Eran las once de la mañana, Louis se veía tan angelical, pero eso se acabaría, yo había hecho un sándwich de pollo y salsa tarta, si no se lo comía se pondría aguado y tendría que botarlo.
— ¡Louis!—grito y el despierta de golpe.
— ¡no grites!—contesta de mala gana.
— Te traje desayuno, creo que con eso se te pasara la resaca
— Gracias, pienso que esto es como un tipo de truco...
— No lo es ¿cómo la pasaste anoche?—pregunto.
— No recuerdo nada, te soy sincero no sé nada.
— Te refrescare...
Saco el celular del bolsillo de mi short, desbloqueo y busco en galería hasta que encuentro las fotos y los videos, se lo entrego a Louis, este empieza a ver y su boca se va abriendo poco a poco.
— ¿recuerdas a la chica rubia?—pregunto y estallo en carcajadas.
— No sé qué hice—dice impactado.
— Mira como manoseabas a esas zorras, ellas te querían, y tú tomabas tragos y todo eso, Louis eres todo un desmadre.
— ¡esto es culpa tuya!—grita.
— ¿mía? Ja ja ja, estas equivocado, yo te invite y tu aceptaste, te dije que nos fuéramos y no quisiste, preferiste manosear zorritas y hacerte amigo de un proxeneta—refuto.
— Saldré en todo tipo de noticieros, en revista ¡malcriada!—dice irritado.
— No salgas con esa historia, no eres mi padrastro, no eres nada, no eres mayor ¿solo porque me lleves tres años? ¡Eso me lo paso por el trasero!
— Eres una calenturienta que me seduce con sus grandes tetas y sus ojos azules, y su provocadora boca—grita y me mira por uno segundos.
— ¿yo seduciéndote? No seas iluso, no eres mi tipo además ¿Quién me sedujo en cocina? ¿Quién? ¡dime!—exijo.
— ¡tú!—grita.
— ¡Imbécil!
El jugo que tengo en la mano se lo tiro en la cara y salgo del cuarto, bajo las escaleras y ahí venia Tina.
— Si no tienes nada bueno para decir será mejor que no abras esa boca—gruño y ella abre sus ojos y sigue de largo.
Rabia, eso era lo que tenía, imbécil ese, tenía que relajarme y mi buen amigo Zayn sabía cómo hacerme sentir bien. Tome mi auto y llegue directo hasta su casa. Ahí estaba el con Harry, estaban tomando vodka, agradaba la idea.
— ¡Fondo! ¡fondo! ¡fondo!—grito Harry mientras yo me empinaba la botella de vodka.
— Tienes garganta profunda—dijo Zayn entre risas.
— Me cabe un plano completo—grito y ellos me aplauden—ahora me lo permiten me largo
— ¿lo harás? ¿y si te estrellas?—pregunta Zayn.
— Mi intención es ir lento, solo quiero fastidiarle la vida a Louis, además a papá no le agrada—explico.
— Entonces buena suerte, sabes que esa multan cuestan y te detendrán—dice Harry.
— De todos modos no seré yo quien pague, por lo tanto no me duele.
Camino hasta el auto y subo, lo enciendo, no paso de treinta kilómetros, y después unos segundos un policía me detiene, yo simplemente le digo que ingerí bastante alcohol, pongo mis manos y me arresta. Me suben en la patrulla y directo a la comisaria.
— Tienes derecho a una llamada—dice el agente y yo solo sonrió.
— Llame a Louis tomlinson, el socio de la aerolínea de Dubái—contesto.
— Si no estoy mal haces esto para provocar—comenta el.
— Que comes que adivinas guapo.
EL agente llama a Louis quien después de unos minutos llega, paga la multa y la fianza. Abre la puerta del calabozo y yo sonrió, el plan salió tan bien, simplemente va en silencio, mientras que yo le hago caras.
— Solo mira lo que haces—regaña.
— ¿y? se supone que debo sentir remordimiento de conciencia—rio.
— De todos modos era mi deber buscarte.
— ¿deber? No te creo ¿acaso tina dejo que se la metieras por el trasero?—cuestiono.
— Deberías aprender a controlar más tu lengua.
— Y tú deberías controlar tu pene.
— A partir de hoy tu auto esta decomisado—ríe.
— ¿Qué? Imbécil—gruño.
— Ahora eso no es tan gracioso.
— ¿con que autoridad lo haces?—pregunto iracunda.
— No te mantienes, fui yo quien pagó la fianza y la multa—contesta obvio.
— ¡Púdrete hijo de puta!
Finalmente llegamos a casa, cada quien sube a su habitación, mañana el lunes y hay que madrugar. Bueno, no, pero si tengo que levantarme temprano.
El despertador suena, me levanto y a toda prisa entro en la ducha, tomo un baño rápido, al salir rebusco en mi closet hasta que encuentro un vestido azul sencillo, espada afuera y se amarra en el cuello, unas plataformas, me maquillo y hago una trenza en mi cabello. Bajo las escaleras y en la toda la puerta que conduce a la calle, esta Louis.
— ¿Qué pretendes?—cuestiono.
— En mis tiempos se decía buenos días—dice.
— Me paso tu tiempo por el trasero, si te importa voy tarde—trato de acercarme a la puerta y él se interpone en el camino.
— Yo te llevare—dice.
— ¿Qué? ¿de qué me estás viendo cara? Tengo veinticuatro años, dentro de unos meses cumpliré veinticinco, no seas idiota—gruño.
— Nos vamos—dice con seriedad, me toma de la mano, abre la puerta y me obliga a subir al auto.
En todo el camino ninguno de los dos dice una palabra, yo por mi parte me dedico a maldecirlo mentalmente. Llegamos y para colmo de males, en toda la entrada esta Zayn junto con Harry, ambos están en sus motocicletas, mientras que yo estoy siendo custodiada por un idiota que tiene delirios de paternidad.
— Vendré por ti, no intentes nada—advierte.
— Jodete ricachón—contesto y me bajo del auto.
Camino hacia donde están los chicos, Harry es estudiante de ingeniería electrónica, tenía una broma pensada, Louis me las pagaría caro.
— Sídney, no lo hare—dice y yo me acerco más.
— Por favor—gimoteo.
— Es que es algo descabellado ¿ y si el me demanda? Eso es un delito
— No seas tonto Harry, es una pequeña broma—insisto.
— Me arrepentiré de esto—suspira
— ¡sí!—grito con emoción.
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El novio de mamá [L.T.]
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