Yaxkin ya había despertado. Las primeras palabras que pronuncié luego de haberlo abrazado salieron con dolor, entre lágrimas que intentaba contener pues seguía sintiendo culpa por lo sucedido.

—Espero puedas perdonarme, Yax... —apoyé mi cabeza sobre la suya soltando un profundo suspiro, el cual sonó como un sollozo cortado a causa de mi llanto.

—Xa... no hay nada que perdonar, pero creo que comenzaré a ahorrar para pagarte unas clases de manejo —al escuchar eso solté una pequeña risa, toda tensión en mi cuerpo me abandonó al saber que ahora estaba bien, la preocupación que tenía momentos atrás fue para nada ya que lo único que faltaba para saber que Yaxkin estaba bien era que despertara.

Novia Por Contrato | Daniel RicciardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora