|Capítulo 32|

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—Eso es lo que tienes que hacer si quieres que este partido sea mejor que el de ayer —me había dicho Shane antes de perderse en el vestuario

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—Eso es lo que tienes que hacer si quieres que este partido sea mejor que el de ayer —me había dicho Shane antes de perderse en el vestuario.

Había un clima tenso allí y la charla animada que solía preceder cualquier juego brillaba por su ausencia. En un partido como la semifinal no era lo ideal.

La causa, además de ser el hecho de que el día anterior habíamos ganado solo por un gol en los últimos minutos, era que yo había jugado mal. Y al capitán no se le permitía jugar mal, mucho menos en un partido tan importante como los cuartos de final en las nacionales.

Por primera vez me había sentido superado por mis pensamientos durante un juego. Olivia solía ser la excepción a la regla.

Entré al vestuario luego de discutir algunos puntos con el entrenador y todos estaban sentados en los bancos colocándose las protecciones sin hablar. Los únicos sonidos venían de las puertas de los casilleros cerrándose y los golpes de los patines contra el piso.

—Tienen miedo —observó Shane, sentado junto a mí.

Él estaba colocándole la cinta blanca a su palo de hockey y yo terminaba de ponerme las últimas protecciones. Shane analizaba la situación al igual que siempre.

—No estoy ni de cerca en la situación de ayer —dije sin poder evitar una pequeña sonrisa.

Aunque todavía tenía cosas dándome vueltas por la mente, estaba feliz. Y, si bien hubiera preferido despertar con cierta cabellera castaña a mi lado, nada podía quitarme la alegría por lo del día anterior.

Todo estaba comenzando a acomodarse de la forma que tendría que haber sido siempre.

—Yo creo que alguna bromita sobre pasar a la final para poder escupirle a Gideon en la cara levantaría los ánimos —se acercó Jake sonriendo con la típica euforia que lo poseía cuando estaba bien con Luce.

Él ya estaba listo: protecciones, patines, palo encintado y casco en mano.

—Sí, sí —me burlé—. Seguro tienes razón.

—No se piensen que no los vi ayer hablando sobre la persona que jodió la presentación de Olivia —cambió su tono de voz—. Hagan lo que hagan, estoy dentro. No me dejen de lado.

Algo en la cara de Jake me decía que estaba hablando muy en serio. Pero, tratándose de él, era difícil diferenciar cuándo hablaba en serio y cuándo no.

—Ahora no —interrumpió Shane y después me señaló con la cabeza—. Está de buen humor y tiene algo para decir.

Se estaba refiriendo a las indicaciones que me había dado antes de entrar con todo el equipo.

Terminé de prepararme y me puse de pie para pasar mi vista por todo el vestuario. Muchos estaban esperando mis indicaciones previas a que entrara el entrenador.

Sobre el hielo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora