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La noche avanza mientras que le hacen exámenes a Louis para verificar que no tiene nada, el detective ya ha hablado conmigo y ha iniciado una investigación. Yo por otra parte me dedico a estar al lado de Louis, pensé que sería el cumpleaños perfecto pero solo el hecho de verlo así me destroza... es como que yo sufro cuando lo veo, a mí me duele... es como si me quemara, es ahí cuando me doy cuenta de que en realidad estoy prendada de él. Lo observo con detalle: tiene partida ambas cejas, el labio inferior, y los pómulos amoratados, además de que tiene los brazos un poco raspados.

El sueño me gana y me acomodo en la silla de tal manera que no amanezca entumida.

Un timbre suena y suena, abro los ojos, luego siento la vibración en mi trasero, me levanto de la silla y ahí esta mi celular, quien marca es Alan. Contesto algo temerosa... pues el no suele llamar a esta hora.

¿Sídney?—pregunta.

Hola Alan—contesto, creo que el nerviosismo me va a delatar.

¿Qué tal pásate tu cumpleaños?

Hmmm bien, lo normal, Salí con zayn un rato, nada del otro mundo.

Hmmm—dice— seré sincero: Tina está loca y creo que te quiere dejar calva.

¿Qué? ¿yo acaso le pedí que me trajera al mundo? Sabes que ella no es como mi mamá ¿Qué caso tiene? Siempre te lo he dicho—digo un poco molesta— ¿Por qué simplemente no puede desaparecer de nuestras vidas?

Calma... te entiendo... pero tú te has metido en un gran lio.

¿y ahora que hice?—cuestiono.

Tu estas saliendo con Louis—dice de repente.

Quedo helada, no sé qué decirle.

Somos amigos—digo— pero solo eso.

Sidney... puedes confiar en mí, no iré y le diré a Tina—insiste.

¿Qué quieres que te diga?

Tú has de saberlo, la razón por la cual ella está loca.

Me muerdo los labios y luego miro a Louis, algún día se tenía que saber.

Si—digo finalmente— salgo con Louis, y otra cosa: desde el día que lo vi sentí una conexión con él.... Y no sé, que te puedo decir, lo quiero se ganó mi cariño, me lleno de atenciones y creo que te pueda decir otra cosa, somos dinamita—confieso.

¿sabes lo grave que es?—interroga.

Lo sé, o sea estar con él es como si el chico guapo abriera los ojos y dejara a la chica zorra de la escuela, que en este caso es tina. Te digo no me arrepiento de nada, pero ahora no se lo quiero confesar, que se quede con sus sospechas, no quiero y punto.

¿tanto te gusta? ¿que hizo ese muchacho para atraer a las dos?

Nada, no hizo nada, solo me lleno de atención cosa... que ningún otro hombre en ese tipo de cosas había hecho, es sincero, es bueno, no le interesa pasar solo una noche y ya como la mayoría, es alguien que en realidad me sabe valorar, no lo dejare ir y ya.

Pues Sídney... yo no soy nadie para prohibirte, eres mayor de edad, y sabes que cada acto tiene consecuencias...

Lo sé a la perfección, todo tiene responsabilidades y si me toca decírselo en cara a Tina lo hare.

Sé que tu infancia no fue fácil y todo eso, de que no ves a Tina como tu mamá, solo es como un vínculo biológico, pero sabes cómo es ella de loca e impulsiva.

Aún tengo la cicatriz en mi nariz, si ella siente esto como una venganza, pues que lo sienta, pero para mí Louis ha sido lo mejor en mi vida, y por ella no pienso renunciar a mi felicidad... lo siento. Ahora Louis es mi felicidad.

Después de todo es decisión tuya, yo no tengo nada en contra, pues es tu vida, y todo eso, solo quiero decir que seas precavida, y no esta demás desearte suerte.

Gracias...

Te dejo, sigue disfrutando tu día, y pues salúdame a ese chico.

Claro, adiós.

Me levanto de la silla y voy hasta el baño, al entrar me miro en el espejo... tengo el maquillaje corrido, tomo un poco de jabón del dispensador y me lavo la cara, luego enjuago mi boca. Salgo y sigo hasta la cafetería del hospital, espero que la comida no sea insípida porque eso sería fatal. Me acerco hasta la barra y miro... todo tiene un tono blanco, esto debe saber asqueroso, pero para mí buena suerte hay una maquina dispensadora de galletas y jugos.

— Maldición—digo en voz baja, al acordarme que mi dinero se fue en manos de esos ladronzuelos.

Regreso y entro al pabellón de urgencias, cierro la cortina del espacio en donde se encuentra Louis y me siento a su lado. El estómago no me deja de rugir, lo único que quiero es atragantarme de comida. Lo miro, aún sigue dormido su respiración es pesada, creo que me da tiempo de ir al apartamento y cambiarme. Me levanto y salgo de las cortinas, sigo caminando hasta que me topo con una enferma que me brinda una sonrisa.

— Tú debes ser la acompañante del señor Tomlinson—dice.

— Si—contesto.

— En los exámenes no ha mostrado ningún órgano comprometido o algún trauma que comprometa su cerebro, sin embargo su cuerpo esta magullado y necesita descansar, en horas de la tarde se le dará la salida y se le hará una incapacidad—informa.

— Gracias—digo.

Sigo hasta la salida, ahí está el carro tal cual como lo deje. Tiene las puertas cerradas y la llave aún sigue en el switch, abro la puerta y subo, enciendo y arranco. No hay tanto tráfico por ser fin de semana, así que sin mucho apuro llego al edificio, dejo el carro en la entrada y me bajo, aseguro y entro. A paso lento llego hasta el ascensor, presiono el número del piso y se cierran las puertas. Después de unos segundos se abren y salgo, camino hasta la puerta del apartamento y meto la llave en la cerradura, quito el seguro y entro.

Cierro y voy hasta el baño, rápidamente me quito la ropa y procedo a bañarme, no pasan más de cinco minutos cuando ya estoy fuera. Voy hasta el cuarto, agarro un jean y un suéter, me pongo tenis y salgo.

Con el lapso de los minutos llego y sigo hasta el pabellón de urgencias, ubico la cortina en donde esta Louis y ya está despierto, sonrió, me emociono es alivio puro. Adentro esta un médico y al parecer da como ciertas instrucciones.

— Buenas—interrumpo al médico.

— Buenas señorita, usted debe ser la acompañante y deduzco que cuidara al joven Louis—dice.

— Sí, soy yo—confirmo.

— Fueron golpes fuertes, pero... no hay ningún órgano comprometido, el cerebro está bien, los huesos están bien, claro está de que tienes hinchazón y un ojo morado y algunos raspones, es normal, fue una tunda y la resististe, eso se te quitara como en unos diez días, así que ese será la incapacidad que tengas, diez días—anuncia—dentro de una hora podrás irte, creo que eso es todo, que te recuperes Louis.

Me siento a su lado y tomo su mano, él sonríe... aun con toda la cara golpeada se ve tierno.

— Hace un par de horas pude escuchar cómo le decías a alguien que yo era tu felicidad—susurra.

— Así es, estas en todo lo correcto, he encontrado mi felicidad y no pienso renunciar a ella—le confirmo—me encantas, seria alguien estúpida si no lo admito.

El novio de mamá [L.T.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora