𝐼 𝓁𝑜𝓋𝑒 𝒽𝑒𝓇! | 𝓀𝑜𝓃𝒶𝓇𝒾𝓃

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La familia Nohara estaba cenando, en espera de alguien. Rin dijo que por fin les presentaría a su pareja, ellos creían que por ahí verían pasar a Kakashi o a Obito, sin embargo, su hija no les había dicho el sexo de su ser especial. La espera se tornó impaciente y cuando ya estaban por comer, llamaron a la puerta. Rin se levantó a abrir y sus padres escucharon como intercambiaba unas palabras. Rin regresó.

—Padre, madre... les quiero presentar a mi pareja... —hizo una seña y la persona se acercó.

Una chica de cabellos morados recogidos en un moño casual, ojos color miel, con un piercing en la barbilla; lucía un traje de etiqueta femenino negro, con una corbata morada, que resaltaba sus pechos. Llevaba tacones y una mirada fría.

—Ella es mi novia, Konan Yagami.

—Hola, señor y señora Nohara, es un honor conocer a los progenitores de mi hermosa flor —Rin se sonrojó.

—¡Es una chica! —su padre estaba enfurecido.

—¿Y eso qué? —Rin fingía inocencia.

—¡Las chicas salen con chicos! ¡Una chica saliendo con otra chica es una aberración! Yo esperaba que tu novio fuese Kakashi u Obito...

—Sobre ellos... ellos están saliendo con otros chicos —pensaba en Iruka y Deidara.

—¡¿Qué?! ¡¿Son gays?! ¡De seguro ellos te contagiaron de esa enfermedad!

—¡No es ninguna enfermedad! —Rin se estaba volviendo salvaje—. ¡Lo único enfermo es que tú no aceptes que las personas tienen derecho a amar a quien quieran! ¡Si una chica ama a otra, está muy bien! ¡Si a un chico le gusta otro chico, perfecto! ¡Si te gustan los dos géneros, está excelente!

—¡Silencio, no soportaré más de tus faltas de respeto y no toleraré que salgas con una chica!

—¡¿Que tu tengas la mente tan cerrada es una falta de respeto?!

Konan y la madre de Rin estaban quietas. La pelimorada estaba tan avergonzada de causar ese enfrentamiento, aunque sabía que eso ocurriría tarde o temprano. Los padres de Rin eran homofóbicos, conservadores y estrictos.

—Rin, amor...

—Konan, no. No te voy a dejar por ellos.

—Quiero decirles algo —se paró firme, la mirada castaña y dulce de su novia la alentó—. No me importa que no les guste que esté con su hija, pero es lo que ella quiere.

«Amo a Rin con todo mi corazón y haré todo lo que esté en mis manos para que ella sea feliz, ya sea con o sin mí.

«El amor es un sentimiento maravilloso y aunque a veces puede doler, me arriesgaría mil veces sin temor a nada, solo por tenerla. Porque ella me ha enseñado a amar, sin límites, sin medidas...

«Prometo estar contigo hasta mi último suspiro y demostrarte todo lo que de ti he aprendido, obsequiándote mi amor eterno —estas últimas palabras las dijo mirando a su castaña, volvió a ver a sus suegros, quienes estaban anonadados—. Tantas veces me habían herido que la idea de abrir nuevamente mi corazón ya no era para mí una opción.

«Hasta que llegó ella. Qué suerte la mía encontrarla en el camino y acabar enamorada de su esencia de mujer. Porque desde que apareció con su hermosa sonrisa y sus ojos que iluminan, se ha convertido en la culpable de mi gran felicidad.

«Solo quiero decirles, que mi prioridad es hacer feliz a Rin, no concibo la idea de que dos padres se oponen a que su hija ame a alguien de su mismo sexo, si ustedes se interponen entre ella y yo, destrozando su felicidad... entonces no son los buenos padres que juran ser. Porque un buen padre acepta y juzga a su hijo por lo que es en calidad de persona, no por quien ella decida amar...

Konan se quedó sin palabras, ya no sabía qué decir. En cambio, Rin estaba sonrojada, con los ojos llorosos y corrió a abrazarla. Se lanzó a sus brazos, con sorpresa, la atrapó y la más baja le plantó un beso en la boca.

Los padres de Rin no dijeron nada más y se sentaron a comer en un ambiente de incomodidad. Konan y Rin se miraban furtivamente.

Cuando terminaron, la castaña acompañó a su novia a la puerta. Se despidieron con un beso y después Rin subió enojada a su habitación.

Era la primera vez que regresaba a ese lugar después de mudarse a un departamento cerca de la universidad. Ahí iba con Obito y Kakashi.

Al principio, ella tenía un crush en Kakashi. Y de repente, Kakashi empezó a salir con un chico menor, que iba a la preparatoria y planeaba estudiar magisterio. Fue su primera decepción.

Conoció a Konan gracias al interés de Obito. Deidara, un chico con apariencia femenina que tenía un grupo de amigos, entre los que estaba esa hermosa chica de cabellos morados.

Su siguiente encuentro, fue en un bar. Había ido ahí de fiesta con sus amigos. Konan la besó ahí, estando bajo los efectos del alcohol. Pero lo que más le gustó a la Nohara, fue que sobria, Konan no lo negó ni pidió disculpas.

Suspiró. Estaba malditamente enamorada de esa peli morada cada vez más. Escuchó que tocaron a su puerta.

—Adelante.

Entró su madre con expresión arrepentida.

—Hija, yo...

—Mamá, sé lo que quieres decir. Pero no, no voy a dejar a Konan solo porque les parezca incorrecto. De hecho, solo venía a acostarme un rato para irme.

—Rin, es que... Es complicado para nosotros. Fuimos criados en una época donde no se aceptaba eso.

—Eso no quita las cosas horribles que dijeron y no puedo permitir que digan eso de ella. Es la persona más linda que he conocido. Es decidida, fuerte, valiente, hermosa, poderosa... —suspiró, levantándose de la cama.

—Hija...

—Mamá, ¿puedes entender siquiera el amor y devoción que siento por ella?

—No, no puedo hacerlo. Pero quiero entenderte y aceptarte plenamente.

—Está bien, mamá. Gracias —la miró con alegría. Tomó sus pocas cosas que había dejado hace tiempo y salió de ahí.

El cielo se empezaba a hacer oscuro, las nubes estaban llegando. Rin no sintió las primeras gotas, pues algo la cubría. Era el paraguas morado de Konan.

—Gracias, Konan.

—Gracias a ti, Rin.







































Bueno, ahora este libro va a entrar en hiatus por la falta de inspiración xd

𝐒𝐈𝐋𝐇𝐎𝐔𝐄𝐓𝐓𝐄 | naruto shippsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora