El novio de mamá [L.T.]

5

Abro los ojos y miro hacia alrededor, me levanto y camino hasta el baño donde lavo mi cara y rostro. Salgo de la habitación y bajo hasta la cocina, Tina no está, será una mañana tranquila, bueno aunque con Louis aquí presente no creo que mi vida vuelva a ser tranquila. Tomo algunas cosas y preparo tostadas con mantequilla y café. Subo las escaleras y camino hacia el cuarto de mi mamá, donde se está quedando Louis, abro la puerta y ahí esta el, sigue dormido.

— ¡Ricachón despierta!—grito y el abre sus ojos de golpe, luce desorientado.

— ¡Reacciona Sídney! ¿Cómo se te ocurre despertarme así?—contesta fastidiado.

— Te traje comida—digo ignorando sus palabras anteriores

El entrecierra los ojos y mira el plato, hay para los dos.

— Gracias—sonríe.

— No fue nada...

— Hmm Tina está de viaje, vino temprano y se marchó—comunica.

— ¿si estas consiente que te puede estar engañando?—pregunto.

— Lo sé, ella solo es la fantasía que tengo... quería coger con na vieja experimentada.

— Cochino—burlo.

— Se mueve bien desgraciadamente—ríe—no pensé que cocinaras para tu adorado padrastro

— Creo que me agradas—sonrió.

El día estaba un poco caluroso, pero nada que una buena ducha de agua fría no pudiera arreglar. Después de estar fresca me senté a esperar que el agua en mi cuerpo se evaporara, luego rebusque en mi closet hasta encontrar algo sencillo, una falda jean con una blusa azul de tirantes delgados. Tomo las llaves de mi viejo auto, las meto en uno de mis bolsillos y salgo del cuarto, ahí era Louis mirándome de pies a cabeza.

— Muy revelador—dice.

— ¿y? yo no me visto para ti, me visto para mí, me encantan las cosas cortas y mostrar mi cuerpo—contesto.

— Considero que podrías verte con otros ojos—gruñe

— ¿recuerdas lo de la cocina?—cuestiono.

— Hmmm si—responde y luce apenado.

— ¿Qué se supone que somos tú y yo?

— Pues... yo soy el novio de tu mamá, técnicamente eres mi hijastra...

— ¿entonces?—sonrió y le guiño un ojo.

— Ganaste esta vez—gruñe.

— Solo relájate, deberíamos salir, piensa en otras cosas, tengo planes.

— Veamos una película de estreno y luego... no se... ahí veremos.

— Me parce bien—sonríe con picardía.

— No es lo que tú crees, ni lo pienses.

Después de que el ricachón se arreglara salimos directo al cine en su auto, llegamos, el compro todo... mejor para mí, tendría más dinero ahorrado. Seleccionamos una película de terror con escenas que me dejaron la sangre helada. Después de casi dos horas abandonamos el cine.

— Dame tus llaves—ordeno.

— ¿Qué? Tu conduces como una maniaca, ni loca te dejare que le hagas algo a mi bebe—dice rápidamente.

— ¡solo dame las estúpidas llaves!—grito y el abre sus ojos.

— Corrígete un poco—sisea y me entrega las llaves.

— Nunca, me gusta ser así.

Subí al auto, me sentía poderosa, yo solo tenía ganas de estar en carretera abierta para pisar a fondo el acelerador, quería sentir adrenalina, y este auto de Louis lo tenía todo, absolutamente todo. Pero lastimosamente estamos en una ciudad que tiene tráfico hasta decir no más, después de unos minutos llegamos al club que solía frecuentar Zayn, había chicas con poca ropa y los mejores tragos.

Louis no lo podía creer, yo pienso que este hombre no tiene vida social.

— Relájate y tomate un trago—susurro a su oído.

— ¿ que se supone que es esto?—pregunta

— Un pub, un bar, un club, tienes como tres opciones y muchas tetas que ver—me carcajeo.

Una mesera iba caminando y tome un trago de su bandeja, se lo puse en frete a Louis y el solo negó con su cabeza.

— No—dice.

— ¿por mí?—pregunto y me acerco a él, hasta que mi pecho toca el suyo.

— Sídney –resopla.

— No seas malo, solo uno ¿Qué puede pasar?—sonrió.

— Solo uno—dice, y toma la bebida.

Pasados unos minutos y varios tragos, ya tenía a un Louis alegre, que poco a poco se iba soltando.

— Diviértete ricachón—le digo.

— Eso creo—contesta un poco inseguro.

— ¡Dilo con propiedad, creerlo! ¿Qué esperas? ¿Qué Tina te dé permiso?—burlo.

— Yo soy hombre libre, no soy de nadie—ríe.

— Entonces disfruta—digo y le doy un trago de una bebida llamada Aguardiente, él lo toma y arruga su cara.

— ¿Qué es esto?—pregunta.

— Aguardiente, lo toman los latinos—contesto.

— Me encanta—ríe y se toma otro.

Las horas pasan y Louis no deja de tomar tragos de todo tipo, desde tequila hasta aguardiente, está haciendo mezcla y eso no será muy bueno, usualmente cuando eso se hace, uno no recuerda lo que hizo. Es peligroso, pero ver a Louis así era divertido. Él se acerca a mí y me lleva hasta una pared.

— Este ebrio ricachón—digo.

— ¿bromeas? Tenía tres años que no me sentía así, desde que estaba en universidad, esto es lo mejor.

— Creo que es mejor que nos marchemos.

— Hmmm no, la verdad que no, me encanta, solo un rato mas

— Si tú lo dice—sonrió.

Después de un rato perdí de vista a Louis, ahí estaba el sentado en una silla, mientras que todas las bailarinas se divertían mostrándole las tetas, el solo tocaba sin censura alguna, una de ellas junto su pecho mientras que otra vertía cerveza en ellos, y Louis estaba de frente, la cerveza caía directamente en su boca. Grave algunas cosas y ya era hora de irnos.

El único de mis amigos que ahora estaba despierto era Zayn, le llame y me ayudo a llevar a Louis. Cuando llegamos a casa, este lo subió hasta el cuarto y lo dejo acostado, Louis solo reía y decía miles de cosas, hasta me celo con Zayn.

— Tenerlo como padrastro debe ser genial—ríe.

— Es dos años mayor que tú—burlo.

— Por lo mismo, pero jamás te lo va a hacer como te lo hago yo—ríe con malicia y agarra mi trasero.

— Tu lápiz no me hace sentir nada—contradigo.

— Con este gozaste muchas veces—susurra.

— Eres un idiota—me carcajeo y él también lo hace—gracias Zayn

— No fue nada, nos vemos mañana o yo que se—se acerca a mí me da un beso en la mejilla y se marcha.

Zayn y yo teníamos un trato bastante especial, nos decíamos ese tipo de cosas todo el tiempo, pero conozco a Zayn desde hace muchos años, nunca he tirado con él, y claramente no lo haría.

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