Prólogo

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Drácula no fue el primer vampiro, pero indiscutiblemente es el más famoso.

Nadie sabe cuando exactamente Dios condenó a los vampiros a vivir eternamente y sólo poder alimentarse de sangre, pero estos se hicieron notar en la época medieval, cuando la Santa Inquisición les dio cacería.

Por estos tiempos, la población de vampiros se extendió por toda Europa y crecían exponencialmente. Formaron familias lideradas por un padre o una madre, una alianza para mantener territorios de caza. Sin embargo, a la hora de alimentarse, los vampiros son naturalmente egoístas y sus disputas acababan en violentas peleas y pueblos humanos completamente masacrados. Esto sólo hacía más obvia su existencia.

El mayor problema era que mientras más humanos se convertían en vampiros, menos oportunidades habían para conseguir comida. Se presentó un desequilibrio. Los humanos vivían atemorizados y los vampiros más violentos.

Por esta razón, los Padres de las Casas Principales se reunieron en Transilvania y crearon Los 10 Mandamientos de los Vampiros con el fin de frenar el crecimiento exponencial de su raza.

Efectivamente, la población vampirezca no aumentó, los vampiros ya no eran vistos por los humanos y su existencia pasó a ser una leyenda. Sin embargo, La Santa Inquisición siguió en busca de estas criaturas.

Cerca del año 1350, y por el constante miedo de que la Iglesia Católica los encontraran, los pocos vampiros que sobrevivieron en Europa migraron a Oriente. Los vampiros adoran la sangre de roedores y no es coincidencia que su huida de Europa coincida con la aparición de la peste negra.

Los Padres de las casas Principales siempre vigilan a los Vampiros y aquellos que quebranten un mandamiento, serán castigados con la peor de las muertes.

Los diez mandamientos de los vampiros [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora