𝑀𝒶𝒹𝒶𝓇𝒶'𝓈 𝓉𝓇𝒾𝒶𝓁 | 𝒽𝒶𝓈𝒽𝒾𝓂𝒶𝒹𝒶

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El pelinegro usaba un vestido negro y amplio como solía usarlo en su tiempo; el emperatriz de Sharingan Kingdom estaba esposado y recluido en un asiento enfrente de la alta comisión. El emperatriz Itachi y su hermano, el príncipe Sasuke, también estaban ahí.

Madara tenía una mirada tranquila y estoica. Sabía que los demás lo miraban con odio.

—Estamos aquí para el juicio de Madara-sama, antiguo emperatriz de Sharingan Kingdom.

—¿Tenemos que hacerle un juicio? Es culpable de varios crímenes, digan lo que digan.

—Silencio —lo acalló Itachi—, la ley dice que cualquier persona puede solicitar un juicio.

—¡Pero es culpable! ¡Hay que encerrarlo....! ¡No! ¡Hay que matarlo!

—¿Por qué no ven las pruebas primero? —dijo Sasuke.

Itachi sacó una montaña enorme de papeles.

—Tenemos pruebas de segunda mano, testimonios orales... Son muchas cosas.

—Cada quién tome un montón de papeles y empecemos a leer.

Parecía que eso iba a llevar muchas, muchas horas. Madara miró su vestido. Estaba harto. Le habían robado varios años de su vida. ¿Y ahora iban a dejarlo ahí esperando? ¡El único que podía hacerlo esperar era ese idiota sonriente y ni a él se lo perdonaba!

—Disculpen... —levantó la mano enfundada en un guante azul; la comisión lo miró.

—¿Qué pasa, Madara-sama? —preguntó Itachi, acomodando su corona.

—Solicito un juicio... Con el Tenseigan.

El Tenseigan era un ojo blanco y azul que sabía cuándo mentías y cuando decías la verdad. Era el más temido por todos, ya que ponía al descubierto todos los secretos de las personas.

—Shisui... —el emperatriz llamó a su prometido—, trae el Tenseigan.

Shisui hizo una reverencia y salió a traer el Tenseigan de Hamura. La historia era algo interesante. En unas generaciones posteriores a Madara, un Uchiha se casó con un Otsutsuki y como regalo de bodas, el Tenseigan les fue dado a los descendientes de Indra.

Luego, los Uchiha asesinaron a los Otsutsuki. Shisui llegó con el Tenseigan y se lo entregó a Itachi. El Tenseigan se encendió y miró a todos con una luz azul.

—Primero todos tienen que hacer el juramento de la verdad. Todos tienen que jurar decir la verdad y solo la verdad. Si mienten, serán castigados ¡de forma cruel!

Todos en la alta comisión hicieron el juramento. El Tenseigan se acercó al antiguo emperatriz.

—¿Juras decir la verdad, Madara Uchiha?

—Lo juro —dijo con tono serio.

—¿Escribiste el capítulo del mal en el libro Uchiha? —preguntó uno de ellos.

El Tenseigan mostró el libro Uchiha. Madara lo abrió, buscando su capítulo y abriéndolo como pudo por las esposas. Quitó las cadenas que le habían puesto. Lo miró con cariño. Acarició el libro.

—Bueno, yo no lo llamaría capítulo del mal. Escribí todo lo que aprendí de las lecturas de Indra-sama. Y sí, lo escribí.

El Tenseigan brilló como cuando decían la verdad. Madara estaba siendo sincero.

—¿Es cierto que abandonaste a tu marido, el emperador Setsuna para huir con el emperador Hashirama Senju, del Mokuton Kingdom?

La expresión de Madara se volvió nostálgica cuando el ojo mostró una imagen de él, abandonado a Setsuna y huyendo con su amado Hashirama. Suspiró, viendo el hermoso rostro de su Hashirama.

𝐒𝐈𝐋𝐇𝐎𝐔𝐄𝐓𝐓𝐄 | naruto shippsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora