𝒟𝑒𝓁𝓉𝒶 | 𝒽𝒶𝓈𝒽𝒾𝓂𝒶𝒹𝒶

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En el mundo Shinobi, donde los alfas lideraban los clanes y los omegas eran los primeros en ser enviados a morir, dos niños se encontraban en la orilla del río.

Por una vez, la guerra, el hambre y las muertes dejaron de importar. Ellos simplemente eran felices con entrenar y jugar entre ellos.

—Tú no puedes ser un alfa —el niño de cabellos castaños le sacó la lengua al joven de mirada agria—. Tienes cara de omega, jajaja.

—¡Cállate, Hashirama! Come mierda.

—No eres divertido, Mada-chan —se burló una vez más: le encantaba provocar al azabache, que se veía malditamente tierno cuando se enojaba.

—¡No me digas así!

Pero esos días habían acabado y quedado atrás.

Pronto Hashirama y Madara se presentaron como alfas, dejando atrás la enclenque figura que ambos tenían en su niñez.

Madara suspiró de alivio cuando los ancianos estuvieron de acuerdo con su idea: acabar la guerra y vencer a los Senju y luego encontrar un omega.

Entonces Tobirama mató a Izuna y el corazón del Uchiha quedó destrozado.

Y ahora, su amigo, su único amigo se iba a suicidar solo por obtener una mínima muestra de confianza como cuando se divertían en la orilla del río. Cuando la guerra acabó y los dos clanes se aliaron, Madara se olvidó de buscar un omega.

En cambio, se sometió a Hashirama, llevando una marca suya en su cuello.

Su lobo desapareció, sus celos desaparecieron, su voz alfa desapareció y básicamente era un Delta. Aún así, amaba a Hashirama, más de lo que amó a alguien románticamente.

Cada vez que Madara recibía en su interior la semilla de Hashirama y ésta no florecía en forma de un niño sonriente, Madara se sentía más y más herido.

Y entonces deseó ser lo que nunca quiso: un omega.

—Hashirama.

—¿Sí, Mada-chan? —sonrió.

—¿No has pensado... en qué si yo fuera un omega serías mi alfa?

—Madara...

—¡Y tal vez podríamos tener un hijo! Imagínate, un niño Uchiha con alma de Senju...

En ese momento, fue cuando Tobirama Senju decidió entrar en la habitación con un pergamino en sus manos.

—Tengo una propuesta de matrimonio del clan Uzumaki. La aceptarás.

Tobirama sabía del lazo entre su hermano y el hombre que más odiaba. Le daba asco que fuera un alfa sometido a su hermano, pero más asco le daba la raza de este hombre.

—¡Tobirama! Yo no me voy a casar con...

—El clan Uzumaki está ofreciendo a su omega de oro a cambio de las técnicas de sellado de su clan, ¿no es algo que necesitamos, anija?

—Los Uzumaki no merecen ni un poco de esa alianza —dice Madara—. Quieren reforzar sus lazos con los Senju y además asegurarse que tienen una aldea para respaldarlos en caso de ataque, ¿se les olvidó que hay más clanes en Konohagakure?

Porque era verdad: los Uzumaki querían reforzar sus lazos con su clan hermano sin esforzarse en una alianza mejor, teniendo una aldea que protegería a los Uzumaki por completo; además, con un matrimonio no necesitaban la autorización de los jefes de los clanes Uchiha, Shimura y Sarutobi.

—No me quiero casar, Madara. —Hashirama decidió, abrazándolo. Madara había perdido su lobo, ¿y qué? Tenía a Hashirama...

Pero la boda sucedió sin que pudiera evitarlo. Ahora... Hashirama tenía una dulce omega, con la cual si podrían tener los hijos que el Senju quería.

¿Y Madara?

Harto de los susurros de su desagradecido clan, de los pueblerinos, de Tobirama y de la esposa de Hashirama, intentó encontrar otra forma de lograr la paz que él y Hashirama siempre quisieron.

Porque sin importar qué casta eran, sabía que Hashirama y él eran almas gemelas desde el inicio de los tiempos.

Y una noche, Madara abandonó el pueblo, ese hijo gigante que había tenido por padres a Hashirama Senju y Madara Uchiha.

Y las leyendas hablarán sobre el líder del clan Uchiha que llevó a estos a la vergüenza, siendo un alfa que se dejó poseer por otro, sin ver en los profundos sentimientos de ambos.

𝐒𝐈𝐋𝐇𝐎𝐔𝐄𝐓𝐓𝐄 | naruto shippsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora