Los diez mandamientos de los vampiros [YOONMIN]

Capítulo 11: No robarás la presa ajena.

Habían pasado unas semanas desde el funeral de Hoseok. Yoongi Se deprimió tanto que se encerró en su pequeño apartamento y no salió hasta que sintió que ya era hora de cazar a un humano para beber su sangre.

Yoongi tiene a la vista a un borracho y lo sigue. Sin embargo, antes de que pueda atacarlo, escucha un grito que proviene de la casa de Jimin. Yoongi corre sin dudarlo. Entra desesperadamente a la habitación de Jimin y no lo encuentra a él, pero si a otra vampiresa que nunca había visto.

—Vaya hiciste mi trabajo más fácil—responde la vampiresa.

—Este es mi territorio de caza. Aléjate de aquí.

—Tú no sabes quien soy —la vampiresa enseña un brazalete con un tigre, dando a entender que es miembro de la Casa de los Bae, la Casa Principal más grande de Corea—. Estás metido en muchos problemas.

Yoongi entiende de que va el asunto.

—Lo acepto. He quebrantado los mandamientos. No opondré resistencia, pero por favor, no metan a Jimin en esto.

—Él sabe sobre nuestra existencia. ¿En serio piensas que no vamos a ejecutarlo como su abuelo?

—¿Abuelo? ¿Te refieres a Hoseok?

—Captúrenlo.

Otras tres vampiresas lo agarran por detrás y lo someten. Yoongi pregunta qué tiene que ver Hoseok en eso. Pero en vista de que no le respondían nada, Yoongi se empezó a hacer todo tipo de ideas.

Yoongi es llevado a un palacio antiguo donde reside la familia Bae. Ahí, se encuentran también los miembros de la Familia Kim, entre ellos Kim Namjoom, el padre, y a su lado está Seokjin. Yoongi puede escuchar los gritos de Jimin. Aunque le desgarra en el alma que Jimin esté sufriendo, por lo menos sigue vivo.

Yoongi es encerrado en un calabozo y a pesar de la distancia aún puede escuchar los lamentos de Jimin. Intenta calmar su hambre con unas ratas que encuentra pero no puede perder su necesidad por la sangre humana.

Seokjin aparece y le da más ratas porque sabe que su amigo las necesita.

—¿Qué van a hacer con Jimin, por qué sigue vivo?

—Van a usarlo como testigo en tu juicio. Después de eso lo ejecutarán.

—Imbéciles. Si sabe que lo van a matar él no cooperará.

—Tal vez lo engañaron para que lo hagan.

—¡Eso es peor!

—De hecho... —Seokjin se queda en blanco. Hay algo que sabe y quiere decir pero no puede hacerlo.

—¿Qué sucede, Jin?

Los ojos de Seokjin se tornan de colores como si fueran de cristal o diamante. Son realmente preciosos. Seokjin empieza a temblar y entre balbuceos confiesa lo que sabe.

—Su ejecución estaba programada desde hace 3 años. No lo mataron antes porque eso iría en contra del tercer mandamiento. Pero ahora que es mayor de edad no se está violentando ninguna ley.

A Yoongi no se le hace extraño. De hecho le parece tan normal que lo ignora. Lo que lo intriga, es la dificultad con la que Seokjin se lo confiesa y el extraño color o ¿colores? de sus ojos. A los vampiros solo les cambia el color de sus ojos cuando tienen hambre, pero a Seokjin solo le cambió por unos instantes mientras decía la verdad y sus colmillos aún seguían siendo pequeños, por lo que no tiene sentido. De todas formas Yoongi desvía otra vez sus pensamientos a su realidad y va aprovechar la oportunidad que tiene para resolver la duda que lo ha estado carcomiendo las últimas horas.

—¿Los vampiros mataron a Jung Hoseok?

Seokjin vuelve a entrar en pánico. Sus ojos se tornan del extraño color otra vez. Quiere irse, sin embargo Yoongi lo calma y le suplica que le diga la verdad.

—Y-yo solo s-sé qué Hoseok era... E-e-era viejo y le tenía mi-miedo a las serpientes.

De golpe, Jin se excusa y dice que Kim Namjoon lo llama. Se retira, sin siquiera despedirse.

Con tan poco le dijo mucho. Para Yoongi es claro lo que sucedió. Se odia a sí mismo ya que se siente culpable por exponer a Hoseok. Se pone en posición fetal a llorar y grita como loco.

—¡Hijo de puta! ¡Soy un maldito hijo de puta!

Esto se va a poner feo...👀