Los diez mandamientos de los vampiros [YOONMIN]

Capítulo 36

Pronóstico del tiempo: se aproxima una fuerte tormenta...

Namjoon se dirige a la Casa Ricci a confrontar personalmente a Lady Ricci, no sin antes llamar a Bang PD. Cuando están en al entrada del castillo los guardias intentan atacarlos pero Namjoon demuestra sus destrezas como guerrero. Les deja en claro que no les conviene meterse con él.

—¿Era necesario arrancarles los brazos? —pregunta Bang PD mientras caminan por los pasillos.

—Me dejé llevar —responde Namjoon avergonzado—. No era mi intención.

Namjoon rompe las puertas del gran salón donde se encuentra Lady Ricci y sus 30 seguidores.

—Se acabó el juego, Agatha —dice Namjoon amenazador—. Te di la opción de arreglar esto por la buenas y aún estamos a tiempo de negociar.

—¡Yo no voy a negociar algo contigo! —contesta Lady Ricci— Tú mataste a Angela.

—Estaba en mi territorio...

—¡Y tú estás en el mío! Ahora escúchame bien. Tú destruyes esa estúpida carta, guardas silencio sobre lo ocurrido y liberaré al humano...

—Ese humano ya fue rescatado y ahora mismo ya está en un hospital. No tienes nada para amenazarme.

—Somos más de 30 —asegura confiada—. Ustedes solo son dos. Podemos eliminarlos en cuestión de segundos.

Namjoon desenvaina su antigua espada de cazador y apunta a Lady Ricci.

—Sabes perfectamente lo que esta espada puede a hacer —Namjoon muestra sus ojos dorados—. Sabes que soy más fuerte que tú y que todos tus perros falderos. Te lo advierto una vez más, arreglemos las cosas pacíficamente o me cargaré a todos aquí.

—¿Arreglar qué? —interrumpe una voz ronca.

Todos voltean la mirada para buscar el origen de la voz. Una figura alta, oscura e imponente se adentra a la sala del trono seguido de 6 vampiros más que los escoltan.

—¿Alguien aquí me podría explicar el contenido de esta carta? —pregunta el conde Drácula, sosteniendo en alto la carta que Namjoon había enviado.

Todos se arrodillan por respeto a Drácula. Lady Ricci, desesperadamente intenta persuadir al Conde asegurándole que todo se trata de un mal entendido.

—¿Por qué sabes todo lo que confesaste en esta carta? —le pregunta el Conde a Namjoon.

—Porque el vampiro de categoría R ha vivido en mi casa por muchos años —responde con la cabeza baja.

—¿Y hasta ahora me lo dices?

Namjoon lo mira a los ojos y confiesa que está enamorado y que no había dicho nada para protegerlo.

—Le juro que cooperaré con usted —suplicó Namjoon— pero a cambio pido protección para mi familia y aquellos a los que arrastré en mi mentira.

Drácula se acerca a Namjoon y con sus enormes manos agarra el mentón para obligarlo a mirarle. El Conde le cree.

—Capturen a todos los Ricci —ordena el Conde—. Y envíen a alguien a Corea por los Kim.

Con ayuda de Alister, Yoongi le explica a la policía parisina que Jimin y él viajaron a París para pasar unas vacaciones pero de repente Jimin es secuestrado y no advirtió a las autoridades por miedo a que mataran a Jimin. La policía encuentra muchos vacíos en la historia, sin embargo, Yoongi se ve tan genuinamente angustiado por el estado de Jimin, que deciden no bombardearlo con más preguntas, por el momento.

Después de varias súplicas por parte de Yoongi, Alister decide darle la oportunidad de despedirse de Jimin. Ha salido de cirugía pero los médicos no están muy seguros de que vuelva a despertar.

Yoongi agarra la mano inerte de Jimin y con la que le queda libre le acaricia los pocos mechones de pelo que sobresalen de las vendas.

—Lo has hecho todo bien, Jimin. Has luchado hasta el final. Pero si ya no puedes más no hay nada de malo en que te rindas. Admitir la derrota no es un acto de cobardía. Yo siempre supe que este día llegaría, yo siempre supe que no serias mío. Pero disfruté cada momento contigo. Te amo, Park Jimin y estoy listo para dejarte ir.

Yoongi le da un último beso a Jimin y se separa de su esposo para no volverlo a ver.

Alister le dice a los doctores y que Yoongi volverá a Corea por los Padres de Jimin. Le creen y los dejan ir.

—¿En serio estas listo para dejarlo ir? —pregunta Alister.

—No, pero sí él me estaba escuchando no iba decirle algo que lo hiciera sentir mal.

Ustedes lloraron con la despedida de Yoongi... Nieguenmelo...

Esto aún no acaba...