El novio de mamá [L.T.]

29

Han pasado tres meses desde que me entere del embarazo, pero a raíz de eso... casi no veo a Louis, siempre hablamos por teléfono o está de viaje o cosas así, cada vez que nos vemos para compensarme su ausencia compra algo. Hoy regresa de Tailandia y me ha dicho que le gustaría pasar el rato conmigo.

— ¿segura de que le gustan los mariscos?—pregunta zayn mientras prepara camarones al ajillo.

— Si, un día almorzó con almejas—confirmo—además esto será como un reencuentro, tenemos días sin vernos—explico.

— ¿vas a reconsiderar lo de hace unos meses?—interroga.

Dejo de organizar la mesa y centro mi atención en él.

— Aun no lo sé, creo que... pues, las cosas son confusas—digo.

— Sería como un chicle, cuando a uno se le va el sabor vienes y tomas otro—dice.

— no podría decir de que voy y tomo otro, lo quiero, pero las cosas materiales no lo son todo.

— ¿pero ha sido un buen padre?

— No te lo puedo negar, ha comprado muchas cosas para el bebe y todo eso, aún no sabemos el sexo, pero se encuentra emocionado.

— Entonces no le termines, mira te ha pagado el diplomado, te dio un auto y muchas cosas más.

— El tiempo lo dirá... solo eso.

Las horas pasan y zayn se marcha dejándome todo listo, lo único que tengo que hacer es calentar en el microondas.

Miro el reloj son casi las ocho de la noche, Louis debe estar por llegar, voy hasta el cuarto y del closet saco un vestido de flores, me suelto el cabello y me maquillo. Me pongo de lado y me miro en el espejo... tres meses y aun no se ve nada, solo una mini barriga, es como si hubiera subido un par de kilos, pero nada de lo normal, el acné se ha ido y solo hay antojos y sueño. Muero por curiosidad de saber si es niño o niña, además de que en el cuarto mes empieza a moverse y todo eso, es genial.

Camino hasta la sala y me siento en el sofá. Miro el teléfono y son las ocho y quince. Él siempre llega a eso de las ocho y veinte, así que me levanto y procedo a encender las velas para darle un ambiente más romántico. Los minutos pasan y pasan hasta que se dan las ocho y cuarenta, las velas poco a poco se derriten hasta que se apagan.

Le tecleo un mensaje a zayn, creo que ahora me puede quizás comprender.

— No llegó, ni tampoco me escribió.

— Pues creo que debe tener sus razones, sabes que él está ocupado.

— Si... pero por lo menos un mensaje o algo por el estilo, hoy en la mañana le dije que le tendría una sorpresa, pero está bien... este tipo de cosas pasan.

— De seguro mañana aparecerá y todo eso, por lo pronto cálmate.

— Si.

— Descansa lo más que puedas, no desperdicies horas de sueño.

En un plato hondo pongo toda la comida y la empaco, y la meto al congelador, supongo que eso mañana será mi almuerzo. Camino hasta el cuarto y me quito el vestido, lo cambio por un pijama y me acuesto. Sé que él todo el tiempo no va a estar para mí, eso es más que lógico. Yo solo quería encontrar como la forma de agradecerle por todas las cosas que me ha dado, las cuales son sumamente costosas y todo eso. Sé que yo no puedo pagárselas... creo que tendría que no sé, hacer ciertas cosas para conseguirlo, pero trato de esmerarme para compensarlo.