𝒮𝓅𝒾𝑒𝓈 | 𝒽𝒶𝓈𝒽𝒾𝓂𝒶𝒹𝒶/𝑜𝒷𝒾𝓀𝒶𝓀𝒶

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-Conseguiremos las bombas, Obito. ¡Y las lanzaremos en los principales gobiernos del mundo! -se rió de forma sádica.

-¿No tienes miedo de ese agente, Hashirama Senju? -su tío se sonrojó.

-Ya te lo dije, Hashirama es el único que podría vencerme. Pero no le tengo miedo -Obito se sentó en un sillón e inmediatamente fue esposado-. ¡No debías sentarte ahí!

Sacó un control y pulsó un botón, liberando al menor.

-¿Qué es esto?

-Es una máquina de cosquillas. Muy mortífera.

-¿Una máquina de cosquillas? ¡¿Estás loco?!

-La verdad, si.

Hashirama y Kakashi habían conseguido una infiltración exitosa, no podían alertar a los dueños de la compañía. Consiguieron la primera bomba, sorprendidos por la facilidad que tuvieron al obtenerla. Pero a la salida, encontraron a al Uchiha mayor, esperándolos.

-Buenas noches, Hashirama -batió sus pestañas de forma coqueta, sonrojando al agente.

-Madara Uchiha -Uchiha sonaba bien, pero, ¿acaso no sonaría lindo Madara Senju?

-Gracias por conseguirla por nosotros, Bakakashi -Obito le arrebató con cuidado la bomba al peli plata, acercándose demasiado y lamiendo su oreja con sensualidad.

-¿Para qué planeas usarla, Madara? -inquirió el moreno.

-Mis actividades delictivas son secretas, Hashi. Obito, métete al coche.

-Está bien. Nos vemos, primor -le dio una nalgada a Kakashi, llevándose la bomba consigo.

-¿Yo te gusto, no? -Madara se acercó mucho a Hashirama, quien rodeó sus caderas con sus brazos.

-¿...No?

-No creas que no note tus ojos en mi -le robó un pequeño beso, mordiéndolo en el proceso. Luego corrió a subirse al carro con su compañero.

Los detectives se deprimieron.

-Estúpidos y sensuales Uchiha -se quejó Hashirama, tomando su teléfono para informarle su fracaso a Ashura.

La siguiente bomba era guardada en una suite de algún personaje importante, eso le informó el dúo zombie al dúo Uchiha, quienes se asegurarían de tomarla. Obito quería, no, deseaba el cuerpo del Hatake. Y lo tendría esa noche. Era la mansión de los Otsutsuki, a Zetsu no le importaba que le robaran a su madre, de modo que el acceso a los pelinegros sería más fácil.

Kakashi estaba haciendo guardia, mientras su amigo iba tras su amor... y tras la bomba. Obito salió de las sombras.

-Buenas noches, Kakashi.

-Obito -gruñó.

-¿Qué clase de recibimiento es ese, Bakakashi? ¿Es que acaso no me encuentras atractivo? -realizó una pose sensual. Se acercó y besó a Kakashi, quien para su sorpresa, lo devolvió.

Las cosas que hago por el bien del mundo, pensó el Hatake. Pronto se dejó llevar y enredó sus piernas alrededor de su ex amigo. Sintió que las intimidades de ambos despertaban. A Obito no le importaba follar a su enemigo en pasillo, solo para humillarlo. Pero por el bien de su reputación no lo haría.

Kakashi se levantó con un dolor de caderas, aguantó, después de todo, había experimentado dolores peores. Se sentía fatal, Obito Uchiha, un tipo al que ahora prácticamente desconocía había sido su primera vez por el segundo camino. El azabache prendió un cigarrillo que sacó del bolsillo de sus pantalones y empezó a fumar mientras el Hatake se vestía.

-Tienes un culo precioso, Bakakashi -felicitó.

-Cállate. Solo cállate, Obito. Esto no debió pasar y jamás se repetirá.

-Como digas -siguió fumando. El peli plata salió de ahí sin poder limpiarse siquiera; ¿por qué coño cedió a la tentación y le dejó al Uchiha hacerle lo que quisiera? En esos momentos deseaba no haber aceptado la misión y estaría jugando con Hôki en el parque.

No sabía que fue de Hashirama o Madara. Solo quería irse de ahí. Subió al primer taxi que encontró y se fue al aeropuerto. Mientras tanto, Hashirama y Madara estaban frente al código que debían romper para tener acceso al artefacto y uno de los dos pueda tomarlo.

-Al parecer tenemos que bailar -informó el Senju.

-Malditos aristócratas y sus ideas raras. Vamos -le tendió la mano-, baila conmigo, Hashirama.

Hashirama tomó la mano del Uchiha y empezaron un vals lento, completando la secuencia. En ese momento, se sintieron uno. Madara se sonrojó al sentir las manos de Hashirama en su cadera y solo se aferró más. Y Hashirama hizo lo que quería hacer. Besó a Madara. El Uchiha correspondió con ferocidad.

-Ya quería hacer eso -rió a modo de disculpas.

-Y yo tenía ganas de que lo hicieras.

-¿En serio?

-De verdad, Hashirama -se acercaron a la bóveda dónde estaba la bomba-. En mis sueños más perversos me haces tuyo.

Hashirama se quedó de piedra ante tal declaración.

-Podría hacerlo -le agarró el trasero.

-Alto ahí, Romeo. No podemos -añadió más triste-, eres bueno, yo soy malo. Los opuestos no se atraen, no se juntan y no se mezclan.

Agarró la bomba antes de darle un beso a Hashirama y salir corriendo. Pronto tendría la tercera bomba en su poder e iniciaría su plan para crear un mundo mejor.

-¡Madara, espera! -ya no le importaba lo que el Uchiha hiciera con las armas de tal nivel destructor. El azabache se detuvo.

-¿Qué pasa, Senju?

-¿Crees que tú y yo pudimos tener la oportunidad de estar juntos?

-Claro que pudimos... Aún podemos si renuncias a "ser el bueno y salvar el día" -ante el silencio, Madara supo la respuesta-. La próxima vez que nos veamos será en el campo de batalla, Hashirama Senju, porque yo soy Madara Uchiha.

De algún modo, Obito se desperezó y estaba esperando a su tío a la salida del lugar. Subieron a una motocicleta siendo seguidos por Hashirama. Madara sujetó el peligroso artefacto y con una mano se aferró a Obito. Y se fueron.

Mientras tanto, Ashura le indicaba a Hashirama que fuera a buscar a Tobirama, nuevamente. Solo faltaba la última bomba. Y se preguntó qué haría Madara al final con eso. Madara parecía no hablar en serio cuando dijo que planeaba destruir el mundo.

Y se sintió triste por no poder llegar a nada más con ese hermoso azabache. Estaba seguro de que el mundo no se dividía en buenos y malos, en blanco y negro... también había arcoiris.

-Madara... te encontraré y te atraparé. ¡Y estaremos juntos!

𝐒𝐈𝐋𝐇𝐎𝐔𝐄𝐓𝐓𝐄 | naruto shippsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora